Proponen crear ‘GEIN venezolano’ para combatir el crimen organizado en Perú: ¿de qué se trata?

Penalista mencionó que existen varios expolicías con entrenamiento de élite que migraron desde Venezuela y podrían infiltrarse en las bandas que operan en nuestro país

Guardar
Abogado propone trabajar de la
Abogado propone trabajar de la mano con infiltrados venezolanos. | Andina

La inseguridad ciudadana y el avance de organizaciones criminales extranjeras constituyen uno de los principales desafíos para las autoridades peruanas. Ante este complejo panorama, una propuesta irrumpió en el debate público: incorporar a expolicías venezolanos migrantes a un grupo especial de inteligencia con la misión de infiltrar células delictivas vinculadas a su país de origen. La iniciativa fue planteada por el abogado penalista Felipe Salas Zegarra, quien señala que existe una reserva de talento desaprovechada en las calles peruanas.

Durante una entrevista con el portal LP, el letrado explicó que, tras el incremento de la migración venezolana, tuvo la oportunidad de conocer a varios ciudadanos que en su país se desempeñaron como agentes policiales. Muchos de ellos, aseguró, contaban con entrenamiento de élite recibido en Israel y en Cuba, específicamente en grupos como “Las avispas verdes”. Es decir, son expertos en espionaje y contrainteligencia, pero en la actualidad ejercen oficios ajenos a su formación como taxistas y trabajadores informales.

“Esa gente está acá realizando labores humildes cuando tienen una preparación profesional muy buena. Entonces, ¿por qué no contratarlos para que ellos puedan infiltrarse en las organizaciones criminales venezolanas?”, expresó.

En ese sentido, consideró que sus conocimientos y experiencia representan una oportunidad que el Estado peruano no ha sabido aprovechar y que podrían hacerlo a través de la conformación de una unidad de inteligencia encubiertasimilar al histórico GEIN que desarticuló a la cúpula de Sendero Luminoso— encargada de infiltrarse en organizaciones delictivas conformadas por extranjeros.

El GEIN obtuvo varios logros
El GEIN obtuvo varios logros importantes en la lucha contra el terrorismo en Perú, principalmente la captura de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso.| El Peruano

Recordó que en los últimos años, el Perú ha experimentado un incremento de delitos vinculados a organizaciones extranjeras, entre ellas bandas de origen venezolano involucradas en extorsión, sicariato y trata de personas, y que las propias autoridades reconocen la dificultad de desarticular los entramados internos por barreras de idioma, vínculos étnicos y códigos culturales distintos.

“Los venezolanos tienen otra cultura, otra apariencia física, es muy difícil infiltrarnos. Pero para entrar en el corazón de ellos tienes que trabajar con ellos”, afirmó e indicó que la unidad estaría bajo la conducción y supervisión de la Policía Nacional del Perú (PNP), garantizando así el control y la legalidad de las operaciones. Para él, su integración al aparato estatal podría ser clave para debilitar las estructuras criminales trasnacionales que afectan a ciudades como Lima, Trujillo y Arequipa.

La figura del agente encubierto, explicó Salas Zegarra, ya está contemplada en el artículo 341 del Código Procesal Penal. Esta modalidad permite que miembros de las fuerzas del orden asuman identidades ficticias para insertarse en organizaciones delictivas, recolectar pruebas y prevenir delitos.

Penalista propone que expolicías venezolanos
Penalista propone que expolicías venezolanos trabajen junto a la autoridad peruana. | Andina

¿Qué es y qué pasó con el GEIN en Perú?

El Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN) fue una unidad creada por la Policía Nacional a finales de la década de 1980 con el objetivo de capturar a la cúpula de Sendero Luminoso, organización terrorista que operaba en el país. El GEIN se destacó por desarrollar labores de inteligencia y vigilancia discreta, enfocando sus esfuerzos en la actividad de Abimael Guzmán, líder de Sendero.

El trabajo del GEIN culminó con la captura de Guzmán el 12 de septiembre de 1992 en una casa de Surquillo, Lima. Esta operación fue considerada un hito en la lucha contra el terrorismo en Perú y marcó el inicio del colapso de Sendero Luminoso. Tras el éxito de la operación, el grupo fue desactivado y sus integrantes regresaron a funciones regulares dentro de la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) y otras dependencias policiales.