La vida de Mónica Adaro estuvo marcada por la exposición mediática, enredos personales y luchas en distintos frentes. En una extensa charla para el pódcast ‘Café con la Chévez’, la exvedette repasó varios episodios que la acompañaron a lo largo de su carrera, desde la persecución a Chiquito Flores junto a Tula Rodríguez, hasta el juicio con Magaly Medina, las difíciles jornadas en ‘Risas y Salsa’ y el largo proceso que la llevó a instalarse en Estados Unidos.
Mónica Adaro rememoró con gracia uno de los pasajes más anecdóticos de su vida, el cual involucra a Tula Rodríguez y al exarquero Juan ‘Chiquito’ Flores. Adaro explicó que en pleno furor mediático, ambas llegaron a seguir al deportista por las calles de Lima. Sin la tecnología de rastreo de hoy, las dos recurrieron a métodos tradicionales para descubrir presuntas infidelidades.
“Yo conozco a Chiquito, él conoce a mi familia, conoce a mi sobrino. Él es una linda persona, aunque hubo un rato en que me caía muy mal, él lo sabe…“, indicó Mónica Adaro, refiriéndose a las peleas que protagonizaba el exdeportista con Tula Rodríguez.
“Yo la he visto tristona. Se peleaban. He tenido que perseguirlo con Tula a cuadrarlo en la calle, que andaba por ahí con una muchachona… No había GPS en esa época, éramos nosotras el GPS…“, relató entre risas Adaro, describiendo cómo interceptaron a Flores en plena Vía Expresa. El seguimiento acabó en un escándalo cuando encontraron al arquero acompañado de una mujer, lo que generó una confrontación de alto voltaje.
“No recuerdo de dónde salimos, pero lo paramos ahí por la Vía Expresa y la otra se alocó, un escándalo hizo…“, contó la exvedette,
Adaro señaló que ‘Chiquito’ Flores en ese tiempo era conocido por sus romances. “Con quién no anduvo ese hombre. Alto, todo coquetón, futbolista, estaba de moda”, señaló.
Durante aquellos años, Adaro señala que se hizo muy amiga de Tula Rodríguez, vínculo que duró muchos años, donde llegaron a reunirse mucho después con sus parejas.
Juicio a Magaly Medina por los prostivideos
Uno de los momentos más difíciles para Mónica Adaro llegó con la difusión en televisión del término ‘prostivedette’. El señalamiento, emitido en el programa de Magaly Medina, provocó una crisis personal y familiar. La exvedette describe un sentimiento de agobio cuando la polémica alcanzó a su entorno cercano.
“A mí me resbala lo que puedan decirme o el odio que me puedan tener, pero cuando lo escuchan los que me quieren, es duro”, señaló la exvedette, quien recuerda el desconcierto y el impacto emocional de ver a sus familiares afectados por los rumores y ataques públicos.
La reacción fue acudir a instancias legales. El proceso judicial duró cerca de cuatro años, con varias apelaciones de la parte de Medina, pero Adaro logró el respaldo de la justicia en todas las etapas. “Siempre fue a mi favor”, destacó.
Finalmente, Magaly Medina fue condenada a pagarle una indemnización de S/ 50 mil por daños y perjuicios. Adaro resaltó la importancia de defender su honor profesional y recalcó que se consideraba una actriz cómica y bailarina, sin relación con las acusaciones en su contra.
El difícil paso por ‘Risas y Salsa’
La participación de Adaro en ‘Risas y Salsa’ también estuvo marcada por dificultades internas. Sufrió burlas, exclusión y hasta la pérdida de su salario. “Me robaron mi sueldo de tres meses”, detalló. La artista relató que acumuló sus primeros cheques esperando el pago tras su contratación, pero estos desaparecieron misteriosamente. Además, fue víctima de cortes en vestuario y de la “ley del hielo” por parte de algunas colegas, aunque encontró apoyo entre los actores varones del elenco, quienes la integraron en su grupo y contribuyeron a que consiguiera más oportunidades.
Adaro convirtió estas adversidades en aprendizajes profesionales. Gracias al respaldo de figuras como Manolo Rojas y otros humoristas, logró reconocimiento en escenarios y participó en giras dentro y fuera del país.
Actualmente, Adaro vive en Estados Unidos. A finales de los años noventa, la exvedette tomó la decisión de irse del país. En este lugar, Mónica asegura que su reputación está definida por su desempeño laboral y no por su pasado artístico, la cual describe como una etapa llena de logros y dificultades.
