
Un peruano solicitante de asilo en Estados Unidos fue hospitalizado en Washington tras ser diagnosticado con tuberculosis activa, después de haber estado detenido en una cárcel de inmigración en Alaska. Este caso ha generado preocupación sobre las condiciones de salud en los centros de detención de ICE en el país.
El hombre formó parte de un grupo de aproximadamente 40 inmigrantes trasladados desde el centro de detención regional en Tacoma, Washington, hacia Anchorage, Alaska, el 8 de junio. El traslado fue parte de un acuerdo entre el estado de Alaska y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para aliviar el hacinamiento en las prisiones migratorias, en medio de una ofensiva migratoria nacional.
Hasta el momento, no se conoce el motivo específico de su detención. El solicitante de asilo integró un grupo de 40 inmigrantes trasladados desde Tacoma a Anchorage como parte de un acuerdo entre ICE y el estado de Alaska para reducir el hacinamiento, en el contexto de una ofensiva migratoria impulsada por la administración de Donald Trump.
Después de permanecer detenido en Alaska hasta el 30 de junio, el peruano regresó a Tacoma y comenzó a presentar síntomas relacionados con tuberculosis. Fue llevado de urgencia a un hospital en Washington alrededor del 7 de julio, donde se confirmó el diagnóstico de tuberculosis activa.
Hasta ahora, las autoridades han descartado la existencia de otros casos de tuberculosis en la cárcel de Alaska, aunque aún no se sabe cómo ni dónde contrajo la enfermedad el detenido. El caso ha despertado alerta entre grupos de derechos humanos y expertos en salud pública.

Abogado asegura que no pudo comunicarse con paciente durante días
Sean Quirk, abogado del solicitante de asilo peruano, declaró al Anchorage Daily News que su cliente permaneció en el Centro de Detención Preventiva de Cook Inlet desde el 8 hasta el 30 de junio. Aseguró que no recibió información sobre su paradero ni cuando fue trasladado ni cuando cayó enfermo.
“Empecé a llamar a hospitales en Tacoma y finalmente pude hablar con alguien”, dijo Quirk. Según explicó, descubrió que su cliente estaba internado cuando no se presentó a una audiencia virtual programada.
El abogado indicó que el contacto con su defendido fue interrumpido incluso dentro del hospital. El abogado pudo finalmente comunicarse con su cliente, aunque aseguró que un agente de ICE presente en el pasillo intervino para impedir que una enfermera le entregara el teléfono.

Se desconoce cómo o dónde contrajo tuberculosis
Las autoridades todavía no han determinado cuándo ni dónde el peruano contrajo la enfermedad. Tampoco se conoce cuántas personas podrían haber estado expuestas durante el tiempo que permaneció detenido en Alaska o después de su regreso a Washington.
Un portavoz del Departamento Correccional de Alaska aseguró que este es el primer caso conocido relacionado con tuberculosis en las instalaciones bajo su administración. “No se habían reportado casos de (tuberculosis) en ninguna de nuestras instalaciones”, declaró al referido medio estadounidense.
La tuberculosis es una infección bacteriana que afecta principalmente los pulmones. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la enfermedad se transmite por el aire en espacios cerrados y requiere contacto prolongado para su propagación.
En entornos penitenciarios, las tasas de contagio pueden aumentar por el hacinamiento. Los CDC indicaron que en 2023, el 3,6 % de los casos de tuberculosis en EE. UU. se detectaron en personas que se encontraban en centros penitenciarios al momento del diagnóstico.
Correccional de Alaska niega más casos de tuberculosis
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) de Alaska afirmó que dos detenidos informaron haber dado positivo a tuberculosis latente mientras estuvieron en Anchorage. Además, aseguraron que ICE notificó a varios detenidos sobre una posible exposición al regresar a Tacoma.

Sin embargo, el Departamento Correccional de Alaska negó tajantemente estas afirmaciones. “Categóricamente falsa y peligrosamente engañosa”, calificaron las declaraciones de la ACLU, según la portavoz Betsy Holley.
Holley informó que todos los detenidos recibieron pruebas de tuberculosis al ingresar. Una sola persona necesitó exámenes adicionales, y las pruebas para tuberculosis activa resultaron negativas.
El jefe médico del departamento explicó que la tuberculosis latente no presenta síntomas ni es contagiosa. “La tuberculosis no se transmite como el resfriado o la gripe. Requiere un contacto estrecho y prolongado —normalmente meses—, no solo días”, escribió Holley en un comunicado.
Según las autoridades, los inmigrantes fueron alojados en una unidad separada, sin contacto con la población general, durante su estadía de 23 días en Alaska.