
Un nuevo hallazgo en el Huascarán, el nevado más alto del Perú, sacudió este jueves a la región Áncash y al entorno del montañismo nacional. A primeras horas del 10 de julio, miembros de la Asociación de Guías de Montaña del Perú localizaron restos humanos en la zona base de la montaña, a más de cinco mil metros sobre el nivel del mar. La información fue confirmada por la propia organización a través de un comunicado dirigido a la opinión pública.
Hasta el momento, se desconoce la identidad de las personas fallecidas. La zona donde fueron encontrados forma parte de las rutas de ascenso utilizadas por expediciones nacionales y extranjeras, lo que viene generando múltiples hipótesis. La Asociación ha solicitado “respeto y prudencia mientras se esclarecen los hechos” y añadió que “el caso se encuentra en proceso de investigación, para las diligencias correspondientes”.
Este hecho se suma a una serie de incidentes que han tenido lugar en el mismo nevado durante las últimas semanas, lo que vuelve a poner en debate las condiciones de seguridad en las expediciones de alta montaña y el monitoreo de riesgos en cordilleras como la Blanca.
“Nos comprometemos a mantener informada a la comunidad ante cualquier avance oficial”, señaló la organización. Las autoridades locales ya fueron alertadas del hallazgo y participan de las diligencias. Según fuentes del entorno de montaña, los restos fueron descubiertos durante una actividad de reconocimiento en una de las rutas habituales del pico sur.
Preocupación por seguridad en la zona
La noticia llega apenas dos semanas después del rescate de dos montañistas japonesas en el mismo macizo. Saki Terada y Chiaki Inada, de 36 y 40 años respectivamente, quedaron atrapadas a más de 6500 metros de altura tras experimentar dificultades físicas durante el ascenso. Ambas presentaban síntomas de hipotermia cuando emitieron una señal de auxilio vía satélite.
La ubicación exacta de las montañistas fue localizada gracias a esa alerta, y un equipo privado de rescate contratado por sus familias en Japón inició las operaciones para llegar hasta ellas. La situación generó preocupación en el ámbito internacional por el nivel de riesgo en la zona.
Riesgo glaciar y desprendimientos en el Huascarán

El hallazgo de hoy se produce en un contexto de advertencias técnicas sobre el peligro que representa el Huascarán. En mayo, especialistas del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) realizaron una inspección técnica en el nevado, donde identificaron un sector inestable en el pico sur, de aproximadamente 700 metros de extensión.
Vladimir Cuisano Marreros, subdirector de Riesgos Asociados a Glaciares de la entidad, explicó que ese segmento podría generar una avalancha si se producen desprendimientos de hielo o roca. “El material arrastrado alcanzaría el río Santa, afectando principalmente a los vecinos del distrito de Mancos”, indicó.
Durante el sobrevuelo técnico se documentaron acumulaciones de rocas, hielo y sedimentos que, en caso de deslizamiento, podrían formar una mezcla de lodo al combinarse con agua y escombros. Este tipo de flujo representa una amenaza para las zonas habitadas más cercanas, como Mancos y otros puntos de la provincia de Yungay.

La zona donde se produjo el hallazgo de hoy corresponde al pico sur del Huascarán, distinto al pico norte donde ocurrió el deslave de 1970 que destruyó la ciudad de Yungay. Aquella tragedia, provocada por una avalancha glaciar, dejó más de 20 mil víctimas fatales. Las evaluaciones actuales descartan la formación de nuevas lagunas, pero destacan el potencial de deslizamientos superficiales con alta energía.
Según Inaigem, “el descenso rápido por pendientes pronunciadas incrementa el riesgo, incluso sin presencia de lagos glaciares, debido a la cantidad de material suelto disponible para ser arrastrado”. Esto explica por qué zonas como la base del nevado, donde se hallaron los restos, son monitoreadas constantemente.
La combinación de riesgo natural y tránsito humano en el Huascarán convierte cada temporada en un desafío. El hallazgo de hoy reaviva el debate sobre la necesidad de medidas de prevención, rutas más seguras y condiciones mínimas para el turismo de alta montaña. Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para identificar a las víctimas y determinar lo ocurrido en la base del nevado más alto del país.