Tos ferina: cómo prevenir esta infección respiratoria que afecta principalmente a niños menores de 5 años

Los bebés y niños pequeños no han desarrollado completamente sus defensas, por lo que la tos ferina les provoca síntomas más severos

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En la segunda etapa de
En la segunda etapa de esta infección respiratoria, la tos se vuelve intensa (Hola)

La tos ferina, también conocida como pertussis, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. En Perú, esta enfermedad ha registrado un preocupante aumento: ya se han superado los mil casos confirmados, y hay al menos 17 fallecimientos reportados principalmente, entre niños menores de cinco años.

Este panorama es especialmente alarmante, pues los menores de esta edad son los más vulnerables frente a esta infección, que representa una amenaza real para su salud e incluso su vida. Ante esta situación, es esencial que padres y cuidadores conozcan las medidas de prevención y control para reducir el riesgo de contagio y las posibles complicaciones.

Tos ferina: cómo prevenir esta infección respiratoria

Una manera de prevenir la
Una manera de prevenir la tos ferina es enseñar a los niños a cubrirse la boca y nariz con el codo al toser o estornudar (Hindustan Times)

Para proteger a los niños pequeños contra la tos ferina, se deben adoptar diversas estrategias, integrando medidas individuales, comunitarias y de salud pública incluso durante el embarazo:

  • Vacunación completa
    • El esquema de vacunación en Perú incluye dosis de la vacuna pentavalente, que protege contra difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b y hepatitis B.
    • Las dosis se administran a los 2, 4, 6 y 18 meses, con una dosis de refuerzo entre los 4 y 6 años.
    • Además, se recomienda la vacuna de refuerzo para mujeres embarazadas durante cada gestación (entre la semana 20 y 36), ya que transmite anticuerpos al bebé, quien estará protegido durante sus primeros meses de vida.
  • Cobertura y acceso universal
    • Es crucial que el sistema de salud, a través del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), garantice el acceso y aplicación de la vacuna en todas las regiones del país.
    • Las jornadas de vacunación y los operativos en zonas rurales y urbanas contribuyen a generar una inmunidad colectiva que protege a quienes aún no pueden vacunarse, como los bebés menores de dos meses.
  • Higiene respiratoria y aislamiento
    • Enseñar a los niños mayores (cuando ya hablan) a cubrirse la boca y nariz con el codo al toser o estornudar.
    • Lavarse las manos con frecuencia y desinfectar objetos y superficies comunes en casa o guarderías.
    • En casos sospechosos, separar a los niños enfermos para prevenir el contagio.
  • Control de contactos cercanos
    • Cuando un niño presenta tos persistente o se confirma la tos ferina, los familiares cercanos deben recibir antibióticos preventivos (profilaxis) para evitar un brote intradomiciliario.
  • Educación a padres y cuidadores
    • Difundir información sobre señales de alerta y cuándo acudir al centro de salud.
    • Impulsar campañas que destaquen la importancia de completar el esquema de vacunación.

Síntomas de la tos ferina

En las primeras semanas, la
En las primeras semanas, la tos ferina se asemeja a un resfriado común: fiebre leve, secreción nasal, congestión y tos moderada (Banner Health)

Los síntomas de la tos ferina se manifiestan en tres etapas clínicas:

Etapa catarral (1–2 semanas)

  • Se asemeja a un resfriado común: fiebre leve, secreción nasal, congestión y tos moderada.
  • En esta fase, la enfermedad es muy contagiosa, aunque difícil de distinguir.

Etapa paroxística (2–6 semanas)

  • La tos se vuelve intensa y en accesos: grandes espiraciones, seguida de una especie de “gallo” o “estridor” al inhalar.
  • Pueden acompañarse vómitos tras las crisis y agotamiento extremo.
  • En lactantes, a menudo causa pausas respiratorias (apnea), lo que puede traer complicaciones graves.

Etapa de convalecencia (2–4 semanas)

  • Disminución gradual de los episodios de tos, que adquiere carácter más húmedo; la recuperación puede ser lenta y persistir varios meses.
  • Es vital acudir al centro de salud ante síntomas como tos persistente (durante más de 14 días), vómitos, estridor en inhalación o dificultad respiratoria en un menor de cinco años.

Tos ferina: por qué los niños menores de 5 años son los más afectados

Las dosis de la vacuna
Las dosis de la vacuna pentavalente se administran a los 2, 4, 6 y 18 meses, con una dosis de refuerzo entre los 4 y 6 años (Ministerio de Salud)

Existen varias razones por las cuales la población infantil menor de 5 años es la más afectada por la tos ferina:

  • Sistema inmunológico inmaduro
    • Los bebés y niños pequeños no han desarrollado completamente sus defensas, por lo que sufren síntomas más severos y una mayor probabilidad de complicaciones, como neumonía o convulsiones.
  • Esquema de vacunación incompleto
    • Durante los primeros meses de vida, los lactantes aún no han recibido todas las dosis necesarias para protección plena.
    • La falta de refuerzos también reduce los niveles de anticuerpos a los pocos años.
  • Mayor probabilidad de exposiciones en entornos comunitarios
    • Guarderías, parques infantiles y colectivos familiares facilitan el contacto con posibles portadores de la bacteria.
  • Mayor riesgo de complicaciones
    • En menores de 1 año, la tos ferina puede generar apneas, deshidratación y deterioro rápido del estado general. En menores de 5, el riesgo de hospitalización es alto, al igual que la posibilidad de secuelas a largo plazo.