
Cada 28 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Salud Menstrual, una fecha que busca visibilizar la importancia de hablar abiertamente sobre la menstruación, promover una gestión menstrual digna y saludable, y eliminar los tabúes, mitos y estigmas que todavía persisten en muchas culturas, incluido el Perú.
En nuestro país, miles de niñas y mujeres enfrentan barreras para acceder a productos menstruales seguros, información confiable y servicios de salud adecuados. Según el Ministerio de Salud (Minsa), al menos el 20 % de escolares peruanas falta al colegio durante su menstruación por no contar con productos de higiene adecuados o por vergüenza. Además, el Seguro Social de Salud (EsSalud) ha advertido que la desinformación sobre la salud menstrual puede llevar a complicaciones como infecciones vaginales, malestar emocional y baja autoestima.
Frente a este panorama, resulta vital que las mujeres conozcan cuáles son las mejores opciones para el cuidado menstrual, no solo desde una perspectiva de comodidad, sino también de salud a largo plazo. En este contexto, productos como las toallas higiénicas convencionales y los tampones no siempre son la mejor alternativa.
Por qué deberías dejar de usar toallas higiénicas y tampones

Las toallas higiénicas y tampones han sido durante décadas los productos más comercializados para la menstruación. Sin embargo, cada vez se advierte más sobre sus riesgos potenciales para la salud de las mujeres:
- Materiales sintéticos y químicos: muchas toallas y tampones están elaborados con fibras artificiales, perfumes, blanqueadores con cloro y otros compuestos que pueden causar irritación, alergias y alteraciones en el pH vaginal.
- Ambiente propicio para bacterias: estos productos retienen sangre durante horas, lo cual genera un entorno cálido y húmedo que favorece el crecimiento de bacterias, aumentando el riesgo de infecciones.
- Contaminación ambiental: una sola persona puede desechar más de 10 mil toallas o tampones en su vida fértil. Estos productos tardan entre 500 y 800 años en degradarse, lo que representa un grave impacto ambiental.
- Riesgo de síndrome de shock tóxico (SST): aunque poco frecuente, el uso prolongado de tampones puede estar asociado con esta afección grave y potencialmente mortal.
Alternativas ecológicas o saludables sobre productos menstruales
Existen varias opciones ecológicas y respetuosas con la salud menstrual que pueden reemplazar con éxito a las toallas y tampones convencionales:
- Copa menstrual: hecha de silicona médica hipoalergénica, la copa recolecta la sangre sin absorberla, lo que preserva el equilibrio natural de la flora vaginal. Puede usarse hasta por 12 horas seguidas y, con los cuidados adecuados, dura entre 5 y 10 años.
- Toallas de tela reutilizables: están hechas de algodón orgánico o telas naturales, son lavables y reutilizables, y no contienen químicos irritantes. Son una opción económica y ecológica a largo plazo.
- Ropa interior menstrual: diseñada con varias capas absorbentes, esta prenda es cómoda, discreta y segura para quienes prefieren evitar productos internos. Se puede lavar y usar durante varios años.
- Discos menstruales: similares a la copa, pero con una forma diferente, se colocan en el fondo de la vagina y pueden ofrecer más capacidad de recolección, siendo una buena opción para menstruaciones abundantes.
Adoptar estas alternativas no solo mejora la salud física, sino que contribuye a un menstruar más consciente, libre de tabúes y más amigable con el ambiente.
El síndrome de shock tóxico

Uno de los riesgos menos conocidos pero más graves del uso de tampones es el síndrome de shock tóxico (SST). Esta condición poco común, pero peligrosa, está relacionada con la proliferación de la bacteria Staphylococcus aureus, que puede liberar toxinas peligrosas en el organismo.
El SST ha sido reportado principalmente en personas que usan tampones por más de 6 u 8 horas seguidas. Sus síntomas incluyen fiebre alta repentina, vómitos, diarrea, presión baja, sarpullido y desorientación. Si no se trata rápidamente, puede derivar en fallos orgánicos o incluso la muerte.
Aunque el SST es raro, su existencia demuestra la importancia de elegir productos menstruales seguros y de usarlos con precaución, respetando los tiempos de cambio y vigilando cualquier señal anormal en el cuerpo.



