El pasado jueves 8 de mayo, el cardenal Robert Francis Prevost fue elegido papa con el nombre de León XIV. Nacido en Estados Unidos hace 69 años, pero con nacionalidad peruana, su elección genera gran expectación, especialmente en Perú, donde desarrolló gran parte de su labor pastoral.
Prevost, natural de Chicago, pero con Chiclayo en el corazón, se trasladó a Perú en 1985 como miembro de la Orden de San Agustín. Durante más de dos décadas, trabajó en diversas ciudades peruanas en el norte del territorio nacional.
En 2015, adquirió la nacionalidad peruana y fue nombrado obispo de Chiclayo por el papa Francisco. En ese rol, fue conocido por su cercanía con la comunidad, su lucha contra la corrupción y su defensa de los derechos humanos.
Su compromiso lo llevó a viajar a caballo por las zonas más remotas de Lambayeque, donde brindó apoyo a las poblaciones afectadas por la violencia política y la pobreza.
En su primer mensaje público como nuevo papa, hizo un llamado a la paz mundial, condenando la guerra y abogando por soluciones pacíficas en conflictos como los de Ucrania y Gaza.
Además, expresó su deseo de continuar el legado de su predecesor, el argentino Jorge Mario Bergoglio, enfocándose en la justicia social y la inclusión. Su elección marca un hito en la historia de la Iglesia Católica, al reflejar una conexión profunda con Perú y un compromiso renovado con los desafíos globales actuales.

¿Cómo reaccionó la diócesis de Chiclayo al conocer la elección del cardenal Prevost?
La elección de León XIV fue celebrada en Perú como un reconocimiento a su dedicación y servicio. En Lima, las campanas de la Catedral Metropolitana sonaron en su honor y la presidenta de la República, Dina Boluarte, así como miembros del Congreso, expresaron su felicitación, destacando el orgullo nacional que representa su elección.
En tanto, en Chiclayo, su antigua diócesis, la noticia fue recibida con gran entusiasmo. Atentos al televisor tras conocer que había humo blanco en el Vaticano, miembros del Seminario San José, institución donde Prevost formó a futuros sacerdotes, estallaron en júbilo tras escuchar un nombre conocido como sucesor de Francisco.
A través de las redes sociales se viralizó un vídeo de como el seminario se convirtió en una celebración espontánea tras conocerse la noticia de su elección. En las imágenes, se observa a los seminaristas vitoreando y abrazándose, expresando su alegría por el nombramiento de quien consideran uno de los suyos.
Durante su tiempo en Chiclayo, Prevost se destacó por su cercanía con las personas, adoptando una postura pastoral centrada en el bienestar de la comunidad. Su trabajo no solo se limitó a la administración de los sacramentos y la guía espiritual, sino que también lo llevó a involucrarse activamente en temas sociales.

Un saludo a Chiclayo
El nuevo papa, luego de decir gran parte de su discurso en italiano durante su primera aparición pública, aprovechó el momento y dedicó un emotivo saludo en español a su “querida diócesis de Chiclayo”. Esto llenó de emoción al Perú entero.
“Y si me permiten también una palabra, un saludo… a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo iglesia fiel de Jesucristo”, dijo Prevost.