“¡Habla!”: El curioso saludo del papa León XIV a un piurano que lo fue a ver a Roma

El sumo pontífice se detuvo un momento para responder la felicitación de un ciudadano peruano a su salida de la iglesia Nuestra Señora del Buen Consejo de Genazzano, a 50 kilómetros de Roma. En su primera salida del Vaticano, se dirigió a rezar en la tumba del papa Francisco

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El papa León XIV saluda a un peruano en el Vaticano. | X / Local Team

Durante su primera salida de la sede del Vaticano, el nuevo papa León XIV se dirigió a visitar la tumba de su predecesor, el papa Francisco. Fue durante ese trayecto que Robert Prevost fue ovacionado por algunos fieles que estuvieron pendientes de él en su camino, y también recibió el saludo de un ciudadano peruano proveniente de la región Piura.

Antes de visitar la basílica de Santa María de la Mayor, donde se encuentra la tumba de Francisco, el nuevo sumo pontífice se acercó a la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo de Genazzano, la patrona de la Orden de San Agustín, a la que Prevost pertenece, a 50 kilómetros de Roma. Fue a su salida de este santuario que un piurano habló por unos instantes con el papa.

“¡El Perú presente!”, fueron las palabras del ciudadano peruano, que fueron correspondidas con una sonrisa y un corto “¡Habla!”, por parte de León XIV. Fue en ese momento que el compatriota del papa dijo: “¡De Tambo Grande, Piura!”. Es necesario recordar que Tambo Grande es una ciudad cercana a Chulucanas, el lugar al que Robert Prevost llegó por primera vez al Perú como parte de su labor como misionero de la Orden de San Agustín.

El Papa León XIV dio un breve discurso para saludar a la multitud reunida frente al santuario de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano. | Tv2000.it

“¡Piura! Bello, Bello” fue la respuesta del papa León XIV, quien habló en italiano para ser entendido por las personas que se encontraban en el lugar. Con una sonrisa, Robert Prevost, ex obispo de Chiclayo, abrió sus brazos y se dirigió al pueblo para agradecer su compañía durante el trayecto a la basílica de Santa María de la Mayor.

“Es una gran emoción volver aquí, a este lugar que ha estado en mi corazón. Tienen un don tan grande: el de la presencia de la Virgen, pero también significa una gran responsabilidad, como la de una madre con sus hijos: deben ser fieles”, dijo León XIV ante la multitud.

¿Qué dijo el papa León XIV en su primera salida del Vaticano?

En su breve discurso, el nuevo papa agradeció a la gente que lo acompañó en su viaje hacia la tumba del papa Francisco y afirmó que los ciudadanos del pueblo de Genazzaro tienen una responsabilidad de ser fieles a la Virgen.

“Gracias, gracias. Buenas noches a todos. A todo el pueblo de Genazzaro. Un gran saludo a todos con el placer de haber podido venir a rezar ante Nuestra Señora del Buen Consejo. Una gran devoción que tengo en mi corazón desde hace muchos años. También he estado aquí en Genazzaro varias veces, y estoy muy feliz de estar aquí con ustedes. Tienen un don tan grande: el de la presencia de la Virgen, pero también significa una gran responsabilidad. Así como una madre nunca abandona a sus hijos, también deben ser fieles a su madre”.

El nuevo papa también saludó a los jóvenes que acompañaron su viaje y recordó la importancia de vivir la juventud en cuerpo y en espíritu, intentando seguir a Jesús tal como lo hizo María, su madre

“Quiero saludar a todos los chicos, a los jóvenes que vinieron también esta tarde. De nuevo, todos somos jóvenes de corazón, ¿verdad? Pero vivamos siempre con ese espíritu de entusiasmo tratando de seguir a Jesucristo, siguiendo ese bello ejemplo de María, nuestra madre. Ya me tengo que ir, desgraciadamente no puedo quedarme más tiempo, pero podemos terminar esta visita con este saludo y con la bendición del Señor”

¿Cuál es la relación del papa León XIV con Piura?

En 1985, mientras preparaba su tesis doctoral, Prevost fue enviado a la misión agustiniana de Chulucanas, en Piura, donde permaneció hasta 1986. Los agustinos están presentes hasta la actualidad en las tres provincias altas del departamento de Piura —Ayabaca, Huancabamba y Morropón—, en donde Prevost trabajó de forma cercana con las comunidades locales en su rol de vicario parroquial y canciller diocesano.