Fotógrafo trujillano revivió el especial momento cuando el papa León XIV le regaló una cámara: “Yo me sorprendí”

Los valores de Robert Prevost, el nuevo Sumo Pontífice de nacionalidad peruana, ha dejado huella en las personas que compartieron con él, especialmente en el norte del país, donde su influencia y dedicación a la fe católica marcaron un legado perdurable

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(Video: Exitosa)

El fotógrafo trujillano Jorge Montoro compartió detalles inéditos sobre su relación con Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, y mostró la cámara fotográfica que le obsequió el Sumo Pontífice durante su tiempo en Perú. Montoro, quien conoció al ahora Papa cuando este era sacerdote en Trujillo, recordó con emoción el gesto que perdurará en su memoria.

En una entrevista con Exitosa Noticias, Montoro relató cómo se forjó su relación con Prevost, quien le regaló la cámara durante su permanencia en la Parroquia Santa Rita de Cascia, un lugar fundado por él mismo. Según recordó, “siempre iba a todas las misas que oficiaba en todos sitios. Lo saludaba, le pasaba la voz, ‘hola Coco’ me decía, porque él conocía a mi mamá, que es la que ayuda en la iglesia”. Fue en una de esas misas cuando el sacerdote le hizo el sorprendente obsequio.

“Un día, cuando termina su misa, y yo como siempre voy, me ve allí y me dice: ‘esto es para ti’. Yo me sorprendí, ‘gracias, padre’, le dije”, comentó Montoro, visiblemente emocionado al recordar el momento. El fotógrafo destacó que la cámara era diferente a las que él tenía, pues “esta es una buena cámara. Claro, si es japonesa, es de metal y está conservadita, pues no, sí se nota”, agregó, subrayando la calidad del regalo.

El gesto de Prevost dejó una huella en Montoro, quien añadió: “Me sorprendí porque así me dijo. No pensaba que me iba a regalar algo tan significativo”. La cámara, que ahora tiene un valor histórico, es un recuerdo tangible de su amistad con el nuevo Pontífice, quien en su momento mostró un trato cercano y afectuoso con los miembros de su comunidad en Trujillo.

Vecinos recuerdan la bondad y dedicación de Robert Prevost: “Él dio una parte de su herencia”

La cámara, que ahora tiene
La cámara, que ahora tiene un valor histórico, es un recuerdo tangible de su amistad con el Papa. Composición: Infobae Perú

Además de esta anécdota, María Yopla, una vecina cercana al sacerdote, también recordó la dedicación de Prevost a la construcción de la parroquia. Según relató, “él dio una parte de su herencia, de su dinero, para construir esto, para avanzar”, destacando el compromiso personal del sacerdote con el bienestar de la comunidad. María enfatizó que, cada vez que regresaba a Perú, lo primero que hacía era visitar la parroquia para orar por todos los fieles del lugar.

Por su parte, el padre Ramiro, quien fue amigo y compañero de Prevost durante los diez años que este pasó en Trujillo, también destacó sus cualidades. “Era muy exigente con nosotros. Aquí vivíamos, compartíamos la misa todos los días y también nos trasladaba hacia un seminario que él mismo manejaba”, explicó el padre, subrayando la formación integral que Prevost promovía en la comunidad religiosa local.

A medida que surgen más relatos de su tiempo en Perú, la figura de Robert Prevost sigue siendo recordada con cariño, especialmente en el norte del país, donde su influencia y dedicación a la fe católica dejaron un legado perdurable. Ahora, como Papa León XIV, sus amigos y fieles esperan con ansias su próxima visita oficial a Perú.

Así fueron los primeros años de Robert Prevost, el papa León XIV, en Perú: su amor por la comida norteña

Robert Prevost, papa León XIV, y la última entrevista que dio en Perú antes de viajar al Vaticano. Canal N

Robert Prevost, hoy conocido como papa León XIV, vivió sus primeros años en Perú con una gran adaptación a la cultura local, a pesar de que inicialmente no dominaba el español. En sus primeros tiempos en el país, su español era limitado, pero con el paso de los años logró perfeccionarlo, dominando con destreza varios idiomas, incluidos inglés, italiano, francés y portugués. Su amor por el país, sin embargo, fue inmediato, especialmente por la gastronomía norteña, que lo cautivó desde su llegada.

El papa León XIV comenzó su vínculo con Perú a través de la misión agustiniana de Chulucanas, en Piura, en 1985. Allí, pudo apreciar la calidez de las comunidades locales mientras trabajaba en su labor pastoral. Con el tiempo, su destino lo llevó a Trujillo, donde ocupó diversos roles e hizo una profunda conexión con la gente de la región. En su tiempo en el norte, el ceviche, el seco de cabrito y el arroz con pollo se convirtieron en sus platos favoritos. Según el relato de Margarita Flores, una religiosa que trabajó con él, Prevost disfrutaba con gusto de los alimentos típicos de la región, siempre con una sonrisa.

A pesar de ser estadounidense de nacimiento, Robert Prevost mostró un fuerte vínculo con el Perú, tanto que en 2015, obtuvo la nacionalidad peruana, lo que consolidó aún más su cercanía con el país. En su entrevista con Canal N, expresó su cariño por la comida peruana, destacando especialmente el seco de cabrito, uno de los platos más representativos de la región Lambayeque. Su aprecio por la cultura peruana no solo se limitó a la comida, sino también a su integración con las comunidades locales.

En cuanto a su vida personal, Robert Prevost fue recibido con calidez por los habitantes de Chiclayo, quienes lo consideraron uno de los suyos. En sus despedidas, Prevost mencionó que lo que más extrañaría de Chiclayo serían los sabores locales. Margarita Flores recordó que incluso compuso una canción en su honor, una muestra del cariño que le profesaban los peruanos. Así, su amor por la cultura peruana y su dedicación a la misión pastoral en el país dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva de las comunidades que lo conocieron.