
El asma es una enfermedad respiratoria crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, y el Perú no es la excepción. En nuestro país, tanto niños como adultos son especialmente vulnerables debido a factores como la humedad, los cambios bruscos de temperatura y la contaminación ambiental.
Durante el otoño, cuando empieza la temporada de frío, muchas personas experimentan un aumento en cuanto a las enfermedades respiratorias y las crisis asmáticas debido al aire seco y a la mayor presencia de virus respiratorios. Por eso, en el marco del Día Mundial del Asma, es fundamental que los peruanos estemos informados sobre cómo prevenir y controlar el asma, especialmente durante los meses de otoño.
¿Cómo combatir el asma durante el otoño?

El otoño representa un desafío particular para quienes padecen asma. La combinación de temperaturas más frías, aire seco y un aumento en las infecciones respiratorias puede desencadenar crisis asmáticas más frecuentes e intensas. Para reducir el riesgo, se recomienda:
- Evitar cambios bruscos de temperatura: abrigar de manera adecuada a los niños y mantenerse abrigado siendo adulto al salir de casa, especialmente por la mañana y por la noche. Utilizar bufandas para cubrir la boca y nariz ayuda a calentar el aire antes de que entre a los pulmones.
- Mantener los ambientes ventilados pero libres de polvo: durante el otoño, se tiende a mantener las ventanas cerradas, lo que puede favorecer la acumulación de ácaros y moho. Es importante ventilar diariamente los espacios y limpiar con frecuencia alfombras, cortinas y ropa de cama.
- Vacunarse contra la gripe y otras infecciones respiratorias: los virus respiratorios son una causa común de crisis asmáticas. La vacunación anual es una forma efectiva de prevención, especialmente en personas con asma moderada o severa.
- Usar correctamente el tratamiento preventivo: muchos pacientes olvidan o suspenden el uso de inhaladores de mantenimiento (como los corticoides) cuando se sienten bien. Sin embargo, es esencial continuar con el tratamiento según indicación médica para prevenir síntomas.
- Evitar el humo de cigarro y la contaminación: estos factores irritan las vías respiratorias y empeoran el asma. En el hogar, es vital que no se fume y que se eviten productos irritantes como aerosoles o limpiadores fuertes.
- Controlar el ejercicio físico en ambientes fríos: el ejercicio es beneficioso, pero hacerlo en exteriores durante el frío puede desencadenar crisis. Se recomienda calentar antes de ejercitarse y, si es posible, realizar actividades en espacios cerrados y templados.
Asma: bebidas recomendables durante el otoño

Durante el otoño, las bebidas calientes pueden ser aliadas naturales para combatir los síntomas del asma. El té de jengibre es ideal por sus propiedades antiinflamatorias y broncodilatadoras, mientras que las infusiones de manzanilla o menta ayudan a relajar las vías respiratorias.
También es recomendable consumir agua tibia con miel y limón, que suaviza la garganta y reduce la tos. Las bebidas con cúrcuma fortalecen el sistema inmunológico y disminuyen la inflamación. Es importante evitar bebidas frías, azucaradas o con cafeína excesiva, ya que pueden irritar las vías respiratorias y agravar las crisis asmáticas tanto en niños como en adultos.
¿De qué manera afecta el asma a la salud de niños y adultos?
El asma no solo genera molestias respiratorias, sino que puede tener un impacto considerable en la calidad de vida de quienes lo padecen. En niños, puede afectar el rendimiento escolar debido a ausencias frecuentes o dificultades para participar en actividades físicas. En adultos, puede reducir la productividad laboral y provocar fatiga crónica, ansiedad o incluso depresión, especialmente si no está bien controlada.
En casos graves, las crisis asmáticas pueden requerir hospitalización e incluso representar un riesgo de vida. Por ello, es fundamental mantener un plan de acción individualizado y tener siempre a mano los medicamentos de rescate.