
El cardenal peruano Juan Luis Cipriani, sancionado por el Vaticano debido a una denuncia de pederastia, fue fotografiado el lunes pasado mientras compartía un momento distendido con su homólogo italiano Francesco Coccopalmerio, quien estuvo vinculado a un escándalo sexual en 2017.
La imagen, difundida el 28 de abril por RPP, correspondía a la quinta congregación general celebrada en la Santa Sede, en la que los purpurados decidieron que el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco se llevaría a cabo este 7 de mayo en la Capilla Sixtina.
El encuentro entre Cipriani y Coccopalmerio había pasado desapercibido hasta este martes, cuando el periodista Jose Enrique Escardó, primer denunciante del disuelto Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), resaltó el hecho en su plataforma de X (antes Twitter). “Excelente foto que describe una realidad que hay que eliminar de la Iglesia católica”, escribió.
“Cipriani, acusado de abuso sexual a un adolescente y encubrimiento al Sodalicio, conversando en el Vaticano con el cardenal Francesco Coccopalmerio, parte de una fiesta sexual gay en un departamento de su propiedad en el que vive su secretario. Dime con quién andas”, agregó.

En junio de 2017, el diario italiano Il Fatto Quotidiano informó que la policía vaticana fue alertada por denuncias de ruidos molestos a altas horas de la noche en un departamento perteneciente a la Congregación para la Doctrina de la Fe, cercano a la residencia de varios cardenales. Al llegar, encontraron una “fiesta sexual con drogas”.
Los reportes señalaron directamente al monseñor Luigi Capozzi, secretario de Coccopalmerio, quien preside el Consejo Pontificio para los Textos Legislativos. El periódico romano, cuyo despacho fue replicado por medios de todo el mundo, afirmó que el papa estaba “furioso” por la situación. Además, detalló que Capozzi fue trasladado a un centro médico para su desintoxicación y luego enviado a un retiro espiritual, sin posibilidad de ser promovido a obispo.
Días después de la emisión del informe, el portal LifeSiteNews citó a “una fuente vaticana, en el anonimato por temor a represalias”, que sugirió la presencia de Coccopalmerio en el lugar, aunque indicó que fue advertido de que saliera justo antes de la detención, según recogió InfoVaticana.
El mismo medio publicó los descargos del cardenal, quien negó la información de manera rotunda. “Se pueden inventar de todo, incluso decir que fui a la Luna y volví al día siguiente (...) tomaremos nuestras medidas (...) El escándalo es que ciertos periodistas se comporten como verdaderos criminales”, dijo, según esa cita. El Vaticano no emitió ningún pronunciamiento oficial sobre el tema.

Recientemente, Reuters difundió declaraciones de Coccopalmerio sobre informes en redes y un medio italiano que afirmaban que el cardenal Pietro Parolin, favorito para el cónclave, había tenido un susto de salud y requería tratamiento médico. “Este fue un claro intento de penalizar a Parolin”, afirmó el purpurado, uno de los pocos que se ha mostrado cercano a Cipriani.
Otros purpurados, como el colombiano Jorge Enrique Jiménez, arzobispo emérito de Cartagena, han comentado que no ha dicho “ni una palabra” sobre la criticada presencia de su homólogo peruano. De manera similar, el salvadoreño Gregorio Rosa Chávez comentó al Corriere della Sera que se trata de “un problema que se conoce bien, pero como no es elector (Cipriani tiene más de 80 años), se quedará fuera” de la elección papal.
Por su parte, el cardenal peruano Pedro Barreto, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, afirmó que la denuncia por pederastia que enfrenta Cipriani “desacredita su idoneidad para estar en el colegio cardenalicio”.
A pesar de la sanción penal impuesta por Francisco, el purpurado fue visto con sus paramentos eclesiásticos ante el féretro del papa, en su tumba y en las reuniones previas al cónclave, en una de las cuales se discutieron temas relacionados con los abusos.
Respuesta del Vaticano
La Santa Sede ha reconocido que la presencia del prelado peruano ha generado un escándalo previo al cónclave, pero no especificó si tomará medidas por posibles actos de desobediencia a Francisco.
El portavoz Matteo Bruni, quien fue consultado al respecto durante tres días, indicó que todos los purpurados pueden participar en las congregaciones generales y que no hay información adicional sobre el caso. “Sí, se ha conocido. Si no se ha tomado ninguna decisión sobre este tema, cada uno deberá sacar sus propias conclusiones”, concluyó.