
El 13 de abril de 2025, Mario Vargas Llosa, uno de los literatos más destacados de Perú, falleció dejando un vacío profundo en la literatura mundial. En una entrevista íntima, su hijo mayor, Álvaro Vargas Llosa, compartió detalles conmovedores sobre sus últimos momentos y la decisión de su padre de no recibir un homenaje oficial por parte del gobierno de Dina Boluarte.
La voluntad de Mario Vargas Llosa
Una de las decisiones que más sorprendió fue la negativa de Mario Vargas Llosa a aceptar un homenaje oficial del gobierno peruano. Según Álvaro Vargas Llosa, la razón de esta postura fue clara y directa: “Las disposiciones de mi padre fueron que no quería una ceremonia oficial”, expresó al diario El Comercio.
Esta fue una de las últimas voluntades del escritor, que prefirió que su memoria se mantuviera alejada de la política.
A pesar de la negativa, la presidenta Dina Boluarte se comunicó con la familia la misma noche del fallecimiento para ofrecer un homenaje oficial. “Ella lo entendió, me contó que decretaría el duelo nacional al día siguiente y que las banderas serían izadas a media asta en el país”, recordó Álvaro.
Además, la presidenta preguntó si podía hacer acto de presencia en el velorio privado, a lo que la familia respondió afirmativamente, agradeciendo el gesto.

Últimos momentos y despedida privada
Durante sus últimos días en Lima, Mario Vargas Llosa estuvo rodeado de su familia en un ambiente de recogimiento y reflexión. Álvaro reveló que su padre solía dar paseos privados por los rincones de Lima que le habían inspirado en su obra literaria.
“Elegíamos lugares significativos de sus novelas y recorríamos la ciudad. Para él, era una manera de recordar y revivir sus propias historias”, explicó a El Comercio.
Estas caminatas, sin embargo, no eran simples paseos. La familia tomaba precauciones para evitar que el escritor fuera reconocido por la multitud, ya que su delicado estado de salud no permitía alteraciones. “Los hacíamos casi en clandestinidad. Elegíamos horas y detalles, como la vestimenta, para evitar que lo reconocieran en la calle”, detalló Álvaro.

Una despedida íntima con la familia
A pesar de residir en Madrid, Mario Vargas Llosa pasó sus últimos meses en Lima, rodeado por el afecto de su familia. Durante ese tiempo, sus hijos y su esposa viajaron constantemente para acompañarlo en ese difícil proceso.
“Estuvimos con él todo el tiempo posible. Cada uno de nosotros vivió esa etapa final de manera muy íntima, con diálogos de despedida”, afirmó Álvaro, quien destacó los emotivos y cercanos que fueron los momentos vividos junto a su padre.

Reflexión final sobre un legado eterno
La muerte de Mario Vargas Llosa marcó un fin, pero su legado perdurará por siempre. A través de sus novelas, el autor dejó una huella imborrable en la literatura mundial.
Su decisión de no recibir homenajes oficiales refleja una vida que siempre buscó mantenerse al margen de lo político, pero siempre comprometida con la cultura y el arte.
El adiós del Nobel de Literatura se dio en la intimidad de su familia, sin los reflectores de la política, tal como él lo había querido. Un homenaje personal y discreto, tal como fue su vida.
