
La madrugada del 2 de mayo, seis internos escaparon del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación Juvenil, conocido como Maranguita, lo que puso en evidencia las graves fallas de seguridad en el sistema penitenciario. Las autoridades están investigando para esclarecer las circunstancias de la fuga y determinar la responsabilidad de los implicados. Aunque no se descarta la posible colaboración de trabajadores del centro, una pista sugiere que la peligrosa banda criminal “Antitren” pudo haber tenido un rol clave en el plan de escape.
Se sabe que los seis fugados son de nacionalidad venezolana, tres de ellos menores de 17 años. Uno de los delincuentes había sido recluido en Maranguita por su participación en un confuso asesinato ocurrido en octubre del año pasado en Los Olivos. Videos de cámaras de seguridad ubicadas en las calles cercanas al centro juvenil muestran la frialdad y coordinación con la que los delincuentes actuaron. En las imágenes, se observa a los fugitivos caminando cerca de un patrullero, sin que los agentes a bordo detectaran nada sospechoso.

Un hallazgo curioso en la escena fue una gorra tirada en la vereda, bordada con el nombre del centro y con un dibujo hecho a lapicero rojo: una pistola, junto con las palabras “Antitren” y “catire”, este último, el nombre de un conocido delincuente venezolano, líder de la facción criminal.
Esta pista refuerza la preocupación por la infiltración de esta banda en los centros penitenciarios para menores, y plantea una nueva pregunta: ¿por qué algunos de estos delincuentes, ya mayores de edad, seguían internados en Maranguita?
Según expertos en seguridad, las mafias criminales estarían reclutando a menores de edad para llevar a cabo sus operaciones, como extorsiones y asesinatos por encargo. El ‘Antitren’ está implicado en denuncias por extorsión a transportistas y viviendas.

La fuga causó un terremoto al interior del Ministerio de Justicia. Como primera medida se dispuso la reorganización de los centros juveniles, pero se cuestiona la permanencia de Eduardo Arana al mando del sector.
Traslado de internos de Maranguita a centros de alta seguridad
Como parte de una estrategia nacional para reforzar la seguridad en los centros juveniles, un grupo de 29 adolescentes considerados de alta peligrosidad fue trasladado desde Maranguita a centros de alta seguridad. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh), tiene como objetivo prevenir nuevos intentos de fuga y garantizar que los jóvenes en conflicto con la ley puedan cumplir con su proceso de rehabilitación y reintegración social.
El operativo fue dirigido por el Programa Nacional de Centros Juveniles (Pronacej), responsable de la gestión de estos establecimientos. Francisco Naquira Cornejo, director ejecutivo de Pronacej, explicó que esta acción forma parte de un plan nacional destinado a fortalecer la seguridad en los centros juveniles del país. Además, detalló que la estrategia incluye inspecciones sorpresivas en los nueve centros juveniles de diagnóstico y rehabilitación a nivel nacional.
El traslado de los internos se realizó un día después de la fuga de seis jóvenes de Maranguita. Según se informó, los fugados utilizaron una soga improvisada para escapar, lo que evidenció fallas en los protocolos de seguridad del centro. El Minjusdh subrayó que estas medidas no solo buscan evitar nuevos incidentes, sino también garantizar que los adolescentes involucrados en delitos cumplan con su proceso de resocialización en condiciones adecuadas.
El operativo de traslado y las inspecciones realizadas son parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno para abordar los desafíos en el sistema de justicia juvenil. Estas acciones reflejan el compromiso de asegurar que los centros juveniles cumplan su función rehabilitadora, al tiempo que se refuerzan las medidas de seguridad para evitar incidentes como el ocurrido recientemente
