Relaciones de pareja: ¿cuál es la diferencia entre fidelidad y lealtad?

La fidelidad y la lealtad son conceptos fundamentales en una relación amorosa, pero su significado puede variar de una pareja a otra

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¿Puede alguien ser fiel pero
¿Puede alguien ser fiel pero no leal? ¿Es posible ser leal y no necesariamente fiel (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsa), los problemas y discusiones de pareja se encuentran asociados a múltiples factores dentro de la relación como la pérdida de afecto, falta de comunicación efectiva, expectativas no cumplidas, falta de límites, pérdida del respeto, rutina, así como diversos estresores.

Pero no cabe duda que uno de los conflictos más frecuentes y dolorosos en las relaciones amorosas es la infidelidad. Cuando alguien rompe el acuerdo implícito o explícito de exclusividad afectiva y/o sexual, se genera una crisis en la confianza de la pareja.

En general, muchas personas tienen una idea clara de lo que significa la fidelidad y lo que consideran una traición. Sin embargo, cuando se habla de lealtad, el panorama se vuelve más difuso y complejo. ¿Puede alguien ser fiel pero no leal? ¿Es posible ser leal y no necesariamente fiel? Comprender la diferencia entre estos dos conceptos puede ayudar a construir vínculos más conscientes, sólidos y respetuosos en la vida en pareja.

¿Qué es la fidelidad en la pareja?

La fidelidad en una relación amorosa se refiere, tradicionalmente, al cumplimiento de un compromiso de exclusividad afectiva, romántica y/o sexual con la pareja. Implica no mantener relaciones íntimas con otras personas fuera del vínculo acordado. En muchos casos, la fidelidad está ligada a normas culturales o acuerdos explícitos entre los miembros de la relación.

La fidelidad está relacionada con
La fidelidad está relacionada con la confianza y el respeto de los límites acordados (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estos son algunos ejemplos de fidelidad:

  • No tener relaciones sexuales o coquetear con otras personas si se ha acordado una relación monógama.
  • No mantener conversaciones románticas secretas con terceros por redes sociales.
  • No ocultar encuentros que podrían interpretarse como una traición emocional.

La fidelidad se basa en acciones visibles o comprobables y está relacionada con la confianza y el respeto de los límites acordados. Romper estos acuerdos puede considerarse infidelidad, incluso si no hay una relación sexual de por medio, como en el caso de una conexión emocional oculta con otra persona que no es la pareja.

¿Qué es la lealtad en la pareja?

La lealtad, por otro lado, va más allá de los actos visibles. Es una actitud interior de compromiso, respeto y cuidado hacia el otro, que se mantiene incluso cuando no hay testigos o reglas explícitas. Ser leal implica actuar en beneficio de la relación, defender a la pareja en su ausencia, ser coherente entre lo que se dice y se hace, y mantener la integridad del vínculo incluso en situaciones difíciles.

Estos son algunos ejemplos de lealtad:

  • Defender a tu pareja cuando alguien la critica injustamente, aunque ella no esté presente.
  • No hablar mal de tu pareja a terceros como forma de desahogo.
  • Apoyarla en momentos difíciles, aunque no siempre estés de acuerdo con sus decisiones.
  • No traicionar su confianza contando cosas privadas a otras personas.
Un ejemplo de lealtad es
Un ejemplo de lealtad es apoyar a tu pareja en momentos difíciles (Imagen Ilustrativa Infobae)

La lealtad se vincula con la intención y la calidad del compromiso emocional. Se puede ser leal incluso dentro de relaciones abiertas o poliamorosas, donde la fidelidad se define de otras maneras. Así, una persona puede tener múltiples vínculos amorosos pero mantenerse leal a los principios acordados con cada pareja.

¿Cuál es la diferencia entre fidelidad y lealtad en la pareja?

La principal diferencia entre fidelidad y lealtad es que la fidelidad se refiere a conductas observables y pactadas, mientras que la lealtad es un compromiso más profundo, ético y emocional, que muchas veces no está regulado por normas externas, sino por valores internos.

Por ejemplo, una persona puede ser fiel (no engañar sexualmente a su pareja), pero no leal si habla mal de ella a sus espaldas o no la apoya en momentos importantes. Sin embargo, otra persona puede no ser fiel en términos estrictamente sexuales (por ejemplo, en una relación abierta), pero ser profundamente leal al cuidar, respetar y priorizar la conexión emocional y los acuerdos establecidos.

La fidelidad, entonces, puede romperse por un acto puntual; la lealtad se ve comprometida por una falta de coherencia en el comportamiento general hacia la pareja.