Un ambiente festivo se transformó en una tragedia el pasado sábado 26 de abril en el distrito de La Perla, en el Callao, cuando una mujer fue asesinada a sangre fría mientras participaba de una pollada familiar en la puerta de su vivienda.
El crimen, perpetrado por dos sicarios que se desplazaban en una motocicleta, generó una profunda preocupación entre los vecinos de la zona, quienes viven atormentados por la creciente ola de violencia.
La víctima, identificada como Jessica Graciela Cáceres Palacios, de 50 años, fue atacada de forma brutal a plena luz del día. Testigos del hecho relataron cómo los delincuentes, tras llegar a la cuadra 2 de la calle Tarata, no dudaron en abrir fuego contra la mujer, disparándole repetidamente.
Ella, quien se encontraba en el evento social junto a su familia y amigos, intentó huir al escuchar los primeros disparos, pero fue alcanzada rápidamente por las balas.
El asesinato ocurrió en una zona residencial, donde el evento de la pollada estaba en pleno desarrollo. La tranquilidad de la tarde se vio interrumpida por el ruido ensordecedor de los disparos, lo que causó pánico entre los asistentes.
Tras llegar a la escena del crimen, la Policía Nacional del Perú (PNP) encontraron el cuerpo de Jessica Cáceres tendido en el suelo, sin vida, y comenzaron con las investigaciones correspondientes.
Las autoridades han señalado que la principal hipótesis que manejan es que el asesinato de Cáceres responde a un ajuste de cuentas. La mujer contaba con antecedentes policiales y una requisitoria pendiente por presunto homicidio, lo que ha llevado a los investigadores a considerar que su muerte podría estar relacionada con actividades delictivas previas. Sin embargo, este dato aún está siendo analizado por la PNP.
Tras el crimen, la pollada fue suspendida de inmediato, y los vecinos, conmocionados por el hecho, prefirieron no hacer declaraciones a la prensa. Según los reportes, tanto los familiares de la víctima como los habitantes de la zona han optado por mantenerse en silencio, temerosos de posibles represalias.
Este hecho refleja la desbordante inseguridad que atraviesa la provincia constitucional, que a pesar de estar bajo un estado de emergencia, sigue siendo escenario de crímenes violentos.
Jessica Cáceres, quien en vida había sido conocida en la comunidad, ahora es el rostro de una problemática que parece no tener fin en el Callao. La muerte de la mujer se suma a una serie de hechos de violencia que han azotado la zona en los últimos meses, exacerbando la preocupación de los residentes, quienes exigen más acciones concretas por parte de las autoridades para frenar la ola de inseguridad.
Este asesinato no solo ha dejado consternada a la comunidad, sino que también ha reavivado el debate sobre la eficacia de las políticas de seguridad implementadas en el Callao.
A pesar de los esfuerzos por reducir la criminalidad, como el estado de emergencia prorrogado por el poder Ejecutivo, los crímenes violentos siguen ocurriendo con alarmante frecuencia.
En este contexto, los vecinos de La Perla hicieron un llamado a las autoridades para que intensifiquen su presencia en las calles y tomen medidas más eficaces para combatir la delincuencia.
Por su parte, la Policía Nacional del Perú continúa con las diligencias correspondientes para esclarecer los hechos y dar con los responsables del asesinato. Aunque la investigación está en curso, la hipótesis de un ajuste de cuentas parece ser la más fuerte hasta el momento. No obstante, las autoridades siguen abiertas a otras líneas de investigación.
