
La decisión del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, de cerrar la Plaza de Armas para la boda de la empresaria Alejandra Baigorria y el exfutbolista Said Palao ha generado una ola de críticas entre ciudadanos y políticos, que ven “amiguismo” en la medida.
Una de las primeras voces en cuestionar la disposición fue la congresista Susel Paredes, especialmente porque el padre de la novia, Sergio Baigorria, es alcalde de Chaclacayo por Renovación Popular, partido fundado por López Aliaga.
“Cerrar un espacio público central como la Plaza Mayor por un familiar de tu compañero de partido es la peor forma de hacer política y de gobernar nuestra ciudad. Prebendas y amiguismo. Lima no merece esto”, anotó la parlamentaria en X, antes Twitter, al hacer eco de los reproches de una usuaria.
En marzo pasado, Alejandra Baigorria había anticipado que el alcalde limeño se ofreció a casarla debido a su cercanía con su familia. “Lo que pasa es que todo se va a hacer en el Centro de Lima, y como mi papá lo conoce, él también me conoce a mí, y se ofreció”, declaró entonces en una entrevista en América Televisión.

La Municipalidad Metropolitana de Lima abrió sus puertas este sábado alrededor de las 14:00 horas para la boda civil, que fue presidida por López Aliaga, quien también posó junto a los invitados, en su mayoría vinculados al mundo del espectáculo.
Por su parte, el exlegislador Yonny Lescano señaló que, según la Ley Orgánica de Municipalidades (LOM), los alcaldes tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad ciudadana. “El incapaz López Aliaga solo baila con payasitos, engaña, entrega dádivas y sorprende con sus trolls a los vecinos”, añadió en la misma red social donde la boda fue ampliamente comentada.
Los cibernautas criticaron a la autoridad por centrarse en eventos sociales, mientras la capital enfrenta problemas de inseguridad y crimen organizado. “López Aliaga haciendo todo menos trabajar por Lima”, anotó otro usuario. Algunos comentarios fueron aún más contundentes y lo acusaron de actuar “al margen del libre tránsito” y de intentar congraciarse con sus amigos y partidarios.
“Cerrar la Plaza de Armas para el matrimonio de la hija de un aliado político no es gestión, es abuso de poder. La ciudad no es su chacra, señor”, anotó el actor Renato Medina-Vassallo.
El periodista José Enrique Escardó, primer denunciante de los abusos del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), también se unió a las críticas y calificó la gestión de López Aliaga como excluyente y centrada solo en sus allegados. “El socio del Sodalicio no es un buen alcalde. No gobierna para todos, sino solo para sus amigos y los que están de su lado. Un buen alcalde deja de lado sus intereses y preferencias personales y busca el bien común, sin excluir ni descartar a nadie”, afirmó.
“No soy figureti”
A inicios de abril, el burgomaestre recibió al influencer Noel Goes Crazy en el Palacio Municipal, donde bailó y grabó un video que fue difundido en su cuenta oficial de TikTok, a pesar de que él mismo ha señalado que es un “alcalde gerente, no un alcalde figureti”.
Noel Robinson, de 23 años y origen nigeriano-alemán, grabó contenido en la Plaza de Armas de la capital, donde se acercó a un policía y a un agente del serenazgo antes de fingir robarles una carpeta y bailar al ritmo de la canción ‘Calm Down’ de Rema y Selena Gómez, un tipo de broma conocido en TikTok como “trend”.
La visita del tiktoker ocurrió un mes después del encuentro entre López Aliaga y el streamer estadounidense Speed, quien llegó al Perú como parte de una gira por Latinoamérica. A diferencia de otras autoridades, el alcalde limeño le brindó una recepción casi protocolar.
Tras esa cita, López Aliaga realizó una transmisión en vivo con el creador de contenido Andy Merino, conocido como Zein, anfitrión de Speed durante su estadía. Estos encuentros con figuras digitales han alimentado especulaciones sobre una eventual candidatura presidencial del burgomaestre en las elecciones generales de 2026.