
La presidenta Dina Boluarte no habla con la prensa, característica que comparte con su predecesor Pedro Castillo. Durante los últimos seis meses ha evitado las preguntas de los medios de comunicación y no ha visitado un set de televisión o cabina de radio. En su lugar, ha optado por atacar a los medios de comunicación.
Los ministros de Estado aseguran que la mandataria mantiene contacto con la población a través de los discursos que brinda durante sus actividades oficiales, mensajes a la Nación y actualizaciones sobre la lucha contra la inseguridad ciudadana, actividad que el gobierno llamó “Cuarto de guerra”. Sin embargo, ningún periodista ha tenido la oportunidad de formularle una pregunta.

“No hay condiciones para que dé declaraciones”, fue la justificación del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. “No hay decisión para que ella ahora mismo dé declaraciones de ese tipo, pero es una decisión que tenemos que respetar también”, agregó. En la misma línea se encuentra el ministro de Educación Morgan Quero, quien destacó que Boluarte constantemente brinda discursos.
En cada inauguración de alguna escuela, la mandataria se dirige a los estudiantes, profesores y personal de las instituciones educativas y aprovecha para abordar algunos temas de coyuntura y cuestionar a sus críticos. “Se dará seguramente ese espacio y, si no, creo que estamos recibiendo el mensajes de la presidenta en sus discursos”, afirmó Quero.

“Hay que hacer una reflexión profunda por qué es que se dejó de hacer (responder a la prensa). En un inicio se hizo, pero luego empezaron una serie de situaciones y coyunturas que llevaron a terminar una relación tóxica con la prensa, cosa que nunca quisimos y no se quiere. Por eso, tengamos fe”, dijo el canciller Elmer Schialer en una reciente entrevista con Exitosa Noticias.
Cuestiona a la prensa
La presidenta Dina Boluarte responsabilizó a los gobiernos anteriores y a la prensa por el incremento de la delincuencia en el país. Durante la presentación del programa “Obras por Impuestos – Alianza por la Seguridad”, señaló que decisiones tomadas en el pasado permitieron el ingreso de ciudadanos extranjeros que, según ella, hoy están involucrados en actos criminales. Además, criticó a los medios de comunicación, afirmando que estos ejercen presión sobre el Ejecutivo y que “los noticieros nos quieren acribillar y arrinconar”.

Esta no ha sido la única vez que Boluarte ha responsabilizado a la prensa por su distanciamiento. En eventos anteriores, ha declarado que su “mejor comunicación” es su sonrisa y las obras realizadas, desestimando las críticas por su falta de diálogo con periodistas. Estas declaraciones han generado cuestionamientos sobre la transparencia y el acceso a la información en su gobierno. Analistas y expertos en comunicación política han señalado que la estrategia de Boluarte podría estar afectando la percepción pública de su gestión, al limitar los canales tradicionales de información y depender exclusivamente de plataformas digitales, lo que podría excluir a sectores sin acceso a internet.
Una de sus últimas interacciones con la prensa fue cuando recibió las preguntas de algunos periodistas durante un evento en Palacio de Gobierno. Representantes del gremio periodístico cuestionaron que la jefa de Estado haya preguntado el nombre y medio para el que cada hombre y mujer de prensa trabajaba y lo apuntara en una libreta.
En un intento por ampliar sus canales de comunicación, la jefa de Estado nombró a un vocero oficial de su gobierno. Este dio detalles de sus labores, atendió algunas críticas, pero repitió la actitud de la mandataria de culpar a la prensa por las crisis que agobiaron al gobierno. Sus apariciones se redujeron luego de terminar vinculado en el escándalo de Qali Warma.