Quién fue ‘Mosca Loca’: el narco que intentó sobornar al presidente para dominar el negocio de la droga en Perú

Desde su influencia en el narcotráfico hasta su atrevido intento de negociar con el gobierno, la historia de ‘Mosca Loca’ revela las conexiones entre el crimen organizado y el poder político en el Perú de los 80’s

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Guillermo Cárdenas, conocido como 'Mosca Loca', es uno de los nombres más sombríos en la historia del narcotráfico peruano, cuya influencia llegó hasta los pasillos del poder político y judicial. Youtube: Bocadillo 2.0

El enigmático narcotraficante peruano Guillermo Cárdenas Dávila, conocido como ‘Mosca Loca’, ha sido una figura clave cuya historia sigue siendo objeto de controversia en el país. En su ascenso como uno de los narcotraficantes más peligrosos de la región, Cárdenas no solo construyó un imperio del crimen, sino que también desafió al poder político, lo que intensificó la peligrosidad de su figura. Su oferta de pagar la deuda externa del Perú a cambio de inmunidad en sus actividades ilegales es uno de los episodios más impactantes de la historia del narcotráfico en el país.

A pesar de sus múltiples intentos de evadir la justicia y su conexión con altos funcionarios, ’Mosca Loca’ terminó siendo capturada y, en 1984, murió violentamente en un motín dentro de la prisión. Su historia no solo refleja la creciente influencia del narcotráfico en la política peruana, sino también las complicidades que facilitaron la expansión de su imperio

Un narcotraficante con contactos de alto nivel

Guillermo Cárdenas Dávila, conocido en el mundo del crimen como ‘Mosca Loca’, comenzó su carrera criminal a principios de la década de 1970 en la región de Loreto. En ese entonces, Perú era un punto clave para el cultivo de hoja de coca, base fundamental para la producción de cocaína. Según diversas investigaciones de la época, Cárdenas habría comenzado a fabricar y distribuir cocaína, abasteciendo a narcotraficantes colombianos, y especialmente al Cartel de Cali. Su relación con este cartel le permitió consolidar su poder y expandir sus operaciones en diversas zonas del país.

La audaz propuesta de Guillermo
La audaz propuesta de Guillermo Cárdenas para salvar su imperio del narcotráfico puso en evidencia la estrecha relación entre crimen y política en el Perú. Foto: Clave Enigma

Su ascenso no pasó desapercibido para las autoridades peruanas, que en 1973 lo acusaron de producir pasta básica de cocaína en Tingo María, un centro neurálgico del narcotráfico en la región. Sin embargo, pese a las evidencias y las acusaciones, Cárdenas fue absuelto de los cargos. Esta decisión levantó sospechas de que el narcotraficante tenía vínculos ocultos con el sistema judicial, lo que abrió un camino para su expansión sin mayores obstáculos.

La conexión con la política peruana

Una de las características más sorprendentes de ‘Mosca Loca’ fue su capacidad para establecer relaciones con figuras políticas de alto nivel. Durante su carrera criminal, Cárdenas no solo financió campañas de algunos congresistas, sino que también mantuvo estrechos lazos con figuras del sistema judicial y la Policía Nacional del Perú. Entre los nombres que se mencionan en diversas investigaciones destaca el del senador Eduardo Yashimura Montenegro, quien, en 1978, admitió haber defendido públicamente a Cárdenas en un juicio por tráfico de drogas en la ciudad de Tarapoto. Además, el senador reconoció haber recibido apoyo financiero de Cárdenas para su campaña política.

La cercanía de ‘Mosca Loca’ con el poder político y judicial en Perú fue un factor crucial para el éxito de sus operaciones. Los vínculos con estos sectores le otorgaron la protección necesaria para seguir traficando con impunidad, y su capacidad para sobornar a funcionarios públicos lo convirtió en una pieza clave en el tráfico de drogas de la región.

El ofrecimiento de pagar la deuda externa

El encuentro entre el presidente
El encuentro entre el presidente Fernando Belaúnde Terry y el empresario estadounidense Henry Ford II dio inicio a la operación de la planta de ensamblaje de Ford, clave en la industria automotriz de la región hasta 1971. (Repositorio USIL)

En un giro que parece salido de una película, ‘Mosca Loca’ intentó sobornar al presidente Fernando Belaúnde Terry en un acto de audacia que sorprendió a todos. En 1980, Cárdenas, ya conocido por su poder y su influencia, le ofreció al gobierno peruano una propuesta insólita: pagar la deuda externa del país, que en ese entonces ascendía a aproximadamente 17 millones de dólares, a cambio de ser liberado y dejarlo traficar sin restricciones. La propuesta era clara: a cambio de su apoyo económico, Cárdenas exigía inmunidad total para sus actividades ilícitas.

A pesar de sus esfuerzos y el poder de sus conexiones, el presidente Belaúnde Terry rechazó rotundamente la oferta. Este episodio, sin embargo, subraya la magnitud de la influencia que Cárdenas había alcanzado, al punto de ofrecer una solución tan radical para liberar a un país endeudado.

La captura y muerte en prisión

Finalmente, tras varios intentos de eludir la justicia, Guillermo Cárdenas fue arrestado el 6 de octubre de 1980. Aunque la Corte Suprema lo declaró inocente y ordenó su liberación, el fiscal de la Nación de esa época, Gonzalo Ortiz de Zevallos, impidió su salida, temiendo las repercusiones que podría tener la liberación del narcotraficante. A pesar de las defensas legales que tenía Cárdenas, y su habilidad para manipular el sistema, la justicia logró atraparlo en un momento crítico de su carrera.

La presión del tiempo llevó
La presión del tiempo llevó a los amotinados a actos extremos. El asesinato de rehenes marcó un giro macabro en el motín de El Sexto. (GEC)

El 27 de marzo de 1984, ‘Mosca Loca’ murió durante un motín en el penal El Sexto, donde cumplió su condena. El motín fue protagonizado por otros reos, quienes tomaron a varios civiles como rehenes. Durante la operación de rescate, que involucró un tiroteo violento, Cárdenas fue asesinado por los amotinados, quienes tenían rencillas con él debido a su posición de poder dentro de la prisión. Se dice que fue degollado durante el enfrentamiento, un final violento para un hombre que, a lo largo de su vida, había hecho todo lo posible para escapar de las autoridades.