
Una fábrica sin licencia que producía jabones y detergentes falsificados fue intervenida por autoridades en San Antonio de Huarochirí. Allí se incautaron 15 toneladas de productos adulterados, insumos y maquinaria, además de detener a tres personas. La intervención fue encabezada por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud, junto al Ministerio Público y la Policía Nacional del Perú (PNP).
El local, operado bajo el nombre de “Distribuidora Alessandra” y ubicado en la avenida El Sol Mz. BL Lote 8C, funcionaba de manera clandestina. Según explicaron los especialistas, los productos eran elaborados sin cumplir ninguna condición sanitaria básica.
Luis Costilla, miembro del Equipo Contra el Comercio Ilegal de la Digemid, detalló que los responsables mezclaban jabones y detergentes importados con sal y luego los envasaban en empaques falsos con marcas reconocidas. Estos productos eran luego distribuidos en Lima y otras regiones del país, simulando ser de origen legítimo.

El método no solo era fraudulento, sino también riesgoso. El especialista advirtió que esta manipulación, sumada al almacenamiento inadecuado, puede generar efectos adversos en quienes los utilizan. “Encontramos detergentes destinados a ropa de bebé”, alertó, haciendo hincapié en el peligro que representa este tipo de productos para la población más vulnerable.
Se reportó que el contacto con estos detergentes falsificados podría ocasionar dermatitis, intoxicaciones o reacciones alérgicas. La situación se vuelve más preocupante si se considera que muchos de estos artículos terminan en mercados donde las condiciones de venta no permiten identificar fácilmente si son originales o no.
Medicamentos adulterados en pleno Cercado de Lima
En paralelo, cuatro puestos del centro comercial El Hueco, en el Cercado de Lima, fueron intervenidos por comercializar medicamentos falsificados. Se decomisó tonelada y media de productos adulterados y se detuvo a cinco personas.
Los estantes de estos locales ofrecían productos de higiene y belleza a simple vista, pero lo que realmente escondían eran cajas y frascos de supuestos medicamentos de alta rotación. Entre lo decomisado había antigripales, anticonceptivos, antibióticos, antiinflamatorios, antipiréticos, y medicamentos de uso abortivo o para el manejo del dolor. Muchos de estos productos no contaban con autorización sanitaria o eran copias ilegales de marcas reconocidas.

La Digemid, el Ministerio de Salud y la PNP advirtieron que este tipo de comercio ilegal tiene redes de distribución amplias que alcanzan mercados, boticas informales y ferias. La intervención en El Hueco se dio tras una investigación que rastreó la procedencia de medicamentos adquiridos en diversas zonas de Lima.
A raíz de estos operativos, el Ministerio de Salud recomendó a la población adquirir productos de higiene y medicamentos únicamente en establecimientos formales. En caso de malestar tras el uso de estos artículos, se sugiere acudir de inmediato al centro de salud más cercano.
Asimismo, se recordó que las personas pueden denunciar, de forma virtual y anónima, cualquier punto de venta de medicamentos, dispositivos médicos o productos sanitarios ilegales a través del portal web de la Digemid.
Declaratoria de alerta amarilla

De otro lado, el Minsa anunció que la alerta amarilla seguirá activa en todos los establecimientos médicos del país a lo largo de la Semana Santa 2025, con el propósito de garantizar una respuesta rápida y eficiente ante posibles emergencias que puedan surgir durante el periodo de alta movilización ciudadana. Esta medida preventiva se enmarca dentro de la Resolución Ministerial N.º 111-2025/MINSA, que prioriza el fortalecimiento del sistema de atención sanitaria frente al aumento de riesgos asociados con el desplazamiento masivo y la mayor actividad en espacios públicos típicos de estas fechas.
El anuncio fue respaldado por David Aponte Jurado, titular de la Dirección General de Gestión del Riesgo de Desastres y Defensa Nacional en Salud (Digerd), quien destacó que la activación de la alerta amarilla es parte estratégica de un enfoque preventivo diseñado para enfrentar situaciones críticas. Según Aponte Jurado, los establecimientos de salud se encuentran debidamente preparados para atender emergencias que afecten la salud pública, tales como accidentes de tránsito, intoxicaciones alimentarias, incendios, disturbios u otros eventos que puedan presentarse durante el feriado largo.