
La reciente cancelación masiva de visas en Estados Unidos ha dejado a un grupo de peruanos en situación de alerta. Las nuevas medidas adoptadas por la administración de Donald Trump han afectado a cientos de personas con visas de residencia temporal, quienes han recibido la sorprendente noticia de la revocación de sus permisos sin previo aviso.
Esta acción ha generado gran preocupación dentro de la comunidad peruana en EE. UU., que ahora se enfrenta a la incertidumbre sobre las implicaciones legales de la medida y cómo afectará su permanencia en el país. Con la revocación de visas en aumento, muchos se preguntan qué consecuencias traerá esta decisión para su futuro migratorio.

EE. UU. revoca visas a cientos de estudiantes internacionales
En las últimas semanas, cientos de estudiantes internacionales en EE. UU. se han visto sorprendidos por la cancelación de sus visas, a pesar de tener toda la documentación en regla. La medida se ha dado en el contexto de una mayor represión contra la inmigración por parte del gobierno de Donald Trump, que incluye detenciones sin previo aviso y la implementación de un grupo de trabajo cuyo objetivo declarado es combatir el antisemitismo en los campus universitarios.
Según CNN, más de 600 estudiantes internacionales, profesores e investigadores de 90 universidades en todo el país han tenido sus visas revocadas, una cifra que sigue en aumento.

¿Por qué se revocaron las visas a los estudiantes extranjeros?
De acuerdo con la información de entidades gubernamentales y portales estadounidenses, los estudiantes que vieron revocadas sus visas se habrían manifestado en contra de Israel debido al conflicto de Palestina. La revocación de visas se basa en una interpretación de la ley que otorga al gobierno de EE. UU. la autoridad para anular el estatus migratorio de individuos cuya presencia o actividades puedan afectar la política exterior del país.
Aunque los estudiantes internacionales disfrutan de derechos civiles bajo la Constitución, el gobierno considera que su visa es un “privilegio” que puede ser cancelado por razones de seguridad nacional o por violar las condiciones de la visa, como trabajar sin autorización o participar en actividades políticas.

Durante su campaña, Trump advirtió que revocaría las visas de estudiantes “extranjeros radicales antiestadounidenses y antisemitas” que participaran en movimientos contrarios a los intereses de EE. UU., una medida que parece haberse materializado con la cancelación masiva de visas.
¿Qué pasará con el estatus migratorio de estos estudiantes?
La revocación de visas ha dejado a muchos estudiantes internacionales en EE. UU. en una situación legal incierta. Aunque los titulares de visas F-1 están protegidos por la Primera Enmienda, que garantiza la libertad de expresión, su estatus migratorio sigue siendo temporal, lo que significa que incluso una sospecha infundada puede llevar a su expulsión. En muchos casos, las revocaciones se han basado en sospechas más que en hechos verificables.
Cabe precisar que, la cancelación de visas generalmente requiere una entrevista consular y una justificación formal de los motivos. Sin embargo, el Departamento de Estado puede notificar la revocación por correo electrónico o, más comúnmente, no notificarla en absoluto, simplemente actualizando los sistemas gubernamentales. Si el estudiante ya se encuentra en EE. UU., su visa puede seguir siendo válida, a menos que un juez de inmigración dictamine lo contrario. Esto genera incertidumbre sobre su capacidad para viajar, cambiar de estatus o permanecer en el país.

Este tipo de medidas, que afectan a cientos de estudiantes sin que exista una razón clara o comprobada, ha hecho recordar la “Prohibición Musulmana” de la era Trump, que resultó en la anulación de más de 60.000 visas. Los estudiantes afectados ahora enfrentan el reto de entender sus opciones legales y determinar si pueden impugnar la revocación de sus visas.
Sin embargo, el proceso sigue siendo incierto, lo que mantiene a muchos en un limbo migratorio mientras intentan encontrar una solución. La falta de información clara sobre el futuro de su estatus migratorio deja en vilo tanto a los estudiantes como a sus familias.