
En los pasillos del Hospital Regional Docente Clínico Quirúrgico Daniel Alcides Carrión, en Huancayo, los frascos de suero fisiológico comenzaron a escasear. No se trata de una situación aislada ni producto del azar: el desabastecimiento de este insumo básico se encuentra documentado por la Contraloría General de la República, que lanzó una advertencia sobre los riesgos que implica esta carencia para la atención de los pacientes. La falta del suero al 0.9% se volvió crítica luego de la inmovilización de un lote defectuoso proveniente de Medifarma y de la demora en aprobar un nuevo proceso de compra.
La advertencia, recogida en el Informe de Orientación de Oficio n.° 020-2025-OCI-2814-SOO, evaluó los hechos entre el 1 y el 7 de abril de 2025. En ese periodo, el hospital apenas disponía de 400 frascos de un litro, cantidad entregada por la Red de Salud Valle del Mantaro como medida de emergencia. Este lote solo podía cubrir la demanda diaria del centro médico, que atiende a cientos de personas, muchas de ellas en estado crítico. Ante la insuficiencia del stock, el personal del hospital se vio forzado a recurrir a una medida extrema: pedir a los familiares de los pacientes que compraran el insumo por su cuenta.
La comisión de control constató este hecho mediante diversas actas. La falta de respuesta oportuna por parte del área de Logística agravó el escenario. Al 4 de abril, el hospital todavía no había aprobado el Formato n.º 05, documento clave para avanzar con la adquisición del cloruro de sodio inyectable. Mientras tanto, los pacientes permanecían a la espera de un tratamiento que debería estar garantizado por el sistema de salud pública.
Riesgos por almacenamiento inadecuado

El informe también evidenció una situación preocupante con respecto a los productos inmovilizados. Sin un área adecuada para su almacenamiento, las cajas del suero defectuoso fueron colocadas en los pasadizos del hospital. Allí, llegaron a apilarse en diez niveles, ignorando las indicaciones del fabricante, que establecen un máximo de seis. Esta decisión no solo expuso el producto a posibles daños, sino que comprometió la seguridad de trabajadores, pacientes y visitantes.
“El hospital no cuenta con un ambiente apropiado para almacenar los medicamentos inmovilizados”, advirtió la Contraloría. La acumulación desordenada de cajas entorpece el tránsito en las áreas comunes, incrementa el riesgo de caídas y colapsos, y convierte a los pasillos en zonas de peligro. Este tipo de manejo pone en evidencia carencias estructurales que van más allá de la falta de insumos médicos.
A este panorama se suman los problemas relacionados con el control del stock. La Contraloría detectó que el hospital no tiene mecanismos eficientes para registrar ni verificar físicamente los productos paralizados. Como resultado, se encontraron discrepancias entre los datos registrados en el sistema y la cantidad real disponible. Esta situación incrementa el riesgo de extravíos o uso indebido del medicamento.
“Existen inconsistencias entre el sistema de control y lo verificado en el almacén”, señala el documento oficial. En un contexto donde cada frasco de suero puede significar la diferencia entre una atención oportuna y una complicación médica, este tipo de fallos administrativos terminan afectando directamente a los pacientes.
La Contraloría solicitó al director del hospital tomar medidas inmediatas. “Debe adoptar acciones preventivas y correctivas, dentro de sus competencias, para asegurar la continuidad del proceso y el correcto uso de los recursos públicos”, indica el informe.
¿Qué es el suero fisiológico y por qué se utiliza?

El doctor Omar Neyra, consultado por Infobae Perú, explicó que el suero fisiológico es una solución de agua destilada con cloruro de sodio en una concentración del 0.9%. Es un producto de uso frecuente en hospitales, utilizado para hidratar pacientes, limpiar heridas y mezclar con otros medicamentos. “Es uno de los productos farmacéuticos más básicos y simples de preparar”, afirmó el especialista.
Además, su composición lo hace compatible con el organismo humano, ya que simula la osmolaridad del plasma sanguíneo. Debido a esto, su empleo es frecuente en intervenciones médicas de distinta índole, desde el manejo de deshidrataciones hasta el soporte en tratamientos intravenosos.