El programa Wasi Mikuna llegó a su punto final. La decisión fue tomada en Palacio de Gobierno y oficializada con la publicación del Decreto Supremo N.º 006-2025-MIDIS, una norma que no solo pone fin a un esquema de alimentación escolar comunitaria, sino que también declara en emergencia todo el servicio alimentario destinado a millones de estudiantes en el país. El detonante: múltiples casos de intoxicación en centros educativos públicos, registrados en distintas regiones, al inicio del año escolar.
Desde hace semanas, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) se convirtió en blanco de críticas. Las familias exigían respuestas, los gremios docentes alertaban sobre deficiencias en la cadena de distribución de alimentos y las direcciones regionales de salud emitían informes con resultados preocupantes.
“La prestación del servicio alimentario presenta una serie de limitaciones estructurales que se acumulan y persisten en el tiempo, lo cual excede la posibilidad de corrección mediante ajustes operativos”, sostiene el Memorando N.º D000205-2025-MIDIS-VMPES, emitido por el Viceministerio de Políticas y Evaluación Social. Ese documento sirvió de base técnica para justificar la extinción del programa.
La medida no es aislada. Forma parte de un rediseño integral que busca introducir nuevos esquemas de atención alimentaria, con modalidades alternativas como subvenciones económicas directas, un modelo que ya se viene aplicando a modo de plan piloto en tres regiones.
Una decisión que impacta a 4.2 millones de escolares

Wasi Mikuna, el programa creado en 2012 como sucesor de Qali Warma, estaba destinado a proveer alimentación a estudiantes de instituciones públicas a través de comités comunales y modelos de cogestión. Su cobertura alcanzaba a más de 4 millones de escolares a nivel nacional. Ahora, ese esquema pasará a ser reemplazado progresivamente por nuevas modalidades.
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social será la entidad encargada de diseñar e implementar las alternativas. Así lo señala el artículo 2 del Decreto Supremo: “El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social dicta las medidas excepcionales para garantizar una transición ordenada y resguardar la vida, seguridad alimentaria y la salud de la población escolar”.
Además, se establece que el servicio alimentario seguirá funcionando hasta el 31 de diciembre de 2025, periodo durante el cual regirá la declaratoria de emergencia.
Intoxicaciones escolares y pérdida de confianza

Durante los primeros meses del año, padres de familia en Piura, Ayacucho, Loreto y otros departamentos reportaron casos de intoxicación vinculados al consumo de alimentos distribuidos en el marco del programa. Algunos menores fueron internados con síntomas como vómitos, dolores estomacales y fiebre. Las autoridades sanitarias identificaron fallas en la cadena de almacenamiento y distribución.
En respuesta a estos incidentes, el Midis reconoció que existía un riesgo sanitario grave. “Se requieren tomar medidas de urgente e inmediata atención a fin de salvaguardar la salud de los niños y niñas que vienen recibiendo el servicio alimentario”, advirtió el Memorando N.º D000269-2025-MIDIS-VMPS, firmado por el Viceministerio de Prestaciones Sociales.
Según fuentes del sector, una de las principales dificultades era la falta de supervisión directa sobre los productos entregados por terceros. Los informes técnicos concluyeron que la modalidad de entrega basada en raciones y productos, bajo un modelo de cogestión, no podía garantizar estándares mínimos de calidad.
Nuevos modelos en marcha

Mientras Wasi Mikuna entra en un proceso de cierre administrativo, el Midis comenzó a implementar modalidades alternativas de entrega alimentaria. Una de ellas es la transferencia directa de dinero a las familias, con el objetivo de que estas puedan adquirir alimentos por su cuenta bajo ciertas condiciones y controles.
“Estamos rediseñando e implementando nuevos modelos de atención del servicio de alimentación escolar”, señaló el Midis en un comunicado, en el que también se anunció la participación activa de padres de familia en la fiscalización del proceso.
Estas medidas serán formalizadas mediante resolución ministerial, y deberán incluir criterios que garanticen “la calidad, inocuidad, salubridad, valor nutritivo y pertinencia cultural” de los alimentos, de acuerdo al decreto oficial.
Una comisión de transferencia y el cierre operativo

La desactivación del programa no se realizará de manera inmediata. Según el Decreto Supremo, se dispone la conformación de una Comisión de Transferencia que se encargará de gestionar el traslado de recursos presupuestales, bienes, archivos, activos y pasivos del Programa Nacional de Alimentación Escolar Comunitaria Wasi Mikuna al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.
Este grupo de trabajo debe instalarse en un plazo máximo de cinco días hábiles desde la entrada en vigencia de la norma. Su labor será clave para garantizar que no se interrumpa la atención a los estudiantes beneficiarios durante el proceso de transición.
El artículo 2.3 del decreto indica que se aprobará también la extinción de las modalidades de entrega basadas en productos y raciones “a partir del momento en que se implementen los nuevos mecanismos”. Esto implica que las operaciones bajo el antiguo formato continuarán únicamente de manera transitoria y hasta que los nuevos esquemas estén listos para su ejecución.