
Se defiende y desmiente a Medifarma. El exoperario Roy Chávez Llican rompió su silencio y rechazó las acusaciones de Guillermo Arboleda, director corporativo de la empresa productora del suero defectuoso, quien lo acusó de ser uno de los responsables. En entrevista con Punto Final, reveló que fue obligado a firmar una carta de renuncia y hacerse cargo de las imputaciones.
Sus declaraciones se dan luego de que Arboleda, culpara a Chávez de no encender el reactor necesario para el proceso y de tomar una muestra equivocada de otro tanque. Según dijo, esto ocasionó que los 180 kilos de cloruro de sodio usados en la fórmula no se diluyeran adecuadamente en los 20 mil litros de agua requeridos. Como resultado, la solución quedó completamente descompensada: mientras algunos envases presentaron una deficiencia de sodio, otros alcanzaron hasta 60 veces más la cantidad permitida, volviéndose mortales para los pacientes.
“El operario era Roy Chávez. Él tomó la muestra que no correspondía y permitió que pasara directamente al área de envasado sin la mezcla final realizada”, afirmó Arboleda.
En respuesta, luego de ser detenido preliminarmente el miércoles 9 de abril por orden de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa de Santa Anita y liberado después de 72 horas, aseguró que solo cumplió con enviar las muestras requeridas, manteniendo que no tiene injerencia en los procesos posteriores. “Si hay una no conformidad con el suero, esa no es mi responsabilidad. Me obligaron a renunciar, me pusieron una carta de renuncia y me imputaron todos estos hechos”, indicó.

Agregó que sí prendió el tanque reactor y que es mentira que haya tomado una muestra distinta: “Yo envío la muestra del tanque que corresponde a control de calidad de proceso productivo. No está en determinación mía aprobar los procesos o resultados, está fuera de mis manos, no tengo injerencia".
Entre las grandes diferencias, ambos concuerdan con que la muestra pasó a la zona de envasado, donde tampoco se logró detectar esta supuesta manipulación. De acuerdo al reportaje, por procedimiento, se cogen muestras aleatorias del suero y se llevan a control de calidad. Ese día, la operación estuvo a cargo de Alex Gamarra, quien se encuentra en la clandestinidad.
Según Medifarma, él menciona que las muestras eran no conformes, pero decide por voluntad propia no comunicarlo y tomar muestra de otra botella que no era del lote correspondiente. No obstante, su jefa directa, Evelyn Lizbeth Chura Bardales, tampoco logró detectar esta supuesta manipulación.
Tras el escándalo y las muertes confirmadas, el laboratorio recurrió al sistema Auditrail, un software que registra las operaciones del control de calidad. Sin embargo, según la propia empresa, dicho sistema no formaba parte del protocolo oficial por restricciones normativas, algo que afirman cambiarán a futuro.

“Estamos incluyendo que dentro del file final que aseguramiento de calidad debe tener para liberar los productos el váucher del software para poder estar conforme con la información que se presenta y queda grabada”, mencionó el vocero al dominical.
¿Qué otras personas están implicadas?
De acuerdo a Hildebrandt en sus trece, la estructura jerárquica completa, con nombres y cargos de quienes participaron en cada etapa del proceso alcanza a, al menos, 17 personas, entre operarios, supervisores, jefes de planta y directivos. De ellas, solo Roy Chávez y Alex Gamarra fueron despedidos por Medifarma. El resto sigue vinculado a la empresa o no ha sido sancionado.
En los documentos entregados al Ministerio Público figura la estructura jerárquica completa de quienes participaron en cada etapa del proceso. Aparecen, por ejemplo, Lisbeth Cajaleón Figueroa, jefa de sección de control de calidad, y Silvia Idaurre Medina, jefa del área de control de calidad, quien coordinó con el personal que realizó las pruebas. Ninguna de ellas figura como investigada ni sancionada, a pesar de que en su área se omitieron registros clave.
La cadena también involucra a altos mandos. La gerente general, Elba Lau Félix, avaló los resultados a pesar de que los datos eran contradictorios. Los registros muestran que durante todo el proceso no se elevaron alertas, se omitieron datos y el producto fue liberado para su distribución sin observaciones.