
El estilo de vida actual, marcado por largas horas frente a pantallas y una reducción significativa de la actividad física, ha impactado directamente en la salud visual de millones de personas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2050, se prevé que la mitad de la población mundial sufra de miopía, una afección visual que ha ido en aumento debido al sedentarismo y al uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Un problema global en crecimiento
De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Visión de la OMS, unas 2,200 millones de personas padecen algún tipo de deficiencia visual o incluso ceguera. Este escenario preocupa a los especialistas, quienes advierten sobre el rol que juega la vida sedentaria en el deterioro de la salud ocular. Un estudio publicado en JAMA Network Open revela que por cada hora adicional de uso de pantallas, el riesgo de desarrollar miopía aumenta en un 21%, lo que pone de manifiesto la necesidad de adoptar hábitos saludables que contrarresten estos efectos.
Recomendaciones para una buena salud visual
Frente a esta problemática, la médico oftalmólogo y asesora científica de Laboratorios Lansier, Marleni Mendoza, ha compartido una serie de recomendaciones esenciales para cuidar la salud visual, especialmente en un contexto donde el sedentarismo y la exposición constante a dispositivos digitales son parte de la rutina diaria de muchas personas.
Luz natural, un aliado olvidado
Una de las principales sugerencias de la especialista es aprovechar la luz natural. “Exponerse a la luz del día al menos dos horas diarias ayuda a reducir la fatiga ocular y prevenir la progresión de la miopía”, afirma Mendoza. También recomienda evitar el uso prolongado de pantallas en espacios con iluminación tenue, ya que esto obliga a los ojos a trabajar más para enfocar y puede causar cansancio visual.

Aplicar la regla 20-20-20
Otra estrategia efectiva para contrarrestar el impacto del uso continuo de pantallas es aplicar la regla 20-20-20. Consiste en, cada 20 minutos, mirar un objeto a una distancia de 20 pies (aproximadamente seis metros) durante 20 segundos. Esta práctica sencilla permite que los ojos se relajen y evita que se sobrecarguen, lo cual es clave para prevenir molestias como visión borrosa, fatiga y dolor de cabeza.
No olvides parpadear
El parpadeo es un acto involuntario pero crucial para mantener los ojos lubricados. Mendoza advierte que el uso constante de pantallas reduce la frecuencia del parpadeo, lo que puede derivar en sequedad ocular e irritación. Por ello, se recomienda hacer pausas para cerrar los ojos durante unos cinco segundos y, si es necesario, utilizar lágrimas artificiales.

Ejercicios visuales y postura adecuada
Realizar ejercicios visuales, como mover los ojos suavemente en círculos o alternar la mirada entre objetos cercanos y lejanos, también puede contribuir a mantener un buen enfoque y flexibilidad ocular. Asimismo, mantener una postura correcta frente al computador o celular es vital: la pantalla debe estar a la altura de los ojos y a una distancia mínima de 50 centímetros. El uso de sillas ergonómicas puede ayudar a mantener una buena alineación corporal y evitar tensiones musculares que afecten indirectamente la vista.
La actividad física también protege los ojos
Además de los cuidados específicos para la vista, incorporar actividad física regular en la rutina diaria tiene un impacto positivo en la salud visual. Caminar, hacer ejercicio o practicar deportes al aire libre no solo combate el sedentarismo, sino que mejora la oxigenación de las estructuras oculares, lo que ayuda a mantener su buen funcionamiento.
Visitas regulares al oftalmólogo
Por último, Mendoza enfatiza la importancia de las revisiones oftalmológicas periódicas, al menos una vez al año, incluso si no se presentan síntomas. En el caso de los niños, la detección temprana de problemas visuales es clave para evitar dificultades en el aprendizaje y el desarrollo.
“La exposición a la luz natural y la realización de actividades que impliquen enfocar objetos a diferentes distancias son beneficiosas para la salud ocular”, recalca la especialista. En un contexto donde niños, adolescentes y adultos están expuestos constantemente a pantallas digitales, adoptar estos hábitos saludables puede marcar una diferencia significativa en la prevención de afecciones visuales futuras.
Un cambio necesario
El sedentarismo y el uso excesivo de pantallas ya no son una novedad, sino una realidad que afecta a millones de personas en el mundo. Sin embargo, la implementación de prácticas sencillas y efectivas, como las recomendadas por expertos, puede ayudar a reducir el impacto negativo de este estilo de vida en nuestra visión. Cuidar los ojos no debe ser una preocupación solo cuando aparecen los síntomas, sino una prioridad en nuestra rutina diaria.