El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, minimizó el paro de transportistas que inició a primeras horas de hoy jueves 10 de abril, paro con el que se exige al Gobierno de Dina Boluarte y al Congreso medidas efectivas e inmediatas ante la ola de extorsiones y asesinatos que sufre el sector.
“Hubiera querido que los diálogos de ayer en la noche y de días anteriores hubiera prosperado y hubiera podido persuadir a nuestros transportistas de que esta no es la mejor manera de luchar contra el crimen. Paralizar un país...exagero, paralizar la provincia de Lima y Callao le siginifica muchísimo dinero al Estado, dinero que además necesitamos para combatir la delincuencia”, dijo Adrianzén en entrevista con Radio Nacional.
En esa línea, el jefe del gabinete aseveró que los paros deben “tener un caracter excepcional y cuando no hasta único” También reafirmó que “no nos ayuda contra la delincuencia la paralización”, aunque afirmó que desde el Gobierno respetan la medida.
“Tengo que felicitar que hasta ahora no hay ningún acto de violencia significativo. El paro es pacífico como se habían comprometido los transportistas. Y algo muy importante, ellos se han preocupado de alejar cualquier pretensión de utilización política en su manifestación. Es un paro absolutamente gremial que respetamos. Confiamos en que el diálogo va a continuar y que ellos van a ver como nosotros progresamos con estas medidas”, agregó el premier.
Paro de transportistas se acata desde primeras horas
Desde las primeras horas de este jueves 10 de abril, el transporte público en Lima y Callao se ha visto paralizado debido a un paro convocado por la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra) y respaldado por diversos gremios del sector. La medida, que afecta a miles de usuarios, tiene como objetivo exigir soluciones inmediatas frente a la creciente inseguridad y los actos de extorsión que enfrentan los conductores y las empresas de transporte. El paro se extenderá durante 24 horas, dejando a gran parte de la población sin acceso a los servicios habituales de buses, cústers y combis.
Más de 460 empresas y 12 gremios de transporte urbano formal se han sumado a esta protesta, lo que ha generado un impacto significativo en la movilidad de la capital peruana y su puerto principal. Entre las líneas que han suspendido sus operaciones se encuentran Tumi, que conecta Puente Piedra con Puente Alipio, y Sol de Oro, que opera entre Zapallal y Atocongo, además de Etuchisa. Estas empresas, junto con otras, han decidido detener sus actividades como una forma de visibilizar la gravedad de la situación que enfrentan.
El presidente de Anitra, Martín Valeriano, explicó que la decisión de convocar al paro responde a la falta de acciones concretas por parte del gobierno para combatir la inseguridad que afecta al sector. Según detalló, desde septiembre de 2024, más de 15 conductores han sido asesinados en ataques relacionados con extorsiones perpetradas por bandas criminales. Estas organizaciones exigen pagos a las empresas de transporte bajo amenazas de violencia, lo que ha generado un clima de temor e incertidumbre entre los trabajadores.
El líder gremial señaló que los asesinatos y atentados no solo afectan a los conductores, sino que también ponen en riesgo a los pasajeros y a las comunidades que dependen del transporte público. “No podemos seguir operando bajo estas condiciones. Necesitamos que las autoridades tomen medidas inmediatas para garantizar nuestra seguridad”, afirmó Valeriano.
Producto del paro de transportistas, los usuarios han buscado otros medios para llegar a sus destinos, como el Metro de Lima y corredores de Metropolitano. La Policía Nacional del Perú dispuso que buses transporten a los ciudadanos desde puntos estratégicos.