Perú cae a su nivel más bajo en Progreso Social, según el IPSM 2025

El país experimenta un declive notable en su desempeño social, marcando un retroceso significativo en áreas como la seguridad, el acceso a servicios básicos y la infraestructura, lo que refleja desafíos estructurales sin resolver desde 2020

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Perú cae al puesto 84
Perú cae al puesto 84 en el Índice de Progreso Social Mundial 2025, reflejando un retroceso de 16 lugares desde 2019. REUTERS/Sebastian Castaneda

Según el último informe del Índice de Progreso Social Mundial (IPSM) 2025, publicado por el Social Progress Imperative en colaboración con Centrum PUCP y la ONG Hombro a Hombro, Perú ha alcanzado su peor posición histórica, ocupando el puesto 84 entre 170 países evaluados, con una puntuación de 67.61 sobre 100. Este resultado marca un declive constante desde 2020, cuando Perú alcanzó su máximo histórico de 68.30 puntos y el puesto 68 a nivel mundial.

Este retroceso se refleja en problemas estructurales que las políticas públicas actuales no han logrado resolver, lo que demuestra la urgencia de replantear las estrategias para garantizar una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos. La caída de 16 puestos en solo cinco años es alarmante, y desde 2019 el país muestra un estancamiento, con una pérdida de avances clave en áreas fundamentales como la seguridad personal, el acceso al agua potable y la calidad de los servicios públicos.

El impacto de la crisis sanitaria de 2020

La crisis sanitaria global de 2020 parece haber exacerbado la caída en el progreso social de Perú. Mientras que muchos países se enfocaban en la reactivación social y económica tras la pandemia, Perú no logró recuperar los avances en áreas claves como la seguridad ciudadana, la educación y los servicios básicos. En particular, la dimensión de Necesidades Básicas Humanas fue una de las que más retrocedió, ocupando Perú el puesto 101 globalmente, con indicadores muy bajos en temas como el acceso a agua potable y saneamiento (puesto 104) y la seguridad personal (puesto 114).

El descenso de Perú en
El descenso de Perú en el IPSM 2025 resalta graves deficiencias en áreas como seguridad personal y acceso a servicios básicos. (IPSM)

Beatrice Avolio, directora de Centrum PUCP, subraya la importancia de abordar estos problemas: “Este resultado es un llamado de atención a todos los organismos públicos y privados. No debemos ignorar este retroceso. Es importante priorizar estrategias que garanticen una mejora sostenible en la calidad de vida de los ciudadanos. El progreso social debe ser el eje central de las políticas de desarrollo en nuestro país”.

Por su parte, Luis Del Carpio Castro, director de Programas de Centrum PUCP, destaca que las políticas públicas recientes se han centrado principalmente en la recuperación económica, dejando en segundo plano el bienestar social. “Es vital equilibrar la recuperación económica con políticas efectivas orientadas al bienestar social”, afirma.

Desafíos estructurales en las políticas públicas

El IPSM 2025 revela que, a pesar de los esfuerzos por mejorar la situación económica del país, los aspectos clave del desarrollo social, como la seguridad ciudadana y el acceso a servicios básicos, no han recibido la atención adecuada. La calidad de los servicios públicos y la estabilidad institucional siguen siendo problemáticas, lo que refleja una gestión pública que no ha logrado responder a las necesidades de la población más vulnerable.

La crisis sanitaria de 2020
La crisis sanitaria de 2020 ha influido en la caída continua de Perú en el índice de progreso social. (IPSM)

Retos globales para el progreso social

A nivel global, el IPSM también muestra un estancamiento del progreso social desde 2020. El puntaje promedio global en 2024 fue de 64.02, apenas un aumento de 5 puntos respecto a 2011, lo que refleja una desaceleración considerable. Factores como las crisis en los sistemas sanitarios, las crecientes desigualdades educativas, las limitaciones a la libertad de expresión y los retrocesos en los derechos civiles han afectado negativamente los resultados del progreso social en varias regiones del mundo.

De hecho, la mayoría de la población mundial (86%) vive en países cuyo progreso social está estancado o en retroceso. Estos problemas globales son reflejo de la dificultad para abordar de manera efectiva los retos sociales y ambientales que atraviesa el mundo en la actualidad.

Liderazgo de Chile en la región

En América Latina, Chile sigue siendo el líder regional en términos de progreso social, con una puntuación de 79.49 y el puesto 36 a nivel mundial. Le siguen de cerca Uruguay y Costa Rica, con 79.26 y 79.02 puntos, respectivamente. En contraste, Venezuela se encuentra al final de la región, ocupando el puesto 110 con 58.33 puntos, lo que subraya las deficiencias graves en su desarrollo social.

Las tres dimensiones del IPSM

El IPSM se estructura en tres dimensiones clave: Necesidades Básicas Humanas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidad. Cada una de estas áreas considera varios indicadores que miden la capacidad de un país para satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos, garantizar el bienestar a través de la infraestructura adecuada y crear oportunidades que permitan a las personas alcanzar su máximo potencial.

El puntaje de Perú en
El puntaje de Perú en el IPSM 2025, 67.61, marca el peor desempeño histórico del país en este indicador global. (IPSM)
  • Necesidades Básicas Humanas evalúa aspectos fundamentales como la nutrición, el acceso al agua potable, la vivienda, la seguridad personal y los cuidados médicos básicos.
  • Fundamentos del Bienestar mide el acceso a conocimientos básicos, información y comunicaciones, salud y bienestar, y la calidad ambiental.
  • Oportunidad abarca áreas como los derechos civiles, la libertad personal, la inclusión social y el acceso a la educación superior.

El informe del IPSM 2025 es un claro llamado a la acción para mejorar las condiciones de vida de la población peruana. La caída de Perú en el índice refleja la necesidad urgente de que el gobierno y otros actores clave trabajen de manera conjunta para resolver los problemas estructurales que afectan el progreso social. “El retroceso en el IPSM es un claro reflejo de la situación que atraviesa el país. Es imperativo que se desarrollen políticas públicas efectivas que no solo se enfoquen en la recuperación económica, sino también en el bienestar social de todos los ciudadanos”, concluye Del Carpio Castro.