Biólogos descubren una nueva especie de serpiente andina en Perú: un hallazgo que corrige una clasificación errónea de 1945

Fue identificada tras un análisis genético y morfológico liderado por científicos peruanos y de Estados Unidos. El hallazgo revela el potencial oculto de las colecciones científicas y corrige una clasificación taxonómica que se tenía hace 80 años

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Científicos identifican una nueva especie
Científicos identifican una nueva especie de serpiente, Tachymenoides goodallae, en los Andes peruanos, específicamente en Pasco, Junín y Puno, entre los 2,190 y 3,050 m s. n. m. (Andina)

Durante décadas, la cordillera andina es vista como una de las regiones con mayor biodiversidad en el planeta. Sin embargo, no todo lo que habita en sus bosques nubosos y quebradas elevadas ha sido identificado. La ciencia todavía encuentra especies nuevas, algunas ocultas a simple vista, pese a haber sido recolectadas años atrás. Uno de estos casos surgió en Perú, donde una nueva serpiente fue reconocida formalmente por la comunidad científica luego de una rigurosa investigación.

El descubrimiento tiene un valor doble: por un lado, documenta una especie que no había sido descrita antes; por el otro, corrige una clasificación taxonómica que se arrastraba desde hace décadas. El hallazgo se realizó en las regiones de Pasco, Junín y Puno, en zonas ubicadas entre los 2 mil 190 y 3 mil 050 metros de altitud, y fue liderado por el Dr. Edgar Lehr, investigador de la Illinois Wesleyan University, junto al Dr. Cesar Aguilar Puntriano, del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

La nueva especie, llamada Tachymenoides goodallae, lleva el nombre de la reconocida primatóloga y conservacionista Jane Goodall, como una forma de rendir tributo a su labor científica y su activismo ambiental. Según los autores, esta serpiente forma parte de un grupo poco conocido y su reconocimiento solo fue posible gracias a un trabajo detallado que combinó el análisis morfológico con herramientas genéticas.

Un hallazgo respaldado por la evidencia

El nombre de la especie
El nombre de la especie honra a Jane Goodall por su legado científico y ambiental. (A New Species of Tachymenoides (Serpentes: Dipsadidae: Tachymenini) from Peru with Comments on the Taxonomic Status of Galvarinus tarmensis (Walker, 1945)

La descripción de la nueva especie se sustenta en 21 especímenes recolectados en diversas localidades andinas. De ellos, 17 son machos y 4 hembras. El ejemplar tipo, considerado el más representativo, fue hallado en Chacos, dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Yanachaga Chemillén, en la región Pasco.

“Un árbol filogenético de máxima verosimilitud, basado en dos genes mitocondriales (12S y cyt-b) y un gen nuclear (c-mos), muestra que la nueva especie es el taxón hermano de Tachymenoides affinis y distinta de Galvarinus tarmensis”, explicaron los investigadores en el artículo “A New Species of Tachymenoides (Serpentes: Dipsadidae: Tachymenini) from Peru with Comments on the Taxonomic Status of Galvarinus tarmensis (Walker, 1945)”. Este análisis molecular permitió establecer relaciones evolutivas precisas, dejando de lado criterios morfológicos ambiguos que, en ocasiones, habían llevado a clasificaciones erróneas.

En cuanto a sus características externas, Tachymenoides goodallae se distingue por una combinación única de escamas, colores y patrones. Según el estudio, la serpiente presenta escamas dorsales lisas, sin fosas apicales, dispuestas usualmente en series. También cuenta con una escama nasal loreal indivisa, una preocular y dos postoculares. “El ejemplar más largo, un macho, tenía una longitud total de 559 mm”, se detalla en el documento.

Variabilidad en su apariencia

La especie Tachymenoides goodallae fue
La especie Tachymenoides goodallae fue descubierta en los bosques nublados de Pasco, Junín y Puno. Su nombre rinde tributo a la primatóloga Jane Goodall. ("A New Species of Tachymenoides (Serpentes: Dipsadidae: Tachymenini) from Peru with Comments on the Taxonomic Status of Galvarinus tarmensis (Walker, 1945)")

La especie exhibe una notable variabilidad en su coloración, especialmente en la zona ventral. Los investigadores observaron combinaciones que incluyen negro casi uniforme, gris moteado, canela, o tonos grisáceos pálidos con tres franjas longitudinales irregulares. “El dorso y los flancos son de color marrón oliva a marrón grisáceo pálido, con manchas negras y crema dispersas, y sin rayas longitudinales”, precisa el informe.

Algunas hembras analizadas contenían huevos en desarrollo, lo que permite suponer que esta especie se reproduce por oviparidad. “Dos hembras contenían seis y cinco huevos con embriones pequeños”, se indica. Estos detalles, aunque sutiles, ayudan a conocer mejor el ciclo de vida de la especie y sus posibles hábitos reproductivos.

El estudio también resalta un aspecto clave en la taxonomía moderna: muchas especies nuevas no se encuentran necesariamente en el campo, sino en colecciones científicas ya existentes. En este caso, veinte ejemplares de la nueva especie estaban mal clasificados en las colecciones del Museo de Historia Natural. Algunos de ellos figuraban como Tachymenis affinis o Tachymenis peruviana.

Revisión de especies y corrección taxonómica

Junto con el reconocimiento de T. goodallae, los investigadores revisaron el estatus de otra especie que había generado confusión: Tachymenis tarmensis, descrita en 1945 a partir de un único ejemplar hembra recolectado en Tarma. En 2022, esta especie fue trasladada provisionalmente al género Galvarinus, pero el análisis actual revierte esa decisión.

“Nuestra filogenia revela que la asignación tentativa de Tachymenis tarmensis a Galvarinus por Trevine et al. es incorrecta, y la transferimos nuevamente a Tachymenis”, señala el artículo. Con ello, se reafirma la necesidad de integrar datos moleculares en los estudios taxonómicos, especialmente cuando se trata de géneros con morfologías similares.

El hallazgo de Tachymenoides goodallae reafirma el potencial de los Andes peruanos como un centro de diversidad biológica todavía poco explorado. La combinación de factores geográficos, climáticos y ecológicos permite que muchas especies evolucionen de forma aislada, generando un alto nivel de endemismo.