
Reprogramación en marcha. La mina subterránea San Gabriel, ubicada en la localidad de Ichuña, en la región Moquegua, se prepara para iniciar su producción de oro en agosto de este año, según informó Roque Benavides, presidente del directorio de la compañía minera Buenaventura. Este proyecto, considerado un hito para la empresa, busca consolidar su capacidad para descubrir, desarrollar, construir y operar minas en el país.
De acuerdo con declaraciones realizadas por Benavides durante el evento “Buenaventura: Nuevos proyectos mineros”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), el avance general del proyecto alcanzó el 71% al tercer trimestre de 2024. Este progreso se desglosa en un 97% en ingeniería, 100% en procura, 59% en construcción y 80% en trabajos de movimiento de tierra.
El empresario destacó que, aunque el objetivo inicial era comenzar la producción en junio o julio, diversos factores han llevado a que la fecha estimada se traslade a agosto. “Esperamos que en agosto podamos iniciar la producción en San Gabriel. Les insisto a mi gente que debería ser para junio o julio, pero parece que no logramos terminarlo. Sin embargo, estamos avanzando”, afirmó.

Avances en infraestructura y desafíos de San Gabriel
Entre los trabajos en curso, Benavides mencionó la construcción de una presa de agua y una línea de alta tensión, elementos clave para el funcionamiento de la mina. Según explicó, estos componentes han representado retos significativos, pero son esenciales para garantizar el suministro de energía y recursos hídricos necesarios para las operaciones.
El presidente de Buenaventura también hizo referencia a los desafíos sociales que enfrenta el proyecto, particularmente en relación con las comunidades locales. Subrayó la importancia de abordar estos temas con sensibilidad cultural, destacando el uso de idiomas como el quechua y el aymara para fomentar el entendimiento y la colaboración.
Vale mencionar que el oro es por estos días un refugio activo para las provisiones y operaciones de endeudamiento de los inversores más importantes del mundo, ante la inestabilidad internacional de los mercados promovida por las políticas proteccionistas de Trump: su precio supera los US$3.000 la onza.

Compromiso con la sostenibilidad y la energía solar
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su enfoque en la sostenibilidad. Benavides expresó su confianza en que la mina San Gabriel pueda operar al 100% con energía solar en el futuro, aprovechando las condiciones favorables de la región, que cuenta con altos niveles de radiación solar a una altitud de 4.700 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, el empresario explicó que, por el momento, la compañía ha optado por priorizar la construcción de la línea de alta tensión debido a los costos iniciales asociados con la instalación de una planta de energía solar. “Hemos calculado que podríamos tener una planta, pero el capex inicial compite con la construcción de una línea de alta tensión. Entonces, hemos decidido reducir el capex total del proyecto e ir por la línea”, detalló.

San Gabriel: producción y proyecciones
La mina San Gabriel, diseñada como una operación subterránea, tiene una producción anual estimada de entre 150.000 y 160.000 onzas de oro. Según Benavides, este tipo de minería tiene una huella ambiental menor en comparación con las minas a tajo abierto, lo que refuerza el compromiso de Buenaventura con prácticas más responsables y sostenibles.
El proyecto no solo representa un avance significativo para la compañía, sino también una contribución importante al sector minero peruano, que sigue siendo un pilar clave de la economía nacional. Con la puesta en marcha de San Gabriel, Buenaventura busca consolidar su posición como líder en la industria y demostrar su capacidad para desarrollar proyectos innovadores y sostenibles en el país.