
El Perú recuperó dos lingotes de oro valorizados en 834,506.74 dólares, equivalentes a más de tres millones de soles. Las barras, provenientes de una empresa que con un capital social de poco más de 53 mil soles prometía insertarse en el mercado aurífero peruano, fueron incautadas cuando intentaban enviarlas a la India, informó la Quinta Fiscalía Provincial Transitoria de Extinción de Dominio de Lima.
En su defensa, Gold Miner Corporation E.I.R.L., la compañía a la que se le incautaron las barras, de 6.28 y 7.92 kilos, respectivamente, aseguró que el oro tenía procedencia de la concesión “Minas León”. No obstante, la investigación desnudó irregularidades: documentación falsa, inconsistencias contables y, sobre todo, un escandaloso dato que confirmaría el vínculo con actividades ilegales.
En apenas seis meses de operaciones, la empresa había exportado oro por 13 millones de dólares, sin cambiar su capital ni demostrar financiamiento legal, hecho que influyó en que se determine que el oro confiscado tenía nexos con delitos de minería ilegal y lavado de activos.
¿Qué pasará con el oro incautado?
Con la declaratoria de la demanda interpuesta por la Fiscalía como fundada, estos bienes serán ahora transferidos al Estado peruano, representado por el Programa Nacional de Bienes Incautados (Pronabi). Con su creación, este organismo reemplazó a la Comisión Nacional de Bienes Incautados (CONABI).

Esta incautación no es un hecho aislado. En los últimos años, las autoridades peruanas han detectado patrones repetitivos que revelan la magnitud del tráfico de oro en el país. Hace solo un mes, se decomisaron 22.38 kilos de oro doré, valorizados en USD 1′927.141,80. Nuevamente, inconsistencias en la documentación presentada, en ese entonces por la empresa RCA Coropuna E.I.R.L., llevó a la inmovilización del cargamento cuando se intentaba su exportación aérea.
El fiscal adjunto provincial Jorge Elías Castillo Jiménez, encargado de la investigación, recopiló información de diversas entidades públicas y privadas, incluyendo Registros Públicos, Mi Sentinel y la Superintendencia Nacional de Migraciones. Estos datos respaldaron la hipótesis de que las barras de oro podrían estar vinculadas a delitos de lavado de activos y minería ilegal.
En Piura, una de las regiones más golpeadas por la minería ilegal, se reportó el robo de cuatro lingotes de oro valorizados en 2,3 millones de soles que habían sido incautados. En medio de peritajes realizados por la Fiscalía, se descubrió que los lingotes de oro habían sido reemplazados por barras de cobre. A lo que el Banco de la Nación respondió que ellos recibieron todo lacrado y completamente sellado.
El hecho más reciente apunta contra una banda criminal, conformada por al menos siete personas, entre ellas cuatro policías, que intentaron robar de un lingote de oro de seis kilos en el Callao. El hecho ocurrió la madrugada del 30 de marzo y fue frustrado por efectivos de la Marina que brindaban seguridad a la unidad de transporte blindado.

El 44 % del oro ilegal en toda Sudamérica proviene de Perú
El Perú es uno de los países que mayores reservas de oro no explotadas tiene. Este mineral representa uno de los pilares económicos del país, pero también uno de los sectores más vulnerables a la informalidad. Según cifras oficiales, el 44 % del oro ilegal en toda Sudamérica proviene de esta nación y las operaciones suelen estar acompañadas por el deterioro ambiental en zonas de alta biodiversidad, así como conflictos sociales con comunidades impactadas por la minería ilegal.
Para entender el mecanismo detrás de estas redes criminales, especialistas del Ministerio del Ambiente señalan que la cadena se inicia en operaciones de minería no regulada en regiones como Madre de Dios, Puno y La Libertad. Estas extractoras ilegales emplean maquinaria pesada, mercurio y cianuro, dañando suelos y ríos. Posteriormente, el oro ingresa a laboratorios clandestinos, donde los lingotes son fundidos y etiquetados con supuesta legalidad. Esta primera etapa es clave, pues sirve para camuflar el mineral y prepararlo para su envío a mercados internacionales.
En el plano investigativo, las autoridades han trabajado en conjunto con entidades como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para rastrear flujos de dinero que alimentan estas operaciones. Los informes precisan que las empresas fachada, como Gold Miner Corporation, actúan como intermediarios que buscan “blanquear” el oro antes de exportarlo. Estas compañías tienden a registrar operaciones financieras incompatibles con su capital real, burlando controles tributarios y aduaneros.
A pesar de los avances en decomisos e investigaciones, el tráfico ilícito de oro representa un desafío persistente. Desde la aplicación de la Ley de Extinción de Dominio, las autoridades como Pronabi gestionan los bienes recuperados para su aprovechamiento a favor del Estado, ya sea mediante subastas o reasignaciones directas. No obstante, el éxito en estas confiscaciones no necesariamente debilita las redes criminales, quienes constantemente buscan nuevas formas de operar.

¿Cuánto vale un lingote de oro?
El precio del oro ha superado los USD 2.500 por onza troy, lo que sitúa el valor de un lingote de 400 onzas en alrededor de USD 1′000.000. En base al tipo de cambio impuesto por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) (S/ 3,7340 el dolar), el precio estimado de un lingote de oro estándar en el Perú sería de aproximadamente S/ 3′734.000.
En el mercado internacional, el estándar más reconocido es el ‘Good Delivery’, establecido por la London Bullion Market Association (LBMA). Este estándar define que los lingotes de oro deben pesar alrededor de 400 onzas troy (aproximadamente 12,4 kilogramos) y tener una pureza mínima del 99,5%. Sin embargo, existen barras de diversos tamaños y pesos, adaptados a diferentes necesidades de inversión y uso industrial.

¿Cómo identificar barras de oro falsificadas?
En un contexto donde el valor del oro sigue en ascenso y las técnicas de falsificación se vuelven cada vez más sofisticadas, la autenticidad de este metal precioso se ha convertido en un tema de gran relevancia. La adulteración de los lingotes han evolucionado al punto de emplear recubrimientos con finas capas de oro o incluso metales con densidades similares, como el tungsteno, para imitar las propiedades del material genuino. Ante esta problemática, existen métodos accesibles y efectivos que permiten identificar si una barra de oro es auténtica o si se trata de un fraude:
1. Inspección visual
Las barras de oro auténticas suelen llevar grabados específicos que indican su pureza (por ejemplo, “999.9” para oro de 24 quilates), el peso y el nombre de la refinería certificada.
2. Prueba magnética
El oro no es magnético, por lo que al acercar un imán de neodimio, la barra no debería ser atraída. Si muestra alguna reacción magnética, es probable que sea una falsificación.
3. Prueba de densidad
Imagina que tienes dos objetos del mismo tamaño, pero uno es mucho más pesado que el otro. Eso sucede porque algunos materiales son más densos que otros. El oro puro siempre tiene una densidad exacta de 19.32 g/cm³, lo que significa que su peso y su tamaño están perfectamente relacionados. Para comprobar si un lingote de oro es auténtico, se pesa y luego se sumerge en agua para medir cuánto líquido desplaza. Si al calcular la densidad el resultado es menor a 19.32 g/cm³, es probable que no sea oro puro.
4. Prueba del ácido
El oro auténtico no reacciona al ácido nítrico. Para esta prueba, se coloca una gota del ácido en una pequeña zona del lingote. Si la superficie cambia de color o reacciona de alguna forma, es señal de que la barra es falsa.
5. Espectrometría de fluorescencia de rayos X (XRF)
Este es uno de los métodos más precisos y confiables. Mediante la exposición a rayos X, el equipo de espectrometría analiza la composición química del oro sin dañarlo, detectando cualquier metal ajeno en la barra de oro.
6. Prueba de conductividad térmica
El oro es un excelente conductor del calor. Al aplicar calor a la barra, se calentará rápidamente y mantendrá su temperatura por un tiempo. Si se enfría demasiado rápido o se calienta de manera desigual, es probable que contenga otros metales en su interior.