
Pedro Castillo continuará bajo prisión preventiva en el Establecimiento Penitenciario de Barbadillo, ubicado en el distrito de Ate, Lima. Esto se debe a que la Corte Suprema desestimó el recurso de apelación presentado por su defensa, en el que se solicitaba el cese de esta medida y su reemplazo por vigilancia electrónica. La decisión fue tomada por la Sala Penal Permanente, presidida por el juez supremo César San Martín.
El tribunal declaró “infundado” el recurso de apelación interpuesto contra la resolución emitida el pasado 29 de enero por el juez supremo Juan Carlos Checkley, en la cual también se rechazó la solicitud de la defensa de Castillo para sustituir la prisión preventiva por el uso de un grillete electrónico. La Sala Penal Permanente consideró que no había fundamentos suficientes para modificar la medida cautelar.
En su apelación, el abogado del vacado expresidente argumentó que existían nuevos elementos de convicción que justificaban el cese de la prisión preventiva. Entre estos, se mencionaba la posibilidad de que los delitos imputados no se hubieran configurado de la manera planteada por el Ministerio Público. Además, se propuso la implementación de vigilancia electrónica como una medida menos restrictiva que permitiera al exmandatario enfrentar el proceso fuera de prisión.
No obstante, la Corte Suprema concluyó que los argumentos presentados no eran suficientes para modificar la medida cautelar. El tribunal consideró que persistían los riesgos procesales que justificaban la prisión preventiva, como la posibilidad de fuga o la interferencia en el desarrollo del proceso judicial.

Pedro Castillo fue trasladado de emergencia
Aunque no se conoce con precisión si su traslado se dio antes o después de conocerse la decisión del tribunal sobre su apelación, el abogado del exjefe de Estado, Javier Adrianzén, informó que Pedro Castillo fue llevado al hospital de Ate este lunes 7 de abril a las 15:00 horas. Según La República, su movilización desde el penal de Barbadillo se debió a un problema de lumbalgia crónica. Este padecimiento ya había sido reportado anteriormente y, de acuerdo con el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), venía recibiendo atención médica. Las revisiones más recientes indicaban que el dolor de espalda estaba controlado, sin embargo, habría decaído.
En el registro otorgado por su defensa legal se visualiza la salida de una ambulancia, en la que se encontraba el excandidato presidencial de Perú Libre, custodiada por dos camionetas policiales (una adelante y otra detrás) y algunas motos lineales. Vale recordar que el pasado 17 de marzo, el expresidente se encontraba en silla de ruedas, a partir de un fuerte golpe al caerse de la ducha, el cual se reportó días después del inicio de una huelga de hambre autoimpuesta, según información del congresista Roberto Sánchez, quien también se desempeñó como titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú (Mincetur).
Como se recuerda, el proceso penal contra Pedro Castillo se originó tras los eventos del 7 de diciembre de 2022, cuando el entonces presidente anunció la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de emergencia, lo que fue calificado como un intento de golpe de Estado. Este acto desencadenó su destitución inmediata por parte del Congreso y su posterior detención. Desde entonces, Castillo permanece recluido en el penal de Barbadillo, mientras enfrenta diversas acusaciones por parte de la Fiscalía.
La Segunda Fiscalía Suprema Transitoria Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos ha solicitado una pena de 34 años de prisión para Castillo, quien es investigado por presuntos delitos de rebelión, conspiración y abuso de autoridad, entre otros. Según las autoridades, las acciones del exmandatario representaron una amenaza al orden constitucional y a la estabilidad democrática del país.