El exalcalde de la provincia cajamarquina de Huarango, Reyes Fernández Quispe, decidió tomar agua contaminada con mercurio durante una entrevista en vivo para tratar de demostrar que no es posible que este elemento contamine ríos.
Durante un diálogo que mantenía en el programa llamado El Informativo del mediodía, el político afiliado a Renovación Popular vertió mercurio en forma líquida en un vaso con agua para señalar que no se mezclaban. Luego echó un poco del contenido en otro vaso para ingerirlo.
Según Fernández, había hecho esto para “desmitificar todo lo que se miente”. “Esta es una prueba que el señor voluntariamente lo está haciendo”, dijo por su parte el conductor, sorprendido por lo que había presenciado.
“(No se mezcla) porque la densidad del mercurio es 13 veces más pesado que el agua, el plomo es 11, el hierro es siete. Y eso lo entiende cualquier alumno que ha cursado media ya. O cualquier estudiante de algún instituto, de alguna universidad. Los cuerpos, los metales o todo cuerpo se mezcla por su densidad. Entonces, una cosa más densa, más pesada. ¿Cómo es posible que se mezcle con el agua?”, mencionó.

“Pero así el mercurio en estado natural es inofensivo, igual que el plomo. El plomo, por ejemplo, es también tóxico en la sangre, pero para que ingrese hay que ponerle fuego”, añadió.
El entrevistado luego siguiendo haciendo afirmaciones que contradicen al consenso científico. En ese sentido, aseveró que para que este elemento contamine tendría que encontrarse en estado gaseoso, “porque voy a ingerir por las fosas nasales, incluso va a caer a la piel (…). La planta lo come la vaca. Nosotros comemos a la vaca y esas partículas atomizadas ingresan a nuestro cuerpo”.
El mercurio sí contamina
De acuerdo con la Agencia Ambiental Europea, el mercurio no representa ningún riesgo significativo cuando se encuentra contenido por minerales de forma natural en el medio ambiente.
Sin embargo, el problema surge, sostienen, con la actividad humana, la cual libera “grandes cantidades de mercurio que puede seguir circulando libremente durante miles de años”.

En ese sentido, la preocupación principal es que el mercurio y los sedimentos estén presentes en el agua, ya que esta es una forma muy tóxica que los animales pueden ingerir, fácilmente, y de esta manera, llegar a la cadena alimentaria humana.
La Organización Mundial de la Salud ha identificado diez sustancias químicas que constituyen un problema grave para la salud pública, y cuatro de ellos son metales pesados: el cadmio, el mercurio, el plomo y el arsénico, menciona la organización.
Un ejemplo de esto es que en el río Santiago, ubicado en las regiones de Amazonas y Loreto, que enfrenta una grave crisis ambiental y sanitaria debido a la contaminación provocada por la minería ilegal de oro. El uso de dragas para extraer este metal precioso está liberando grandes cantidades de mercurio, un elemento altamente tóxico, en las aguas del río. Esta situación no solo está afectando al ecosistema acuático, sino también a las comunidades indígenas que dependen del río para su subsistencia, como los Wampís, quienes han alzado la voz para exigir medidas urgentes al Estado peruano.
La contaminación por mercurio está teniendo un impacto devastador en la fauna del río, especialmente en los peces, que son una fuente principal de alimento para los habitantes de la región. Además, el agua del río, utilizada para consumo humano, se ha convertido en un peligro para la salud de las comunidades locales. Kukush Pati, un representante de los Wampís, expresó su preocupación al respecto: “Nosotros comemos el pez del río Santiago, tomamos mismo agua del río Santiago. Por eso exigimos muy, muy, muy urgente al Estado, que dé una declaración de emergencia para lograr el buen vivir, sin contaminación del agua, los peces, el aire”.