La injusta y trágica muerte de Kayla, una bebé de solo un año, a causa del suero fisiológico defectuoso de Medifarma ha conmocionado al Perú. Esta tragedia, que ocurrió el 23 de marzo de 2025, no solo ha devastado a los padres de la niña, Miriam Zevallos y Gerson Iparraguirre, sino que también ha destapado graves deficiencias en el sistema de salud del país. Para el experto en salud pública, Omar Neyra, el dolor de los padres y la muerte de la bebé son el resultado directo de un sistema fallido que no protege a sus ciudadanos.
Omar Neyra no dudó en señalar la responsabilidad del gobierno y las autoridades sanitarias ante este suceso. En declaraciones a Exitosa, el especialista subrayó que la Presidenta Dina Boluarte debería pedir perdón públicamente por la negligencia que ha permitido que tragedias como esta ocurran. “La presidenta debería salir a pedir disculpas. Debe decirle a esta mamá que no hizo bien las cosas su gobierno y que pudo haberse salvado la vida de ese bebé”, afirmó.
La negligencia estatal y el fracaso del sistema de salud

Según Omar Neyra, la muerte de Kayla es solo la punta del iceberg de un sistema de salud que ha fallado de manera rotunda. Neyra fue claro al apuntar que el Estado y en especial el sector de la salud, no están cumpliendo con su deber de proteger a la población: “Mi indignación viene de un Estado fallido que no le importa el ser humano (...) Al Estado, sobre todo en salud, no le importan las personas”, señaló, haciendo énfasis en el desinterés del gobierno por garantizar la seguridad y bienestar de sus ciudadanos.
El especialista también destacó que la falta de acción ante el primer incidente relacionado con el lote defectuoso fue determinante. “Esa muerte se podía prevenir. Si tenías un Digemid, un Ministerio de Salud que funcionara, se hubiera alertado rápidamente con el primer caso,”, indicó Neyra. El especialista criticó el hecho de que, en lugar de tomar decisiones inmediatas, las autoridades permitieron que el sistema de salud siga funcionando como si nada hubiera sucedido. Según él, esto evidencia una grave ineficiencia en la gestión pública y una falta de capacidad para manejar situaciones de emergencia sanitaria.
El experto también cuestionó el hecho de que las autoridades no hayan implementado un sistema de alertas en tiempo real para poder identificar y retirar rápidamente los productos defectuosos del mercado. En sus declaraciones, el especialista insistió en que el gobierno debe entender que la salud no puede ser tratada como un tema más de burocracia, sino como una prioridad para el bienestar de los ciudadanos.
El problema del monopolio y control en el sector farmacéutico

Otro tema que Neyra abordó fue el monopolio en el sector farmacéutico del Perú, que, según él, ha permitido que una sola empresa, Medifarma, controle la mayoría del suministro de sueros fisiológicos en el país. “El sistema permite que solo un jugador en el mercado sea responsable de casi todo el suministro de suero. Esto es un desastre. No se puede permitir que una sola empresa tenga tanto control sobre algo tan esencial como el suero”, señaló el especialista.
Neyra también explicó cómo el sistema de salud ha sido víctima de políticas ineficientes y de un marco normativo que no favorece la competitividad ni garantiza la calidad de los productos. Según él, las autoridades sanitarias han permitido que las empresas farmacéuticas operen sin la debida competencia, lo que ha llevado a situaciones de riesgo como la que causó la muerte de Kayla.
Finalmente, también cuestionó las recientes modificaciones en las normativas de farmacovigilancia, que, según él, contribuyeron al desenlace fatal. A partir de estas reformas, los reportes de incidentes relacionados con productos defectuosos ahora pueden ser enviados por correo electrónico con un retraso de siete días. Neyra no dudó en calificar esta modificación como una de las causas principales de la falta de respuesta rápida. “Escuché en algún momento que hubo desde febrero el primer caso, pero un mes después no se te puede morir un bebé. Y este es el sistema que ha fracasado. Fracasó en pandemia”.