El comandante de la Policía Nacional (PNP) José Carlos Terrones, cuya licencia de conducir se encuentra vencida, fue intervenido este domingo por conducir en estado de ebriedad en Los Olivos, después de despistar su vehículo, aunque logró escapar de la comisaría al legar que el fiscal había dispuesto su liberación.
Según un documento difundido por la periodista Karla Ramírez, jefa de Investigaciones de Panamericana TV, el oficial fue trasladado a la dependencia de Sol de Oro luego de la detención, encabezada por el suboficial de tercera Ricardo Vargas.
La misma acta señala que este último se enfrentó a momentos “humillantes” al realizar la diligencia y hasta recibió amenazas como: “Te voy a dar de baja, mi padrino es el general de la región, no sabes con quién te has metido, suboficial de quinta”.
Vargas se dirigió por sus propios medios al Hospital PNP Augusto B. Leguía, donde se certificó que el comandante tenía 0.58 gramos de alcohol por litro de sangre, superando el límite legal de 0.5 g/L. Cuando el suboficial regresó a la comisaría con la prueba en mano, Terrones ya se había retirado sin quedar sujeto a penalidad.
El documento mostrado por la televisora refiere que el suboficial Roberto Ponte, encargado de tránsito, explicó que el comandante había sido liberado gracias a un habeas corpus presentado por su defensa. “Yo le di la libertad, porque el abogado del comandante presentó un habeas corpus y ya di cuenta al fiscal, quien también tiene conocimiento de la situación”, dijo.
No obstante, el representante del Ministerio Público contradijo esa versión y aseguró que, bajo ninguna circunstancia, había aprobado su puesta en libertad. Ni la PNP ni el Ministerio Público se han pronunciado de manera oficial hasta el momento.
Un comandante con respaldo
Documentos obtenidos por Panamericana TV revelan que, en 2022, Terrones recibió un ascenso excepcional de manos del entonces ministro del Interior, Juan José Santiváñez, y un permiso especial firmado por el comandante de la PNP, Víctor Zanabria, para estudiar un posgrado, al haber sido ascendido “por acción distinguida”.
Una fuente de la Inspectoría General de la institución policial indicó a la televisora que, si se comprueba que Terrones manejaba ebrio y sin licencia, se trataría de una falta muy grave, lo que podría derivar en un proceso sumario que amenazaría con su destitución.
El caso de Terrones sale a la luz en medio de la captura en Tacna de Roberto Caldas Wong, un técnico superior de la PNP detenido por supuestamente solicitar tres mil soles a cambio de asegurar la presencia de efectivos en un desalojo judicial. El agente, quien estaba próximo a acogerse al retiro tras una larga carrera en la institución, enfrenta ahora una acusación por cohecho pasivo propio, lo que podría marcar el fin de su trayectoria.
En otro caso, el suboficial Edgar Máximo Morales perdió la vida mientras intentaba robar, junto a una banda, un lingote de oro valorado en más de dos millones de soles, que finalmente desapareció. El incidente ocurrió debido a una disputa dentro de la organización delictiva, que desató un enfrentamiento armado.
La tragedia ha conmocionado a sus familiares, quienes desconocían cualquier vinculación del suboficial con actividades ilícitas. Morales trabajaba desde hacía tres años en la comisaría de Pamplona, en Lima. Según sus familiares, llevaba una vida tranquila y sin aparentes problemas.
