
El testimonio de Patricia Muriano, exasistenta de Dina Boluarte, y el del médico Mario Cabani fueron algunos de los más esperados en pro de aclarar si la mandataria efectivamente omitió sus funciones al someterse a una rinoplastia y otros procedimientos. Algunos de los hechos que más se difundieron fue que Muriano reconoció que al menos tres decretos supremos publicados en El Peruano tienen firmas falsas, que se refirió al audio difundido en distintos medios y otros datos. No obstante, algunos de estos datos han sido considerados falsos e imprecisos.
Según declaraciones de Julio César Mendoza, abogado de la exsecretaria, y Juan Carlos Portugal, defensor de la jefa de Estado, no se preguntó sobre los decretos y si bien se reconoce la voz del audio, se consideró que el contenido fue editado. En las entrevistas obtenidas por Punto Final también se refirieron al documento entregado por el cirujano que participó de la intervención realizada en su clínica.
“Patricia Muriano nunca ha declarado sobre algún decreto supremo. Además, que no es parte de los hechos investigados en esta carpeta fiscal. Sobre el audio difundido en medios, ella ratifica que es su voz, pero no reconoce el contexto. Considera que es un audio aparentemente manipulado, editado y sacado de contexto. No ratificó exactamente el contenido. Se limitó a señalar lo que dice el acta. Dijo que efectivamente hubo una cirugía y hubo coordinaciones con el doctor. Que la presidenta entró 9 de la noche y tres o cuatro horas después ya estaba en sala de recuperación”, mencionó Mendoza.
En ese contexto, el defensor de Boluarte calificó de “irresponsable lo que ha trascendido”. “No le preguntaron sobre eso y, por consecuencia, si hay ausencia de pregunta, hay ausencia de respuesta. Ninguna de las firmas se fraguaron. Además, Patricia Muriano no reconoce los fragmentos del audio, los califica de adulterados, no reconoce que hubo tratativas, no reconoce acuerdos. Por su parte, Mario Cabani ha entregado información bajo una declaración jurada al Ministerio Público y ha señalado que no había ninguna prescripción de descanso porque no era necesario. Ni Cabani ni los médicos recomendaron descanso ni la presidenta lo pidió”, explicó.

El dominical accedió a la declaración remitida por el médico y corroboró que niega cualquier descanso hacia la mandataria. No obstante, sí reconoce que fue de carácter estético. “Una rinoplastia, cognitivamente, no altera en absoluto, depende de cada paciente qué actividades motoras realicé, pero esfuerzos físicos exagerados no debe realizar, ni exponer al calor ni al sol. No debería impedir en nada. Estoy enfatizando que mis pacientes salen conscientes del acto quirúrgico e inclusive pueden caminar y reafirmando que en mi clínica los pacientes mantienen la conciencia en el acto quirúrgico y postoperatorio”, escribió.
Sobre el origen de la cirugía, Portugal insistió en lo dicho por la jefa de Estado, quien aseguró en un mensaje a la Nación que se trató de un tema estrictamente de salud. “Nuestra posición es contraria y la fiscalía determinará quién tiene la razón”, respondió el abogado.
De hecho, la misma jefa de Estado ratificó su posición ante la Fiscalía, pese a las declaraciones contrarias por parte el médico y su exasistenta. “Me sometí a esta intervención quirúrgica no por un tema de estética, como se menciona en las noticias, sino porque tenía dificultades para respirar, por tabique desviado, cornetes crecidos en amplitud. Desde el 2011, mis visitas han sido constantes a neumólogos y al otorrinolaringólogo. Esta deficiencia respiratoria, en más de una ocasión en acto público, me quitó la respiración”, relató.
Según el informe firmado por Mario Cabani y su equipo, Boluarte se sometió a una rinoplastia con septumplastia funcional (arreglo del tabique desviado), una blefaroplastia inferior transconjuntival bilateral (le intervinieron los párpados caídos), injertos grasos en la cara (relleno facial) y la implementación de hilos de sustentación facial (estiramiento del rostro). Además, habría señalado que a la presidenta se le aplicó anestesia local y sedación intravenosa.