El Niño Costero se mantendrá hasta abril: lluvias y caudales elevados se presentarán en la costa y sierra norte

La Comisión Multisectorial del ENFEN mantiene la vigilancia del fenómeno climático. Se espera que las condiciones neutras lleguen en mayo, pero las lluvias y caudales elevados persistirán en varias regiones del país

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Enfen emitió su más reciente
Enfen emitió su más reciente comunicado. (composición: Infobae / Senamhi)

El fenómeno de El Niño Costero seguirá presente en el Perú al menos hasta abril de 2025, según la última evaluación de la Comisión Multisectorial del ENFEN. El análisis de las condiciones oceánicas y atmosféricas confirma que las temperaturas cálidas débiles continuarán en la región Niño 1+2, afectando principalmente la costa norte y parte de la sierra noroccidental.

A partir de mayo, se prevé que las condiciones climáticas pasen a un estado neutro, lo que significa que las temperaturas del océano y la atmósfera podrían estabilizarse. Este escenario se mantendría hasta octubre de 2025 en el Pacífico central (región Niño 3.4), aunque la precisión de los modelos mejorará en los próximos meses.

Las lluvias seguirán siendo un factor clave en los próximos meses. Para el trimestre abril – junio de 2025, se espera una mayor probabilidad de precipitaciones normales y sobre lo normal en la costa norte y la sierra noroccidental. En lo que queda de marzo e inicios de abril, podrían registrarse lluvias de ligera a moderada intensidad en las zonas bajas de Tumbes y Piura.

Impacto en ríos y pesca

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Enfen emitió su más reciente comunicado. (Foto: Andina)

El impacto del El Niño Costero no solo se reflejará en las lluvias, sino también en el comportamiento de los ríos. Según el pronóstico hidrológico, se espera que en la zona norte de la Región Hidrográfica del Pacífico predominen caudales normales, mientras que en la zona centro y sur, los ríos Rímac, Chillón y Ocoña podrían presentar caudales sobre lo normal en abril.

En la Región Hidrográfica del Titicaca, los ríos Coata y Huancané también registrarían niveles de agua entre normales y sobre lo normal, lo que podría influir en la disponibilidad del recurso hídrico para las comunidades aledañas.

Por otro lado, el sector pesquero mantendrá una buena disponibilidad de especies estacionales. Se prevé que en las próximas semanas continúe la presencia de jurel, caballa y bonito, mientras que en abril se espera un incremento en los desembarques del calamar gigante, una de las principales especies comerciales del país.

Ante este panorama, el ENFEN recomendó a las autoridades y la población mantenerse alerta a los avisos meteorológicos y adoptar medidas para reducir riesgos ante las condiciones climáticas. El monitoreo del fenómeno continuará, y el próximo informe oficial será emitido el miércoles 16 de abril de 2025.

Anticiclón Pacífico Sur se avecina a la costa

Los efectos del Anticiclón del
Los efectos del Anticiclón del Pacífico Sur se sentirán los próximos días.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrografía del Perú (Senamhi) emitió un comunicado mediante sus canales oficiales, incluida su cuenta en X, para informar sobre la proximidad del anticiclón del Pacífico Sur a las costas del país. Este fenómeno atmosférico, que se espera alcance el territorio nacional en los próximos días, traerá consigo un incremento en la intensidad del viento en las zonas del litoral.

De acuerdo con el organismo adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), la llegada de este sistema favorecerá la formación de cobertura nubosa, así como la aparición de niebla y neblina, principalmente en los distritos costeros durante la madrugada y las primeras horas de la mañana. Este fenómeno, caracterizado por una masa de aire denso y seco con alta presión atmosférica, genera condiciones meteorológicas estables y un tiempo mayormente seco en las áreas afectadas.

El anticiclón del Pacífico Sur se origina sobre el océano Pacífico, frente a las costas de Sudamérica, y su influencia climática se extiende a países como Perú, Chile y Ecuador. Sus vientos predominan en dirección oeste-este, limitando la formación de nubes y, en consecuencia, reduciendo las precipitaciones en la región. Estas características pueden dar lugar a períodos prolongados de calor y sequedad, lo que afecta directamente la disponibilidad de agua en ciertas zonas, especialmente vulnerables durante la temporada.