Pedro Cateriano: “Para Mario Vargas Llosa, las dictaduras forman parte del drama de la incultura democrática en Latinoamérica”

El expresidente del Consejo de Ministros conversó con Infobae Perú a propósito de la publicación de “Vargas Llosa: su otra gran pasión”, la biografía política del Premio Nobel

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Pedro Cateriano, autor de la biografía política del Premio Nobel, defendió la decisión del escritor. (Video: Paula Elizalde)

Los 89 años de vida de Mario Vargas Llosa no solo han sido dedicados a la literatura. Su participación política le ha valido un gran número de seguidores y otro importante de críticos, los mismos que lo han convertido en una figura a la que se recurre para obtener un comentario que esclarezca la coyuntura en América Latina y el mundo.

Pedro Cateriano, expresidente del Consejo de Ministros y amigo personal del Nobel, ha sido el encargado de repasar los años de formación ideológica, su salto del socialismo al liberalismo, su oposición a las dictaduras, su candidatura presidencial y, cómo no, sus comentados respaldos a candidatos a la presidencia tanto en el Perú como otros países de la región.

El autor de “Vargas Llosa: su otra gran pasión” conversó con Infobae Perú sobre la publicación que rescata documentos inéditos del archivo del narrador, así como uno de los episodios más polémicos de su vida política reciente: el apoyo a la candidatura de Keiko Fujimori en las elecciones generales de 2021.

"Vargas Llosa, su otra gran
"Vargas Llosa, su otra gran pasión" es una publicación de Editorial Planeta. (Foto: Planeta)

Ideológicamente han coincidido en varias oportunidades. ¿En qué casos no ha sido así?

En términos generales, he coincidido con él en todas sus participaciones activas de los últimos años, incluso me tragué el sapo de apoyar la candidatura presidencial de Keiko Fujimori. Fuerza Popular me quiso meter preso; así que no tenía ninguna razón para apoyarlos, pero Vargas Llosa en ese sentido es claro. Había una amenaza, un partido con planteamientos golpistas y, finalmente, el tiempo nos dio la razón.

Ollanta Humala en el 2006 también fue un candidato polémico y en las elecciones de 2011 se le propuso la Hoja de ruta ¿No había opción de hacer lo mismo con Pedro Castillo?

En el caso de Humala fue una opción riesgosa. La Hoja de ruta fue una iniciativa para comprometerlo con el respeto del orden democrático y constitucional.

¿Con Pedro Castillo no había opción para ello?

El problema era la formación política que manejaba Vladimir Cerrón; es decir, un partido que públicamente expresó su admiración por la Revolución Cubana, una dictadura que ha sido el fenómeno político e ideológico más influyente y dañino que ha tenido América Latina. Ahí no había opción para una Hoja de ruta.

Pedro Cateriano conversó con Infobae
Pedro Cateriano conversó con Infobae Perú sobre su libro "Vargas Llosa, su otra gran pasión". (Foto: Infobae/Paula Elizalde)

Ahora que menciona la herencia de la Revolución Cubana, se podría decir que Alberto Fujimori también ha influenciado en el comportamiento de otros políticos que llegaron al poder por la vías democráticas e instauraron una dictadura.

Con la gran diferencia de que Keiko Fujimori, durante la campaña, no hizo planteamientos golpistas. Usted me va a decir que soy admirador de Fujimori. Eso es ridículo. Una persona medianamente informada sabe cómo lo he enfrentado.

Esta mención es para recordar las influencias golpistas de Castillo y el comportamiento poco democrático de Keiko Fujimori cuando su partido tuvo una importante presencia en el Congreso. Frente a escenario, ¿por qué Vargas Llosa no pensó en el voto en blanco?

Porque es un escritor comprometido, el voto en blanco implicaba no definirse y generar la posibilidad de que ganara Castillo. El voto en blanco iba a permitir el triunfo de Castillo.

¿Por qué?

Porque implicaba que un sector importante no votara. De hecho, ganó con las justas. Si hubiese habido un voto en blanco, la victoria de Castillo hubiese sido más holgada. Más pudo el antifujimorismo, precisamente por el recuerdo de las bestialidades que hicieron Fujimori y Montesinos. Keiko Fujimori tuvo la oportunidad de rectificar el camino y no lo ha hecho. Se advirtió de todos modos que el mal uso de la vacancia por incapacidad moral permanente abría el camino a la anarquía política en el país, cosa que está sucediendo. Esta es la etapa más convulsa de nuestra historia republicana.

Mario Vargas Llosa tras el
Mario Vargas Llosa tras el debate con Alberto Fujimori, 1990. (El Peruano)

La decisión de no votar en blanco también tiene un trasfondo sartreano.

Sartre influye en Vargas Llosa respecto al compromiso que debe tener un escritor. A lo largo de su vida no se ha corrido de las definiciones, ni del debate ideológico o político. No solo es un intelectual, sino un hombre de acción. Por ejemplo, durante la dictadura de Hugo Chávez viajó a Venezuela, estuvo en Caracas, el dictador lo retó a un debate, él aceptó y Chávez se corrió. Para Vargas Llosa las dictaduras forman parte del drama de la incultura democrática en Latinoamérica, condena las dictaduras de izquierda, derecha, civiles, militares, largas y efímeras porque, como liberal, debe defender la libertad que es una sola en su contenido político y económico.

La Universidad de Princeton protege los documentos que el Premio Nobel ha reunido durante más de ocho décadas.

Cuando Vargas Llosa definió al gobierno del PRI en México lo definió como una “dictadura perfecta”. ¿No será que los grupos de poder en el Perú han llegado a perfeccionar aún más ese sistema de gobierno?

Respondería de la manera siguiente: Lamentablemente, en el Perú sigue vigente la pregunta que se hace Zavalita en “Conversación en La Catedral”. Desde ese momento, la percepción y análisis político de Vargas Llosa es absolutamente certero y ese es uno de sus grandes aportes para comprender la complejidad del Perú. Ciertamente estamos viviendo una anomalía constitucional: una presidenta que no da cuenta de sus actos, que no tiene partido político, que carece de bancada parlamentaria y que es sostenida por una alianza contranatura.

La segunda vuelta de 1990 fue uno de los momentos más complicados en la vida política de Vargas Llosa y lo menciona a usted, en “El pez en el agua”, como uno de los que intentó convencerlos de no renunciar a su candidatura. En el caso de la segunda vuelta de 2021 conocemos poco de los entretelones de la complicada decisión que le tocó tomar.

Fue un momento duro. Él fue perseguido durante la dictadura de Fujimori y Montesinos, tampoco tenía razones para apoyar la campaña de Keiko Fujimori, pero cuando el sistema democrático está en riesgo no se puede optar por la neutralidad o el silencio.

¿Cómo fueron las conversaciones entre ambos?

Él estaba en España, así que muchas conversaciones con él no tuve, pero cuando toma sus decisiones va hacia adelante aunque sea minoría como cuando condenó el autogolpe de 1992. Creo que el tiempo le da la razón a Vargas Llosa. En las últimas elecciones, el establishment de la izquierda se burló porque no aceptó en sus apoyos electorales, pero todos esos presidentes como López Obrador, Petro y Lula han terminado apoyando la criminal dictadura de Maduro, con excepción de Boric en Chile.

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Mario Vargas Llosa brinda un discurso desde Palacio de Gobierno luego de ser condecorado por la presidenta Dina Boluarte. (Foto: El Peruano)

¿No fue un poco exagerado comparada la campaña de 1990 con la de Milei en Argentina?

No porque me referí al ajuste económico.

Porque Milei, al hablar del ajuste económico en campaña, dijo unas cuantas mentiras sobre el pasado económico de su país y usted en Vargas Llosa resalta su honestidad frente al electorado.

Vargas Llosa dijo claramente que la hiperinflación que generó el APRA que significó el quiebre del modelo económico que estableció la dictadura de Velasco, solo se podía controlar con un ajuste económico. No le mintió al pueblo. En el caso de Milei, que es diferente, tampoco le mintió. Dijo que se iba a hacer el ajuste y están controlando la inflación. A eso me he referido, no que sea calco y copia. Rescato esto porque una de las principales razones por las que la democracia se ha debilitado es por el uso de la mentira. En el Perú, el costo de tener presidentes mentirosos ha sido demasiado alto.

El autor de “El pez en el agua” se sumó al partido Libertad Popular, el mismo que integra Pedro Cateriano.

Vargas Llosa suele apoyar candidaturas en segunda vuelta. ¿En el 2026 lo veremos apoyando a Libertad Popular en primera vuelta?

Mario ha tenido el gesto de inscribirse en Libertad Popular. Ha sido un acto que nos honra y compromete, pero es simbólico.

¿Qué tanto han avanzado como partido?

No tenemos los millones de Fuerza Popular, Alianza para el Progreso o Perú Libre.

Pero, ¿usted sí sabe cuánto es el sueldo mínimo, cierto?

En política uno puede cometer errores, lo importante es rectificar. ¿Quiénes son los que atacan a Libertad Popular y nos califican de caviares? Yo nunca he sido de izquierda, siempre la he combatido. Así como Mario aborreció a Odría yo aborrezco a Velasco porque he sido escolar durante los años de la dictadura. Ese clase de gobiernos no solo han ocasionado un daño económico, sino también han destruido los valores democráticos. Hoy hay partidos sin compromiso con el orden constitucional cuando se requiere de una democracia con partidos sólidos.

En el libro se rescata una carta de Octavio Paz a Vargas Llosa en la que el mexicano califica al socialismo como la lepra autoritaria que ha tentado a varios de sus amigos en común. ¿Varios liberales no han empezado a sufrir de la misma infección?

Ese momento refleja la soledad en que estuvieron Octavio Paz y Mario Vargas Llosa para enfrentar la Revolución cubana.

Mario Vargas Llosa fue el
Mario Vargas Llosa fue el candidato del Fredemo, alianza del Movimiento Libertad, Acción Popular (AP) y el Partido Popular Crisitiano (PPC).

¿Ustedes también están un poco solos, no?

Bueno, prefiero estar solo que mal acompañado, pero, felizmente, el partido está creciendo. Regresando a la carta, ellos tuvieron el valor y la honestidad intelectual de percibir y analizar las bestialidades y violaciones a los derechos humanos que otros genios como Pablo Neruda o Gabriel García Márquez prefirieron no comentar. Espero que la soledad que usted dice que tengo ahora cambie en la campaña presidencial.

¿El Senado le llama la atención a usted?

Lo que me llama en este momento es el compromiso que tengo para trabajar en el Plan de gobierno.

Pero ese plan necesita de figuras en puestos claves para que se ponga en marcha.

Yo lo he dicho más de una vez, si Rafael Belaúnde gana la presidencia de la República me gustaría ser ministro de Vivienda para resolver el problema de escasez de agua potable. Ya he sido diputado de muchacho, viceministro de Justicia, ministro de Defensa y dos veces presidente del Consejo de Ministros. Quisiera acometer esta tarea que no va a ser fácil por prejuicios políticos e ideológicos. Uno llega al gobierno no para disfrutar como el señor Acuña que se va de viaje, ni para operarse la cara o sentirse Miss Universo como la presidenta, sino para trabajar. Se le imputaba a Manuel Prado la frase: En el Perú hay dos problemas: unos que nunca se solucionan y otros que se solucionan solos. Esa no es nuestra filosofía.

Vargas Llosa: su otra gran pasión

Pedro Cateriano presenta la biografía política del Premio Nobel de Literatura. (Video: Planeta)

Autor: Pedro Cateriano

Editorial: Planeta

Año: 2025

Páginas: 459

Precio: S/69.90