La literatura y el cine se miran de reojo, como dos amantes que comparten un destino pero desconfían de sus métodos. Para algunos, la adaptación es un homenaje, un nuevo aliento que da movimiento a las palabras y rostro a los protagonistas de tinta. Para otros, es una traición, una poda brutal que mutila la esencia de la historia original en favor del espectáculo.
El lector, dueño de su imaginación, se siente despojado cuando el cine impone un rostro distinto al que había esculpido en su mente. El director, por su parte, juega a ser alquimista, destilando la esencia de cientos de páginas en unas cuantas escenas. A veces logra oro, otras solo cenizas.
Al echar un vistazo a las adaptaciones al cine de las novelas de Mario Vargas Llosa, se puede sentir ese vaivén entre la genialidad y la pérdida. Algunas capturan la tensión y el espíritu de sus páginas, mientras que otras parecen meras sombras, incapaces de contener la complejidad de sus tramas y personajes.

Sin embargo, no es una regla que las películas sean una copia fiel de las novelas. De hecho, muchos cineastas se toman licencias creativas al llevar una obra literaria a la pantalla grande, ya sea en formato de cortometraje o largometraje. Sobre este tema y las adaptaciones cinematográficas de los libros del célebre escritor, Infobae Perú conversó con Luis Llosa Urquidi, director y productor que en 2006 llevó al cine una de las novelas de su primo Mario Vargas Llosa: ‘La fiesta del Chivo’.
“Los directores o productores tienen la libertad de hacer cambios, siempre y cuando se respete el espíritu de la novela original. Yo creo que se pueden tomar libertades. [...] El éxito o fracaso de una adaptación no depende de qué tan fiel sea al libro o de cuántas libertades se haya tomado, sino de la calidad con la que esté realizada. Hay películas que siguen fielmente la obra original y no logran impactar; mientras que otras, a pesar de alejarse del texto, terminan siendo bien recibidas por el público”, sostuvo el cineasta peruano.
Vargas Llosa comparte con su primo la convicción de que los directores pueden tomarse libertades creativas al trasladar una obra literaria al séptimo arte. “El cine es otro lenguaje y el cineasta debe tener la misma libertad que tiene el escritor cuando escribe. La fidelidad no es algo que me preocupe, pero sí espero que sea una buena película la que se hace”, dijo el novelista en una entrevista con Ricardo Bedoya para el programa El placer de los ojos.
Ahora bien, ¿cuáles son las novelas de Mario Vargas Llosa que han sido adaptadas al cine? Varias han llegado a la gran pantalla, tanto en Perú como en el extranjero. Algunas lograron sobresalir, mientras que otras resultaron un fiasco, dejando insatisfechos a los espectadores e incluso al propio literato arequipeño.

Los libros de Vargas Llosa que tuvieron adaptación cinematográfica
‘Los cachorros’ es una de las obras literarias de Mario Vargas Llosa que fue adaptada al cine. En un inicio, el escritor mexicano José Emilio Pacheco escribió el guion, pero fue rechazado por los productores. Luego, se convocó a un guionista profesional para que redactara el texto cinematográfico.
En diálogo con Ricardo Bedoya para el programa El placer de los ojos, el novelista dijo que el último guion que se realizó “desnaturalizaba de tal manera la historia que la película resultó teniendo muy poco que ver con el texto”.
La adaptación cinematográfica de ‘Los cachorros’ fue dirigida por el mexicano Jorge Fons en 1971, con José Alonso como Cuéllar y Helena Rojo en el reparto. Federico de Cárdenas evaluó esta versión en un artículo publicado en Libros y Artes, la revista cultural de la Biblioteca Nacional del Perú.
“‘Los cachorros’ perdía mucho en su traspaso a otra realidad, y creemos que Fons se basó más en la puesta teatral de la obra que en el libro, lo que aportó tiesura y envaramiento al resultado, que dejó insatisfecho a Vargas Llosa”, escribió.
Es menester señalar que esta novela corta no fue la primera obra del premio nobel llevada a la pantalla grande. La primera adaptación fue ‘Día domingo’, un relato de ‘Los jefes’ (1959). En esta ocasión, no tomó la forma de un largometraje, sino de un cortometraje.
En 1975, el escritor dio su primer paso en la dirección cinematográfica con la adaptación de ’Pantaleón y las visitadoras’, proyecto que codirigió con el cineasta español José María Gutiérrez. Si bien era nuevo en este mundo, desde hace mucho tiempo se consideraba un cinéfilo voraz. A los 20 años, publicó durante unos seis meses, bajo seudónimo, una columna de crítica cinematográfica en el diario Extra.
El rodaje tuvo lugar en República Dominicana y contó con un elenco encabezado por José Sacristán como Pantaleón, junto a Camucha Negrete, Silvia Gálvez y la legendaria actriz mexicana Katy Jurado.
“El resultado fue un gran desastre, admitido paladinamente por el escritor. [...] Lo anterior no impidió que el gobierno militar de entonces la prohibiera, por lo que solo pudo verse en nuestro país en 1982”, sostuvo De Cárdenas, crítico de cine del Perú.
Pero, ¿qué dijo el autor de ‘La ciudad y los perros’ sobre su desenvolvimiento en el séptimo arte? “Escribí el guion de ‘Pantaleón y las visitadoras’ que codirigí con José María Gutiérrez, y aunque trabajé con mucho entusiasmo el resultado para mí fue bastante catastrófico. La verdad es que mis experiencias con el cine no han sido muy positivas”, expresó.
En 1990, el británico Jon Amiel llevó al cine ’La tía Julia y el escribidor' bajo el título ’Tune in Tomorrow‘, con un guion de William Boyd. La adaptación trasladó la historia a la Nueva Orleans de los años 50 y contó con un elenco destacado: Keanu Reeves asumió el papel del joven escritor, aquí llamado Martin Loader; Barbara Hershey interpretó a la tía Julia, y Peter Falk encarnó a Pedro Carmichael, el excéntrico guionista de radioteatros, equivalente al Pedro Camacho de la novela.

La historia comienza en Detroit, donde Pedro Carmichael se ve obligado a huir tras el estallido de una bomba en la estación de radio donde trabajaba. El artefacto, colocado por albaneses indignados por los ataques que recibían en sus radioteatros, deja a Pedro sin empleo y en busca de un nuevo destino.
El destino lo lleva a Nueva Orleans, donde consigue trabajo en otra emisora. En poco tiempo, alcanza la fama gracias a sus historias llenas de intriga, que mantienen a la audiencia cautivada. En ese lugar conoce a Martin, joven estudiante de Derecho que anhela convertirse en escritor y vivir en París.

En otra escena de la película, Martín y la tía Julia visitan la casa del escribidor Pedro, quien, disfrazado de mucama, les revela uno de los misterios de su oficio: transformarse en los personajes que habitan sus relatos.
Este filme no estuvo exento de críticas. La revista Un vicio absurdo de la Universidad de Lima publicó un artículo de Emilio Bustamante titulado “Tune in tomorrow: La revancha del escribidor”, en el que ofrece un análisis cinematográfico.
“La película, en realidad, es fallida. Es una comedia que no define bien su tono, y quizá por ello la mayoría de las críticas que recibió coincidían en que no era lo graciosa que pretendía ser. Por un lado, es muy farsesca para ser una comedia romántica; los personajes secundarios, casi todos caricaturescos como el director de la radio y los integrantes del elenco parecen pertenecer a un filme distinto a aquel en el que se desenvuelven los personajes principales (incluido Pedro)”, aseveró.
“Por último, algunos detalles de la adaptación (como el cambio de argentinos por albaneses como víctimas del odio del escribidor) le dan un toque absurdo nada feliz; en la novela hay una motivación para la antipatía que siente Camacho por los argentinos (su esposa argentina lo ha abandonado), en la película la elección de los albaneses luce arbitraria”, agregó.
Llosa Urquidi, quien conversó con Infobae Perú, también dio su juicio de valor sobre la adaptación de La tía Julia y el escribidor‘. “La que menos me convenció fue la que se hizo en Estados Unidos, en inglés. En la adaptación se dejó de lado el radioteatro latinoamericano. [...] No fue una buena idea desarrollar el radioteatro en Nueva Orleans. Esa transposición de mundos me parece que afectó la esencia y el espíritu de este género radiofónico, que además es tan latinoamericano”, aseveró.
Por otro lado, el 18 de julio de 1985, la historia de ‘La ciudad y los perros’ llegó al cine. Más de 20 años después de la publicación de la novela, la obra encontró una nueva forma de expresión en la pantalla grande.
La adaptación de ‘La ciudad y los perros’ fue dirigida por el cineasta Francisco Lombardi, con guion del reconocido poeta peruano José Watanabe. Lombardi ofreció detalles sobre su trabajo en un artículo titulado “De la literatura al cine”, publicado en el libro ‘Las guerras de este mundo: Sociedad, poder y ficción en la obra de Mario Vargas Llosa’.
“Decidimos contar solo el tiempo presente, quedarnos con la historia central, seca y dura, la que documenta conductas, comportamientos, hechos físicos, y que de ellos surgiera el lirismo, la ambigüedad, finalmente la poesía escondida detrás de la aparente sequedad de ese tiempo presente”, relató.

En diálogo con Ricardo Bedoya, el ilustre escritor se refirió al trabajo que realizó el cineasta peruano. “Después Lombardi hizo una adaptación de ‘La ciudad y los perros’, que me parece una buena adaptación. Es una versión muy comprimida porque contó con un presupuesto muy pequeño, pero creo que el espíritu de la novela está muy bien recreado con imágenes en esa versión”, manifestó.
Es importante señalar que, en un principio, el director de cine incluyó un sueño en la trama. Sin embargo, Vargas Llosa advirtió que ese instante lírico quebraba la coherencia del estilo realista de la historia.
Gracias a su labor en la dirección, Lombardi recibió en 1985 el premio a Mejor Director en el Festival de San Sebastián y, sobre todo, la aprobación de un sector mayoritario de la población peruana.

En el libro ‘La ciudad y los perros. Últimas noticias’, Carlos Aguirre se refirió a la repercusión de la cinta ‘La ciudad y los perros’. “Tuvo gran éxito de público y de crítica. En 1985 la película obtuvo el Tercer Premio Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, el premio a la mejor película en el Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz y en la Muestra Internacional de Cine en México, y mención de honor en el Festival de Mannheim-Heidelberg, en Alemania”, señaló.
El filme ha sido transmitido en televisión en distintos países. Además, ha tenido varias ediciones en DVD, se encuentra disponible en YouTube y, como era de esperarse, ha sido pirateada en múltiples ocasiones.
Finalmente, la novela ‘La fiesta del Chivo’ fue adaptada al cine con el mismo nombre del libro, bajo la dirección del cineasta peruano Luis Llosa. El filme se estrenó en 2006 durante el Festival de Cine de Berlín.
La película se desarrolla en Santo Domingo, República Dominicana, durante los años 1960 y 1961. En síntesis, cuenta la historia de Urania Cabral, quien regresa a su país después de haber huido de él años atrás, en pleno régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Los personajes de la novela del premio nobel fueron interpretados por actores como Tomás Millán, Paul Freeman, Juan Diego Boto e Isabella Rossellini, quien dio vida a la atormentada Urania.
Llosa Urquidi estuvo presente cuando Vargas Llosa vio por primera vez su largometraje en el estreno. En una conversación con este medio, compartió cómo fue esa experiencia. “Él viajó a República Dominicana para el estreno y estuvo muy satisfecho con la película. [...] Su reacción fue muy positiva. También estuvo presente en el Festival de Cine de Berlín, donde su respuesta fue igualmente favorable”, contó.
En última instancia, resulta pertinente dar a conocer la opinión del reconocido crítico de cine Federico de Cárdenas sobre la película en cuestión. “Posiblemente estamos ante el mejor trabajo fílmico del realizador, con una secuencia muy lograda: la del ingreso de la casi niña Urania a la alcoba del Chivo, tirano impotente e incontinente”, sostuvo.