El impacto de la inteligencia artificial: Tres posibles escenarios para 2035

Si se implementa de manera efectiva, la IA podría sumar hasta un 1% adicional al PIB anual en países como el Perú en la próxima década

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El avance de la inteligencia
El avance de la inteligencia artificial está transformando el mercado laboral, generando desempleo en sectores automatizados. – (Imagen Ilustrativa Infobae)

En las últimas décadas, la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad tangible que está transformando la economía y la sociedad. Desde asistentes virtuales hasta sistemas avanzados de automatización, su desarrollo avanza a un ritmo vertiginoso, impulsado por la robótica, el big data y el aprendizaje automático. Este progreso abre un mundo de oportunidades, pero también plantea retos cruciales en empleo, regulación y desigualdad.

El impacto de la IA en el crecimiento económico podría ser significativo. Según el estudio Artificial Intelligence and Latin America del Banco Interamericano de Desarrollo, si se implementa de manera efectiva, la IA podría sumar hasta un 1% adicional al PIB anual en países como el Perú en la próxima década. Sin embargo, también podría generar serios problemas de desempleo, acentuar la desigualdad y frenar el crecimiento si no se regulan adecuadamente sus impactos. En mi libro Inteligencia artificial, robótica y nuevas tecnologías: retos económicos y sociales ¿entre el cielo y el infierno?, analizo tres posibles escenarios que podrían configurarse en los próximos años.

  • Escenario pesimista: un mundo sin regulación. Si la IA avanza sin regulación efectiva, el control quedaría en manos de grandes corporaciones tecnológicas, aumentando el desempleo por automatización y ampliando las brechas de desigualdad. Los Estados tendrían poca capacidad de regulación frente al poder de estas empresas, lo que podría desencadenar crisis económicas y una mayor polarización social.
  • Escenario intermedio: adaptación gradual y regulación parcial. Un panorama más equilibrado, aunque todavía inestable, incluiría ciertos esfuerzos de regulación y una adaptación progresiva del mercado laboral. La IA impulsaría avances en salud y educación, pero sus beneficios no serían equitativos. Mientras algunos empleos desaparecerían, surgirían nuevas oportunidades laborales vinculadas al desarrollo tecnológico. Sin embargo, la falta de preparación de la fuerza laboral y las desigualdades en el acceso a la tecnología seguirían siendo retos fundamentales.
  • Escenario optimista: regulación efectiva y bienestar social. En el mejor de los casos, los avances en IA irían de la mano con regulaciones que prioricen el bienestar social. Las políticas públicas estarían diseñadas para proteger a los trabajadores y fomentar la educación tecnológica, garantizando que la IA beneficie a la mayoría y no solo a unos pocos. Se generarían empleos de calidad en sectores emergentes y la IA se utilizaría para mejorar servicios esenciales como salud, educación y seguridad, reduciendo brechas en lugar de ampliarlas.

Si bien estos escenarios tienen un enfoque global, también poseen implicancias directas para el Perú. Nuestro país enfrenta retos como la brecha digital, la informalidad laboral y la falta de políticas claras para regular el avance tecnológico. No obstante, también existen oportunidades para adoptar la IA de manera estratégica y sostenible, promoviendo la innovación en sectores clave y fortaleciendo la educación en habilidades digitales.

El futuro de la IA no está predeterminado; dependerá de las decisiones que tomemos hoy. Para evitar un escenario negativo y acercarnos a una adopción responsable de la tecnología, es crucial el diseño de políticas públicas efectivas, la inversión en educación digital y la promoción de un ecosistema tecnológico inclusivo. En este proceso, tanto el sector público como el privado deben desempeñar un rol clave para garantizar que la IA se convierta en una herramienta de progreso y bienestar para todos.