Entre lágrimas de dolor e indignación, dos madres de familia acataron la orden judicial de entregar a los niños que criaron durante seis años, desde recién nacidos, debido a una negligencia en el Hospital General de Jaén, en Cajamarca. La medida fue dispuesta por el Poder Judicial tras varios años de proceso y también ordenó brindar terapia psicológica a ambas familias que se han visto afectadas.
El caso salió a la luz cuando una de las mujeres solicitó una pensión de alimentos para el menor que criaba. En ese proceso judicial, se ordenó una prueba de ADN que resultó negativa tanto para el presunto padre como para ella. El juez Andy Herrera Fernández, al constatar que el niño no era hijo biológico de ninguno, envió el caso al Ministerio Público. Fue entonces que comenzó la reconstrucción de la verdad.
Hospital de Jaén intercambió varios niños recién nacidos
Según explicó el abogado de una de las partes afectadas, el Ministerio Público, con la colaboración de la Policía Nacional, iniciaron una exhaustiva investigación para esclarecer lo sucedido en el hospital, luego de conocerse los resultados de la prueba de ADN. El caso involucraba una serie de niños nacidos el 24 de diciembre de 2018 en el Hospital General de Jaén, en un procedimiento que finalmente llevó a la identificación del error ocurrido durante el parto, en el que los recién nacidos fueron intercambiados.

La PNP solicitó al hospital la relación completa de los niños nacidos en esa fecha y, tras un análisis exhaustivo, se descubrió que no solo los menores criados por estas dos madres, sino también otros bebés habían sido afectados por el mismo error. Se realizaron nuevas pruebas de ADN, confirmando que, efectivamente, los niños habían sido intercambiados al nacer.
Testimonio de madres afectadas
Tras este descubrimiento, el juez, tomando en cuenta el profundo impacto emocional que este proceso generaba en las familias, decidió que los menores fueran entregados a sus padres biológicos. Sin embargo, la decisión judicial no estuvo exenta de controversia, ya que ambas madres, aunque conscientes de que los niños que criaban no eran sus hijos biológicos, se mostraron completamente devastadas por la idea de separarse de ellos.
“Todo lo que estamos pasando acá es por el hospital. Todo este dolor que estamos llevando es todo por el hospital, las enfermeras. Yo le dije a la enfermera ‘este no es mi hijo’, y ella todavía me dijo ‘señora, usted está loca, es su niño’”, recuerda amargamente una de las mamás implicadas.

“Y ahora estoy acá y con tremendo dolor, que yo ya no soporto el dolor de mi hijo. A veces me agarro a pensar en mi hijo y me da pena. Yo le he criado, y él está acostumbrado a estar solo conmigo, ahí siempre. Él me dice: ‘mamita, no me dejes’, ¿qué voy a hacer con el tremendo dolor que llevo? Yo tengo que entregarlo acá a la señora Ruth, aunque me duela el corazón, ¿qué voy a hacer? Es mi hijo”, comentó otra de las mujeres.
Ante la magnitud de la situación, el juez también ordenó que ambas familias recibieran terapia psicológica, para ayudarles a superar este traumático proceso de separación y adaptación. Las madres y los niños deberán pasar por sesiones de acompañamiento emocional, ya que no solo enfrentan el choque de saber la verdad, sino también el reto de aceptar la separación que se les imponía por mandato judicial.