
La falta de educación financiera está limitando la capacidad de ahorro entre los jóvenes en el Perú. Un estudio reciente muestra que solo el 49% de los jóvenes entre 18 y 24 años ahorra regularmente, en comparación con el 70% de los adultos mayores de 25 años, así lo informó la agencia de noticias Andina. Esta diferencia resalta la necesidad urgente de impulsar la educación financiera en los jóvenes para que puedan construir un futuro económico más sólido.
El panorama del ahorro en los jóvenes peruanos
El 49% de los jóvenes entre 18 y 24 años que ahorran es una cifra preocupante, especialmente si se considera que el ahorro es una de las bases fundamentales para la estabilidad financiera a largo plazo. Esta cifra fue revelada por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), que indica una clara brecha entre los jóvenes y los adultos mayores de 25 años, quienes tienen una tasa de ahorro significativamente mayor.
Aunque el 60% de la población adulta en el país tiene alguna forma de cuenta bancaria, como de ahorro o corriente, el hecho de tener acceso a herramientas financieras no garantiza el manejo adecuado de los recursos. Los jóvenes, aunque tienen acceso a servicios bancarios, muchas veces carecen del conocimiento necesario para utilizar correctamente estos instrumentos.
La educación financiera como solución
Ante esta situación, los expertos coinciden en que una educación financiera adecuada es esencial para mejorar las tasas de ahorro entre los jóvenes. Andrés Miyashiro, gerente de Negocios en Cooperativa Abaco, afirma que “la educación financiera, además de ser conocimiento útil, es una necesidad para el desarrollo personal y profesional de los jóvenes”. Miyashiro destaca que es crucial que los jóvenes comprendan el valor de administrar bien sus recursos desde una edad temprana, lo que les permitirá prepararse para un futuro más seguro y con más oportunidades.

Las herramientas tecnológicas han facilitado el acceso a la educación financiera. Hoy en día, existen plataformas digitales, cursos en línea, podcasts y webinars que abordan temas sobre ahorro, inversión y planificación financiera, haciendo que el aprendizaje sea accesible y adaptable a los jóvenes.
El crecimiento del emprendimiento juvenil en Perú
Otro dato relevante es el aumento del interés por el emprendimiento entre los jóvenes peruanos. Un estudio de Alegra.com muestra que el porcentaje de emprendedores entre 18 y 34 años en el Perú es un 14.49% superior al promedio regional de Latinoamérica. Esto indica que cada vez más jóvenes buscan independencia económica a través del emprendimiento. Sin embargo, la falta de una cultura de ahorro y una educación financiera adecuada puede poner en riesgo el éxito de estos emprendimientos, ya que muchos no están preparados para manejar sus finanzas de forma eficiente.
Plataformas y herramientas para mejorar la educación financiera juvenil
Ante la falta de una sólida cultura de ahorro en la juventud, las empresas están desarrollando soluciones innovadoras para enseñar finanzas de manera práctica. Un ejemplo de ello son las plataformas que combinan información, educación y herramientas concretas para mejorar la gestión financiera.
Cooperativa Abaco, por ejemplo, ha identificado varios formatos de aprendizaje financiero que pueden adaptarse a cada etapa de crecimiento de los jóvenes. Entre ellos destacan:

- Aprender jugando: Para los más pequeños, el uso de libros ilustrados y cuentos es una manera efectiva de introducirlos en conceptos básicos de ahorro y consumo responsable de forma divertida y visual. Existen diversas revistas especializadas con secciones ilustradas para enseñar finanzas de manera sencilla.
- Conectados con el conocimiento: Los jóvenes adolescentes tienen ahora a su disposición una vasta cantidad de recursos en línea, como cursos, webinars, podcasts y programas digitales, que facilitan el acceso a información sobre finanzas, ahorro e inversión de forma accesible.
- De la teoría a la práctica: Existen programas que no solo ofrecen educación financiera teórica, sino que también brindan herramientas prácticas, como cuentas de ahorro sin costo y con tasas preferenciales, lo que permite a los jóvenes gestionar sus propios recursos de forma efectiva.
La inclusión financiera no basta: la necesidad de gestión
Es fundamental entender que la inclusión financiera por sí sola no asegura el éxito en la gestión del dinero. Tener una cuenta bancaria o acceso a servicios financieros no significa necesariamente que los jóvenes estén sabiendo cómo manejar sus finanzas. El uso adecuado de estas herramientas requiere conocimientos específicos que solo se adquieren mediante una educación financiera adecuada.
En este sentido, promover una cultura de ahorro desde temprana edad no solo es importante para la estabilidad personal de los jóvenes, sino también para el desarrollo económico del país. Con una educación financiera integral, los jóvenes estarán mejor preparados para enfrentar los retos económicos de la vida adulta, lo que les permitirá tomar decisiones financieras más responsables y sostenibles.