La inseguridad en el transporte informal ha alcanzado un nuevo nivel de preocupación en los distritos que atraviesa la avenida Arequipa. De acuerdo con Latina Noticias, dos bandas criminales han centrado su atención en los colectivos que operan en esta concurrida ruta, implementando un sistema de marcaje de vehículos como parte de su estrategia para extorsionar a los conductores.
Este método, que busca garantizar el pago de cupos, se ha convertido en una amenaza directa para quienes se niegan a cumplir con las exigencias de estos grupos delictivos. Los choferes que se resisten a pagar los cupos por estas bandas se enfrentan a represalias que pueden incluir actos de violencia o daños a sus unidades.
Así se evidenció en un video difundido por el citado medio, donde una persona ataca a una conductora en su vehículo cuando se encontraba estacionada esperando el cambio de la luz del semáforo. Dentro del auto iban a bordo dos pasajeras, quienes salieron de inmediato frente al ataque.
“Los que no quieren pagar, los revientan, todos los peruanos estamos en esa situación”, manifestó un conductor al citado medio.
Asimismo, precisaron que pagan entre 10 a 15 soles diarios a las organizaciones para que así puedan continuar con su trayecto. Las dos bandas criminales que estarían detrás de estos stickers en las unidades son: ‘Los Mexicanos’ y ‘Los Injertos de la avenida Arequipa’. El general José Baella, exinspector de la PNP, serían más de una decena de autos en la mira de los delincuentes.
Ya habían asesinado a hombre
A fines de febrero, un nuevo ataque armado que cobró la vida de dos personas en la Avenida Arequipa, en el Cercado de Lima. Este crimen ocurrió en horas de la noche, cuando un vehículo negro, modelo Toyota del año 2021, fue interceptado y baleado en un tramo de la vía segregada para buses del Corredor Azul.
Las víctimas fueron identificadas como Grimaldo Acosta Larico, de 39 años, quien conducía el automóvil, y Sebastián Ilich Panduro, de 23 años, quien viajaba como pasajero. Más de cinco casquillos de bala fueron hallados en la escena, y la luna del copiloto del vehículo estaba rota, lo que sugiere que los disparos provinieron desde la vereda.
De acuerdo con los registros de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), el automóvil pertenece a la empresa Zoeger Renting S.A.C. Las autoridades trasladaron el vehículo a la sede central de la División de Investigación Criminal (Dinicri) para continuar con las investigaciones.
El conductor del vehículo, Grimaldo Acosta Larico, era un expolicía en retiro, mientras que su acompañante, Sebastián Ilich Panduro, se dirigía a su hogar al momento del ataque.
