El reto de reducir la deforestación en el Perú

Es urgente reconocer el valor intrínseco de los bosques amazónicos y su contribución al bienestar humano

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tala - madera - deforestacion - amazonia FOTO: SPDA

Desde una perspectiva amplia, los bosques amazónicos ofrecen servicios ecosistémicos tales como la regulación hídrica, la provisión de recursos maderables y no maderables, la captura de dióxido de carbono (CO₂) y la preservación de una biodiversidad singular; servicios vinculados al bienestar y desarrollo económico de la población.

Sin embargo, la Amazonia peruana enfrenta presiones significativas derivadas de actividades antrópicas, siendo la deforestación una de las amenazas más críticas. Entre 2001 y 2023 han perdido aproximadamente 3,1 millones de hectáreas, alcanzando su punto máximo en 2020 con una deforestación de alrededor de 203.000 hectáreas. Estos datos suscitan inquietudes acerca del futuro de la región amazónica y su capacidad para conservar su riqueza ecológica y generar desarrollo económico. Esta problemática se agrava debido a una insuficiente inversión agrícola, la baja productividad natural de los suelos amazónicos y las presiones ejercidas por actividades ilegales como la minería informal y la tala no regulada.

En este contexto, el Programa Nacional de Conservación de Bosques reportó que las actividades agrícolas, específicamente los cultivos y el pastoreo ganadero, son responsables respectivamente del 76,5% y el 13,6% de la deforestación en Perú. Asimismo, señala que la minería, particularmente la extracción ilegal de oro, y la expansión de asentamientos humanos, incluyendo infraestructura vial y migraciones, han emergido como factores significativos adicionales, especialmente en regiones como Madre de Dios, donde la minería ilegal representó el 27,9% de la pérdida de bosques en el año 2016.

Frente a esta problemática, es urgente reconocer el valor intrínseco de los bosques amazónicos y su contribución al bienestar humano, para entender lo importante que es enfrentar estos desafíos. La promoción de estrategias de conservación y uso sostenible de estos ecosistemas no solo contribuye a mitigar los efectos del cambio climático y proteger la biodiversidad, sino que también presenta oportunidades significativas para el desarrollo económico y social de las comunidades locales.

La implementación de medidas específicas en el sector de Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (UTCUTS), tales como la promoción de sistemas agroforestales, la asignación adecuada de derechos sobre tierras no categorizadas y la restauración ecológica de áreas degradadas, puede contribuir significativamente a reducir la deforestación y aumentar el secuestro de carbono en la Amazonia. Dichas acciones ofrecen beneficios ambientales directos y oportunidades económicas para las comunidades locales mediante actividades sostenibles y generación de empleo.

El fortalecimiento institucional para promover las actividades indicadas y gestionar el paisaje boscoso constituye un elemento clave para el éxito de estas u otras iniciativas. Se requiere mayor coordinación interinstitucional, inversiones sustanciales en monitoreo y evaluación, y la implementación de mecanismos efectivos de gobernanza y participación ciudadana que garanticen la gestión sostenible de los recursos forestales y una distribución equitativa de los beneficios generados. Sin embargo, nada será suficiente, sino se realizan inversiones recurrentes en capital humano para gestionar sosteniblemente el paisaje boscoso y tener la capacidad de enfrentar exitosamente los usos ilegales del bosque y hacer que la ley se cumpla.