
El asesinato de Paul Flores, vocalista de Armonía 10, a manos de una organización criminal dedicada a la extorsión, conmovió profundamente a la sociedad peruana, desatando una ola de indignación y un clamor popular por más medidas de seguridad. Ante esta situación, diversos colectivos ciudadanos convocaron una marcha nacional contra la inseguridad, programada para el 21 de marzo. La protesta buscaba visibilizar la creciente ola de violencia que ha afectado a toda la población, en especial a los artistas, quienes a menudo se ven amenazados por extorsionadores y sicarios.
Sin embargo, la respuesta de algunas de las principales orquestas de cumbia del país, como Armonía 10, Corazón Serrano y Hermanos Yaipén, causó un gran revuelo. A través de sus redes sociales, las agrupaciones anunciaron que no participarían en la marcha, alegando que se había “politizado demasiado” y que su intención era mantener una postura “limpia e independiente” de cualquier factor político.

“Nosotros no asistiremos porque se ha politizado demasiado la acción y nosotros buscamos una protesta limpia e independiente sin ningún factor político involucrado”, fue el mensaje que compartieron en sus historias de Instagram. La orquesta Armonía 10 también señaló que, como alternativa, realizarían una “protesta digital” y una “marcha por vivir” el jueves y viernes, respectivamente, sin proporcionar mayores detalles sobre estas movilizaciones.
Fuertes críticas en redes
El mensaje no tardó en generar una reacción negativa en las redes sociales. Numerosos seguidores y personas vinculadas al mundo de la música y la cultura expresaron su decepción. Los comentarios fueron contundentes y acusaron a las agrupaciones de dar la espalda al pueblo y de no estar dispuestas a involucrarse en la lucha contra la violencia, un tema que afecta a toda la sociedad, incluidos sus propios integrantes.
“Han dejado sola a la población, qué mala decisión han tomado y espero que no se arrepientan luego. Totalmente decepcionada de ustedes”, escribió un usuario en Instagram, reflejando el sentimiento de muchos seguidores. Otros se mostraron igualmente molestos, señalando que al no participar en la marcha, las orquestas fragmentaban aún más el país en lugar de contribuir a la unidad para combatir la inseguridad.

“Imagina que tu pérdida conmueve y moviliza a miles de personas, y canaliza su miedo e indignación, para terminar tranzando con el Gobierno y darle la espalda a esa gente que no dudó en respaldarte”, expresó otro comentario. La frase reflejaba la frustración de aquellos que veían en el asesinato de Paul Flores no solo un acto de violencia, sino también un llamado a la acción que ahora parecía desmoronarse por la postura de las orquestas.

El tema de la politización de la marcha también fue un punto de controversia. “La vida es política, la seguridad es política, debemos unirnos”, comentó un seguidor, destacando que cualquier acción para exigir seguridad es, de hecho, un acto político. Otros coincidieron en que, al tomar esta decisión, las agrupaciones estaban dando un paso atrás en la lucha por la seguridad y abriendo un espacio para que la extorsión y la violencia sigan ganando terreno en el país.



Armonía 10 se retractó ante presión mediática
Apenas unas horas después del polémico comunicado, y ante la avalancha de críticas, las agrupaciones decidieron rectificar su postura. Armonía 10 publicó un nuevo mensaje en sus redes, confirmando su participación en la marcha contra la inseguridad. Al poco tiempo, las demás orquestas, como Hermanos Yaipén y Corazón Serrano, también compartieron la misma publicación, asegurando que estarían presentes en la movilización programada para el viernes 21 de marzo.
La retractación de las agrupaciones fue recibida con alivio por parte de muchos de sus seguidores, quienes aplaudieron la decisión de unirse a la protesta. Sin embargo, algunos aún lamentaron la confusión generada y expresaron que el daño ya estaba hecho, pues la primera postura había dejado una imagen negativa en cuanto a su compromiso con la lucha contra la violencia.
