
Un reciente estudio realizado en Brasil ha revelado la presencia de un coronavirus que podría representar una amenaza para los humanos en el futuro.
El virus identificado presenta inquietantes similitudes con el responsable del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés), que causó un brote muy letal en 2012. Nunca antes se había documentado un hallazgo de este tipo en Sudamérica.
El MERS-CoV afectó principalmente a personas en el Medio Oriente, África y el sur de Asia. Hoy es considerado uno de los coronavirus más peligrosos para los humanos, ya que posee una tasa de letalidad (CFR) de casi el 35%, la más alta conocida. En comparación, el SARS-CoV-2, patógeno causante de la pandemia de COVID-19, posee una CFR de 2%.
Hasta la fecha, el MERS-CoV ha causado 858 muertes conocidas, principalmente en las regiones mencionadas.
Riesgo de ‘saltar’ a los humanos
El estudio brasileño, realizado por un equipo internacional de investigadores encabezado por Bruna Stefanie Silvério de la Universidad Federal de São Paulo, se centró en probar 16 especies de murciélagos en busca de patógenos, para lo cual tomaron más de 400 muestras orales y rectales de murciélagos en Brasil.
El equipo identificó siete coronavirus distintos, la mayoría albergados por dos especies: Molossus molossus, un murciélago insectívoro, y Artibeus lituratus, un murciélago frugívoro. Una de las variantes virales compartía una línea evolutiva con el MERS-CoV.

Hasta ahora, el MERS-CoV y sus virus parientes solo habían sido documentados en murciélagos de África, Europa y el Medio Oriente. Por ello, el hecho de encontrar un virus relacionado en murciélagos de América del Sur sugiere que el alcance geográfico de estos virus podría estar expandiéndose.
Aunque aún no se sabe si este virus puede infectar a los humanos, el equipo halló partes de la proteína espiga del virus, la cual le permite unirse a las células de mamíferos e iniciar una infección. Esto sugiere que la nueva cepa podría interactuar con el mismo receptor utilizado por el MERS-CoV, lo que aumenta las preocupaciones sobre un posible evento de ‘salto’ hacia los humanos.
A raíz de estos hallazgos, publicados en Journal of Medical Virology, los científicos planean realizar más experimentos en Hong Kong para comprender mejor la amenaza del virus.

Intensificar la vigilancia
El aumento de la conciencia sobre los riesgos de los coronavirus que se transmiten de mamíferos salvajes a humanos, como sucedió con el SARS-CoV-2, ha motivado que se refuerce la vigilancia de estos reservorios en la fauna.
Ricardo Durães-Carvalho, biólogo de la Universidad Federal de São Paulo, señaló en un comunicado que “los murciélagos son reservorios virales importantes y deben someterse a vigilancia epidemiológica continua”, especialmente dado su papel en el surgimiento de brotes de coronavirus en las últimas dos décadas.
Este estudio sirve como recordatorio de la naturaleza impredecible de las enfermedades emergentes. Aunque la nueva cepa no representa una amenaza inmediata, su relación con el MERS-CoV lo hace merecedor de la atención de los científicos.
Los investigadores están tomando precauciones para monitorear la situación y estudiar si esta cepa puede representar un peligro para los humanos.
Hallazgos como este, aunque preocupantes, también debería generar alivio, ya que se puede conocer y estudiar a los posibles ‘enemigos’ antes de que se vuelvan incontrolables.