
Perú se encuentra en el puesto 65 del Informe Mundial de la Felicidad 2025, un ranking que evalúa el bienestar de los países en base a factores como el PIB per cápita, la esperanza de vida, la percepción de libertad, la sensación de corrupción y la solidaridad. Aunque sigue siendo una de las naciones latinoamericanas mejor posicionadas, no logra acceder a los primeros puestos de la clasificación global, que siguen siendo dominados por los países nórdicos.
Finlandia se mantiene en el primer lugar, como el país más feliz del mundo por octavo año consecutivo, seguida por Dinamarca, Islandia y Suecia, que también conservan sus posiciones en la parte alta del ranking. Los países nórdicos destacan por su fuerte sistema de bienestar social, políticas de igualdad de género, acceso universal a salud y educación, así como por sus altos niveles de confianza social y cohesión.
En contraste, Perú ocupa el puesto 65, por encima de muchos países en América Latina pero todavía lejos de los primeros puestos. El informe resalta que la desigualdad social, la informalidad laboral y la falta de oportunidades en algunos sectores son factores que inciden negativamente en la felicidad de los peruanos. A pesar de esto, sigue siendo uno de los países con una percepción relativamente alta de libertad personal, lo que contribuye a su posición en el ranking.

Costa Rica (6) y México (10) han logrado un avance significativo, debutando entre los 10 países más felices del mundo por primera vez. Costa Rica, conocida por su lema 'pura vida', continúa destacando gracias a sus políticas de sostenibilidad ambiental, un sistema de salud y educación accesible y una cultura que prioriza el bienestar colectivo. México, por su parte, ha visto una mejora en su calidad de vida, especialmente debido a un crecimiento económico sostenido y a un fortalecimiento de las políticas de bienestar social en ciertas regiones.
Generosidad y amabilidad, factores clave en la felicidad
El informe también profundiza en cómo los actos de generosidad y el compartir la felicidad son factores determinantes para el bienestar de los individuos. A pesar de que la pandemia de COVID-19 promovió una mayor generosidad, los datos sugieren que estas prácticas han disminuido en los últimos años. El estudio subraya que “ser amable y esperar amabilidad de los demás son factores que pronostican la felicidad con más fuerza que evitar acontecimientos negativos importantes, como la delincuencia o las dificultades económicas”.
Además, el informe revela que la percepción colectiva de la amabilidad es más pesimista de lo que realmente es. La investigación muestra que la gente tiende a subestimar el grado de generosidad en la sociedad, ya que los índices reales de devolución de carteras perdidas son aproximadamente el doble de lo que la gente espera.

La situación de América Latina
En América Latina, Perú ocupa el puesto 65, pero se encuentra por debajo de países como Costa Rica (6) y México (10), que han logrado mejorar su bienestar en los últimos años. Uruguay (28), Brasil (36) y El Salvador (37) también destacan, aunque siguen enfrentando desafíos significativos en términos de desigualdad económica y seguridad ciudadana. En contraste, Venezuela sigue siendo el país con peores resultados de la región, cayendo al puesto 82, lo que refleja el impacto de la crisis política y económica que atraviesa el país.
El informe también destaca que los países de América Latina han experimentado una mejora en la percepción de la libertad personal, un factor importante que contribuye al aumento de la felicidad en la región. Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten desafíos como la violencia y la inseguridad que afectan de manera desproporcionada a los ciudadanos en varias naciones latinoamericanas.

La felicidad en Estados Unidos, Rusia y Ucrania
Otro hallazgo relevante del informe es el aumento del individualismo en países como Estados Unidos, donde el porcentaje de personas que comen solas ha crecido un 53% en las últimas dos décadas. Este dato refleja una tendencia social que va en contra de la tesis del informe, que sostiene que compartir y vivir en comunidad son factores fundamentales para el bienestar colectivo. Estados Unidos, además, ha registrado su peor posición histórica en el ranking, cayendo hasta el puesto 24, después de haber ocupado el puesto 11 en 2011. Esto refleja un incremento en el individualismo y la soledad, que contrasta con la idea de que la interacción social es clave para una vida más feliz.
Rusia también ha experimentado un descenso en el ranking, cayendo del puesto 72 al 66 debido al impacto de la guerra con Ucrania. Por su parte, Ucrania, que ha sido gravemente afectada por el conflicto, también ha bajado en la clasificación, cayendo al puesto 11. Ambos países se encuentran en una situación de conflicto prolongado, lo que ha afectado significativamente el bienestar y la felicidad de sus poblaciones.