Estado de emergencia: buscan aumentar propina de servicio militar a S/700 para incentivar el reclutamiento

El ministro de Defensa, Walter Astudillo, indicó ante el Congreso que los soldados de tropa reciben una propina de 250 soles mensuales

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El ministro de Defensa, Walter
El ministro de Defensa, Walter Astudillo, durante su visita a la Base de Infantería de Marina en Ancón. Foto: Mindef

Como parte de las propuestas del gobierno al final de la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec), se anunció el retorno del servicio militar y policial obligatorio. Esto en el marco de la declaratoria de emergencia en Lima Metropolitana y el Callao.

Como una medida complementaria para incentivar el reclutamiento voluntario, el ministro de Defensa, Walter Astudillo, ha indicado que se está preparando un decreto para aumentar las propinas que se asignarán a las tropas, que pasarían de ser S/ 250 a S/ 700 y que además podrán aumentar de forma progresiva según el grado del beneficiario.

Aunque el anuncio del ministro Astudillo se hizo durante la conferencia de prensa luego de la sesión del Consejo de Ministros, esta propuesta ya había sido mencionada ante la Comisión de Presupuesto del Congreso.

“Haciendo un cálculo, nosotros hemos estimado que un soldado debería tener como propina, en promedio, entre 650 a 700 soles, y a partir de ahí se va incrementando (...) Los soldados de tropa, cuando estamos en situaciones de emergencias, son los primeros en responder, son el sostén de las Fuerzas Armadas. Esos jóvenes de 18 años a 20 años que entregan sus vidas al servicio del país reciben una propina de 250 soles”, afirmó.

servicio militar obligatorio
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Menos reclutas y más responsabilidades

Como parte del argumento que usó Astudillo para respaldar este incremento, indicó que las Fuerzas Armadas han reducido su número en más del 50 % si se compara a los que hubo en la década de 1990. También indicó que la Policía Nacional del Perú (PNP) tiene un déficit de 70 mil agentes.

El ministro Astudillo también afirmó que las funciones de las Fuerzas Armadas han incrementado, pues ahora apoyan a la Policía Nacional en zonas declaradas en emergencia -es el caso de Trujillo, Virú, Pataz, Lima Metropolitana y Callao- además de participar de la gestión del riesgo de desastres y el desarrollo social de zonas alejadas.

Durante su intervención, el titular del Mindef destacó la labor de los Batallones de Ingeniería del Ejército en la construcción y mantenimiento de vías terrestres para facilitar la conectividad en zonas con limitada infraestructura.

“Nosotros tenemos mucha gente, muchos muchachos que están llanos a acudir al Servicio Militar Voluntario porque lo ven como una salida a su desarrollo personal. Entregan dos años de su juventud al servicio del país, se forman en disciplina, valores, en amor al trabajo, en amor al país y muchos de ellos acceden al Instituto de Educación Superior Tecnológico Público de las Fuerzas Armadas”, apuntó.

Un grupo de agentes del
Un grupo de agentes del Ejército del Perú resguarda las calles de Lima, tras la disposición de un estado de emergencia en la ciudad capitalina. (Andina)

Critican regreso del servicio militar obligatorio

Pese a que alcaldes de Lima Metropolitana y de municipios rurales consideran que el regreso del servicio militar obligatorio es una medida adecuada, expertos en seguridad han criticado esta medida por considerar que ni esta y la declaratoria del estado de emergencia es la solución para frenar la ola criminal que azota al Perú.

Las medidas adoptadas por el gobierno son completamente irresponsables. Están tomando decisiones en una entidad que no tiene competencia sobre asuntos de seguridad nacional. La seguridad ciudadana se centra en la victimización y delitos menores, no en el crimen organizado ni en las reformas policiales”, afirmó el exjefe de la DINI, Juan Carlos Liendo.

Por otra parte, sobre el retorno del servicio militar obligatorio, Enrique Castro Vargas, abogado con estudios en criminología, calificó esta propuesta como “desesperada” y advirtió que podría llegar a ser contraproducente al obligar a las personas a hacer algo que no quieren. “Es como apagar este incendio con gasolina (...) son medidas absolutamente desesperadas, que no tienen mucho sentido asidero en la evidencia, en la experiencia regional”, indicó a RPP.