El desborde del río Ramis, provocado por intensas lluvias en la región Puno, ha sumido a varios distritos en una grave emergencia. Entre las zonas más afectadas se encuentran Chucaripo, Samán, Taraco, y Collana, donde más de 2.000 personas han sido desplazadas y varias comunidades han quedado incomunicadas debido a la inundación de viviendas, la pérdida de cultivos y el colapso de infraestructuras viales. El impacto en la región ha sido devastador, con cultivos de avena, alfalfa, papa, quinua y habas, que representan el sustento principal de los pobladores, destruidos por las aguas. Además, los animales de granja han sido arrastrados y muchas viviendas han quedado sumergidas, afectando la vida de miles de familias.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales y regionales, la situación sigue siendo crítica. En Chucaripo y Samán, los habitantes han exigido la presencia urgente del alcalde provincial y el Gobernador Regional, quienes deben coordinar la llegada de maquinaria pesada para restablecer las carreteras y caminos vecinales, fundamentales para acceder a los refugios temporales y recibir ayuda humanitaria. La Municipalidad Distrital de Taraco ya ha declarado el estado de emergencia en el distrito debido a los desbordes del río Ramis y la destrucción de viviendas y cultivos. Sin embargo, la falta de recursos y la magnitud del desastre requieren una intervención más efectiva, con la presencia de autoridades de nivel regional y nacional, además de equipos de rescate y maquinaria para la reconstrucción de infraestructuras.
Crisis en comunidades agricultoras por desborde de río en Puno

El desborde del río Ramis por las fuertes lluvias en Puno ha dejado a más de 2.000 pobladores de Chucaripo y Samán sin hogar y con la destrucción total de más de 2.000 hectáreas de cultivos. La pérdida de productos esenciales como avena forrajera, alfalfa, papa, quinua y habas, junto con la afectación de las viviendas, ha generado un grave impacto en la economía local, dejando a las familias en una situación de vulnerabilidad extrema. Ante esta situación, los pobladores han solicitado ayuda urgente, pidiendo la presencia de las autoridades locales, regionales y nacionales para coordinar el apoyo necesario en cuanto a alimentos, medicinas, albergues y maquinaria para los trabajos de limpieza y reparación de infraestructuras.
Asimismo, la comunidad de Collana, en el distrito de Taraco, ha reportado la pérdida de una gran cantidad de cultivos, lo que ha representado un golpe devastador para su economía. Los esfuerzos de contención han sido insuficientes debido a la falta de recursos y maquinaria, y el alcalde de Taraco, Ever Yucra Callata, ha solicitado la intervención de las autoridades regionales y nacionales para tomar medidas preventivas, garantizar el restablecimiento de los caminos y brindar ayuda a los afectados. Finalmente, en Huancané, alrededor de 60 personas han sido evacuadas recibiendo asistencia en refugios temporales.
Lluvias intensas en Puno

Puno ha estado enfrentando un periodo de lluvias de fuerte a extrema intensidad, lo que ha provocado el desborde de varios ríos, dejando comunidades incomunicadas, destruyendo viviendas y afectando gravemente los cultivos. Desde el 7 de marzo, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha alertado sobre la persistencia de las precipitaciones. Las provincias de Sandia y Carabaya han sido las más afectadas, y el desborde de ríos como el Suches y el Ramis ha afectado tanto a la población como a la infraestructura vial.
En este contexto, los daños en la provincia de Huancané y el distrito de Taraco han sido especialmente graves. El puente Cayacachi, en la provincia de Carabaya, colapsó el 6 de marzo, dejando a varias comunidades aisladas, lo que ha dificultado la distribución de ayuda y el traslado de personas. Además, en la frontera con Bolivia, el puente binacional Huancasaya quedó completamente sumergido por el desborde del río Suches. Las autoridades locales han solicitado apoyo urgente para atender a los damnificados, que han perdido viviendas y cultivos, además de verse amenazados por la creciente de los ríos. El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) ha declarado alerta roja en varios ríos de la región, mientras la población sigue esperando una respuesta más efectiva por parte de las autoridades.