En medio de un clima de tensión e indignación ciudadana, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, enfrentó el rechazo de la población de Lurín, lo que derivó en una reacción hostil. Lo que comenzó como una conferencia de prensa para informar sobre la captura de una presunta banda criminal, terminó en una jornada de protestas con gritos, abucheos e incluso el lanzamiento de piedras contra su vehículo oficial. La situación se tornó crítica cuando el ministro intentó retirarse del lugar.
Apenas se abrieron las puertas del inmueble donde se realizó la intervención policial, el descontento de la población se hizo evidente. El incidente ocurrió tras la presentación de los detenidos de la banda denominada “Los Injertos de Villa”, una organización vinculada a diversos delitos en la región. En medio de la multitud, el ministro respondió enviando un beso a los asistentes, un gesto que exacerbó aún más el malestar de los presentes.
La reacción de los pobladores no se hizo esperar. Un grupo de manifestantes se congregó en los alrededores del lugar de la intervención y expresó su descontento con la gestión de Santiváñez. “¡Fuera, ministro!”, coreaban algunos, mientras otros arrojaban piedras en dirección a la comitiva oficial.
A pesar de la magnitud del operativo, los residentes de la zona manifestaron su inconformidad con la visita del funcionario. “¿A qué ha venido? Solo quiere tapar el problema. Ha venido a figurar, a decir que está trabajando, pero la delincuencia ya nos ha ganado”, expresó una vecina. Ante el tenso escenario, el ministro abordó de inmediato su vehículo y abandonó el lugar.
La captura de “Los Injertos de Villa”
La operación, encabezada por efectivos de la Policía Nacional y el Ministerio del Interior, se llevó a cabo tras un seguimiento a los presuntos integrantes de “Los Injertos de Villa”. Entre los detenidos se encontraba Edson José García Tapia, alias “Gokú”, señalado como cabecilla de esta organización delictiva, dedicada a la extorsión de colegios, transportistas y, según información preliminar, agrupaciones musicales.
Durante el allanamiento, las autoridades decomisaron teléfonos celulares, armas de fuego y documentación que será analizada por la Fiscalía. Según los reportes oficiales, la captura de esta banda representa un paso clave para desarticular una red criminal que operaba en varias zonas de la capital.
Sin embargo, el operativo no logró calmar el descontento de los vecinos, quienes consideraron la presencia del ministro como un acto de oportunismo. Según Canal N, entre los manifestantes había familiares de los detenidos y vecinos del sector.
Seguridad y cuestionamientos en la misma escena
Mientras los efectivos mantenían el control en la zona para evitar mayores disturbios, algunos ciudadanos manifestaron su preocupación por el nivel de inseguridad en el distrito. Según indicaron, la extorsión y el cobro de cupos se han convertido en parte del día a día, afectando principalmente a quienes dependen del transporte público y a pequeños comerciantes.
El malestar no solo se centró en la gestión del ministro, sino también en la respuesta del Estado frente al crimen organizado. “Nos cercan la avenida, nos dicen que han atrapado a unos delincuentes, pero la realidad es que vivimos con miedo todos los días. ¿Cuántos operativos más se necesitan para que de verdad haya un cambio?”, cuestionó la misma vecina.
Desde el Ministerio del Interior se defendió la labor policial y se resaltó la importancia de la intervención. En un comunicado posterior, se difundieron imágenes de la captura y se reiteró el compromiso del Gobierno con la lucha contra la delincuencia. A pesar de ello, los incidentes registrados en Lurín evidenciaron el distanciamiento entre las autoridades y la ciudadanía, reflejado en la reacción de quienes se sienten desprotegidos en sus propios barrios.
La investigación sobre la presunta banda criminal continúa en curso. Las pruebas incautadas serán analizadas para determinar el alcance de las operaciones ilícitas y las posibles conexiones con otros grupos delictivos. Entretanto, el episodio vivido en Villa Alejandro deja en evidencia que la seguridad sigue siendo uno de los temas más sensibles para la población, especialmente en sectores donde la presencia del Estado solo se percibe en operativos esporádicos.
El rechazo en redes
Hace unos días, tras el atentado contra la orquesta Armonía 10, las redes sociales se inundaron de comentarios exigiendo justicia y una respuesta inmediata del gobierno ante la creciente ola de violencia. En pocas horas, ciudadanos de todos los ámbitos, incluidas figuras públicas, expresaron su descontento utilizando el hashtag #FueraSantivañez, en rechazo a la gestión del ministro del Interior y su estrategia contra la criminalidad.
