
Cuando se habla de contaminación del aire en Latinoamérica, muchos piensan en grandes metrópolis como Ciudad de México o Guatemala. Sin embargo, una de las zonas con los niveles de polución más altos se encuentra en Perú, específicamente en el distrito de Santa María, en Ate, Lima. Según el informe World Air Quality Report 2024, publicado por la firma suiza IQAir, Santa María no solo es la zona más contaminada de Perú, sino que también ostenta el lamentable título de ser la zona con la peor calidad del aire en toda América Latina y el Caribe.
En 2024, el nivel de material particulado PM2.5 en Santa María alcanzó los 53.4 µg/m³, un dato alarmante que sobrepasa con creces los estándares internacionales. Para poner esto en contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un límite de 5 µg/m³ de PM2.5, lo que significa que los niveles de contaminación en Santa María son más de 10 veces superiores a lo recomendado. Otros distritos de Lima como San Juan de Lurigancho y Puente Piedra también reportaron niveles alarmantes de contaminación, posicionándose entre los más altos en la región.
El material particulado PM2.5, compuesto por pequeñas partículas suspendidas en el aire, es extremadamente peligroso para la salud humana. Las partículas de PM2.5 tienen un diámetro de solo 2.5 micrómetros, lo que les permite penetrar profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular. La exposición prolongada a estos niveles de contaminación está asociada con enfermedades respiratorias, cardiovasculares e incluso cáncer.
Los datos globales: Perú y Lima en el mapa de la contaminación

El informe de IQAir 2024 también revela que Perú ocupa el puesto 58 en el ranking global de calidad del aire, con una concentración de 17.1 µg/m³ de PM2.5. Aunque esto representa una ligera mejora respecto a 2023, cuando el nivel era de 18.8 µg/m³, la cifra sigue siendo más de tres veces superior al límite recomendado por la OMS, lo que representa un riesgo para la salud pública. Según Alberto Morisaki, gerente de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), la contaminación del aire está directamente vinculada a enfermedades que causan más de 10.000 muertes al año en el país.
En términos regionales, Perú se sitúa como el quinto país con peor calidad del aire en América Latina y el Caribe, después de Guatemala, Guyana, México y El Salvador. La situación es aún más grave en la capital, Lima, donde la concentración de PM2.5 alcanza los 18.2 µg/m³, colocando a la ciudad entre las tres más contaminadas de la región, solo por debajo de Ciudad de México (19.5 µg/m³) y Ciudad de Guatemala (18.9 µg/m³).
El impacto de la contaminación en la salud: Un costo humano y económico

La exposición al PM2.5 en el aire tiene efectos devastadores sobre la salud de las personas, especialmente en los grupos más vulnerables. Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), este tipo de material particulado está relacionado con un aumento de 20% a 30% en las consultas médicas por enfermedades respiratorias en Lima, afectando principalmente a niños y ancianos. La Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) ha señalado que la contaminación en la capital es responsable de alrededor de 5,000 casos de bronquitis aguda en niños cada año.
Además de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, la exposición a estos niveles de contaminación puede afectar el desarrollo cognitivo de los niños, según informes de IQAir. Se ha demostrado que la polución también tiene efectos en la salud mental, contribuyendo a problemas como la depresión y la ansiedad. Estos efectos son particularmente graves en zonas urbanas de alta densidad como Lima, donde el riesgo de exposición es mayor debido a la congestión vehicular y la falta de control sobre las emisiones contaminantes. Sobre esto, Alberto Morisaki acotó: “La exposición a material particulado PM2.5 está asociada con un aumento del 20% al 30% en consultas médicas por enfermedades respiratorias en Lima, especialmente en distritos como el centro histórico y las zonas industriales”.
El costo económico de esta crisis también es significativo. La exposición al PM2.5 genera un costo anual de 12.800 millones de dólares, debido a los gastos asociados con la atención médica y la pérdida de productividad. Este impacto económico afecta tanto a las familias como al sistema de salud público, que debe hacer frente a una creciente demanda de atención por enfermedades relacionadas con la contaminación.