
De acuerdo con el Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), la demolición de las viviendas destruidas por el incendio ocurrido en Barrios Altos, en el centro de Lima, debe ser ejecutada con sumo cuidado y utilizando técnicas específicas que garanticen la seguridad tanto de los trabajadores como de los residentes cercanos. Este informe fue elaborado a pedido del Ministerio de Defensa y contiene recomendaciones clave para llevar a cabo este proceso de manera ordenada y eficaz.
Problemas de seguridad y prohibición del uso de explosivos
En diálogo con Andina al Día, el ingeniero Rodolfo Baldi, presidente del Centro de Peritaje del Colegio de Ingenieros de Lima, aclaró que no es posible utilizar explosivos para realizar la demolición de las viviendas afectadas por el fuego. El siniestro ocurrió en una zona altamente poblada, lo que genera un riesgo significativo si se utilizara este tipo de técnicas de demolición. En lugar de explosivos, el CIP propone un enfoque más cauteloso y controlado para eliminar las estructuras peligrosas.
Recomendaciones para llevar a cabo la demolición
El informe del CIP especifica que el procedimiento debe iniciarse con el apuntalamiento de los edificios, desde el primer hasta el último piso. Esta acción tiene como objetivo garantizar la seguridad de los operarios encargados de liberar las estructuras que están más comprometidas. Al apuntalar las edificaciones, se puede asegurar que el personal pueda trabajar de manera segura a diferentes alturas, permitiendo que las máquinas puedan acceder a las áreas más altas y deshacer los “nudos” de las construcciones.
Para ello, se utilizarían excavadoras con un alcance de hasta 7.5 metros, las cuales deberán estar equipadas con “cucharas” diseñadas para arrastrar los escombros y moverlos hacia zonas abiertas, lejos de las áreas más congestionadas. De acuerdo con Baldi, la demolición debe realizarse de arriba hacia abajo, ya que muchos de los edificios afectados cuentan con entre 9 y 11 pisos, lo que hace indispensable un enfoque escalonado.

El tiempo estimado para la demolición
Respecto al tiempo necesario para completar la demolición de las viviendas, el ingeniero Rodolfo Baldi estimó que el proceso podría durar un mes, siempre y cuando se inicie de inmediato. Sin embargo, destacó una limitación importante: en el centro de Lima, donde ocurrió el incendio, las actividades de demolición solo se pueden realizar hasta las 11 de la noche debido a normativas locales sobre ruido.
Por esta razón, el CIP recomendó que se haga una excepción a esta regla, permitiendo que los trabajos de demolición se realicen durante el día. Esto permitiría agilizar el proceso y reducir el tiempo necesario para completar las labores de demolición.
La necesidad de obtener permisos
Un aspecto clave para comenzar los trabajos es la obtención de los permisos correspondientes, especialmente aquellos relacionados con la información sobre los propietarios de las viviendas afectadas. Baldi señaló que es crucial contar con fichas registrales y los datos actualizados de los propietarios, los cuales deben ser proporcionados por la Municipalidad Metropolitana de Lima. Según explicó, no se puede proceder sin esta información precisa, ya que las viviendas no pueden ser tratadas como “un holograma” o estructuras sin registros legales claros.
El ingeniero también hizo hincapié en que es necesario acelerar los trámites para acceder a la zona de los escombros y poder realizar las demoliciones sin demoras adicionales. En este sentido, el CIP pidió a las autoridades locales que faciliten los permisos para llevar a cabo el trabajo de manera inmediata.

Área estimada a demoler y situación de los damnificados
El área total que se estima será demolida abarca entre 30,000 y 35,000 metros cuadrados, ya que no solo se incluirán las viviendas directamente afectadas por el incendio, sino también las zonas aledañas que fueron destruidas. Esta cifra refleja la magnitud de los daños ocasionados por el siniestro, que dejó a 120 personas afectadas y cerca de 36 viviendas destruidas.
En cuanto a la atención a los damnificados, el ingeniero Baldi recomendó que la Municipalidad de Lima haga un esfuerzo por sincerar los registros catastrales y, de esta forma, asegurar que las personas que han perdido sus viviendas reciban la ayuda necesaria. La gestión de esta situación debe ser prioritaria para la recuperación de la zona y la rehabilitación de los afectados, que aún enfrentan importantes dificultades debido a la magnitud del desastre.
La demolición de las viviendas afectadas en Barrios Altos requiere una planificación detallada y la ejecución de un proceso que considere tanto los riesgos estructurales como la seguridad de la población cercana. Los ingenieros del CIP han propuesto un enfoque que evitaría los riesgos inherentes a los explosivos, utilizando técnicas más controladas y adaptadas a las características específicas de la zona.
Además, el cumplimiento de los trámites legales y la colaboración de las autoridades locales serán factores clave para que las labores de demolición puedan iniciarse cuanto antes. Con estas medidas, se espera que la zona afectada pueda comenzar su proceso de reconstrucción lo antes posible, asegurando la protección de los residentes y la recuperación de la normalidad en Barrios Altos.